Un periodista argentino difundió hoy nuevas revelaciones sobre el atentado a la mutual judía que involucran más profundamente a miembros de una banda de policías locales que habría recibido tres millones de dólares para preparar toda la logística de la operación.
Al cumplirse este jueves dos años del ataque a la Asociación Mutual Israelíta Argentina (AMIA), que costó la vida a 86 personas, el periodista Walter Goobar dio a conocer el testimonio de una persona allegada a la policía que permite reconstruír todo los preparativos y hasta el día mismo del atentado por la mañana.
Entretanto, familiares de las víctimas rindieron homenaje a los muertos frente a las ruinas del edificio en un acto de fuerte contenido crítico hacia el gobierno por la falta de esclarecimiento del crimen, y de castigo a los responsables.
"Esto sucedió por acción, omisión y complicidad, vemos que no hay voluntad de cortar cabezas, que el aparato represivo del Proceso (la dictadura militar) sigue intacto", criticó en su discurso Mónica Lew, madre de un joven muerto en el atentado.
Por su parte Rubén Beraja, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, advirtió que si se confirma la hipótesis de la participación policial eso "obligará a un análisis de mayor gravedad, del que no será ajena la cúpula" de esa fuerza.
Goobar, autor del libro "El tercer atentado", podría ser convocado a declarar por la justicia, que no sabía lo que había ocurrido con la Trafic utilizada como cochebomba hasta que fue estacionada en un lugar público una semana antes del ataque.
Pero, según adelantó el periodista a IPS, si es convocado no revelará la identificación de la fuente.
El informante explicó que "alguien que se cree intocable se fue de boca (habló de mas) pero no creo ser el único que conoce todos los detalles. Si bien el número de policías implicados no supera las dos docenas, el espíritu de cuerpo y el antisemitismo generalizado hace que nadie quiera delatar a los involucrados".
El periodista de Página 12 dijo que policías que integran una presunta banda fueron contactados por terroristas extranjeros para que organizaran el atentado. Ellos sólo aportarían el piloto suicida y tres millones de dólares. Los policías habían pedido en verdad 10 millones, pero aceptaron siete menos.
La banda no solamente consiguió el vehículo usado como coche- bomba sino también los epxlosivos.
La camioneta fue luego conducida hasta un estacionamiento en el que estuvo mas de una semana y de allí, el 18 de julio, día del atentado, un agente de la policía vestido de civil la llevó y la entregó al jefe de la banda en una calle céntrica pero tranquila de Buenos Aires.
Allí, el cabecilla local del operativo entregó las llaves a un hombre extranjero, de unos 40 años, que condujo la camioneta hasta la AMIA.
La fuente no pudo asegurar si el piloto murió o si tuvo tiempo de escapar entre el impacto del vehículo contra el edificio y el momento en que se produjo la explosin, ya que no se hallaron restos de una víctima extranjera no reclamada por los familiares.
Goobar consultó a la fuente porque no se presentaba a la justicia, que ofreció dos millones de dólares a quien aportara información cierta sobre el ataque. "La plata no sirve de nada si uno va a parar a una zanja con un tiro en la cabeza", le respondió en uno de sus varios encuentros.
De confirmarse los nuevos datos, los 13 miembros de la policía de la provincia de Buenos Aires detenidos desde la semana pasada por las sospechas de su participación en el ataque verán agravada su situación ante la justicia.
Hasta ahora, se negaron a declarar, pero la Fiscalía anticipó que si persisten en la negativa podrán ser declarados partícipes secundarios en el atentado, ya que hay elementos suficientes para determinar que adquirieron la Trafic usada como coche- bomba.
La fuente indicó que los contratantes exigieron la participación de policías para garantizar la realización del atentado, pero también advirtió que el jefe de la banda podría no ser un miembro de ese cuerpo.
También aseguró que quienes idearon el atentado podrían haber "comprado una zona liberada" en el sentido de que pudieron conseguir con dinero que el área del atentado no tuviera ningna vigilancia en el momento de dar el golpe.
Uno de los datos que siempre intriga a los investigadores es que no hay ningún policía entre las víctimas del ataque a la mutual ni tampoco en el atentado que voló la sede de la embajada de Israel en Buenos Aires. (FIN/IPS/mv/dg/ip/96
