ALEMANIA: Grave crisis en consultorios médicos

Una ola de quiebras amenaza actualmente la existencia de los consultorios médicos y pone en peligro algunas prestaciones profesionales de sanidad en Alemania, según la Federación de Médicos de Cajas de Seguro Obligatorio contra Enfermedad (KBV).

Esta crisis, causada por la reforma del sistema de pago de los 110.000 médicos asociados a la KBV, que entró en vigor en enero de este año, es la más grave que registra la historia de la República Federal de Alemania en sus 50 años de existencia, según el presidente de la federación, Winfried Schorre.

La reforma, que es parte de la reforma general del sistema de la asistencia de salud en Alemania, ha provocado un aumento de 10 por ciento en el número de pacientes por facultativo, un drástico incremento de las prestaciones facturadas y una reducción de 20 por ciento en sus ingresos.

En varias regiones del país, pero principalmente en la menos desarrollada Alemania oriental, hay entre 30 y 40 por ciento de consultorios médicos que ya tienen problemas de liquidez, lo que podría llevarlos a la quiebra.

Los más afectados son aquellos que se han instalado hace pocos años.

Schnorre reconoció que se han cometido errores al momento de calcular los honorarios de algunos médicos asociados debido a la enorme presión política a que se ha visto sometida la nueva Comisión del Reglamento de Honorarios y el poco tiempo del que ha dispuesto.

El sábado 20, un millar de médicos de consultorio manifestaron violentamente en Munich y pidieron la dimisión del presidente de la Asociación de Médicos de Cajas de Seguro de Enfermedad de Baviera, Lothar Wittek, presidente de la mencionada comisión y acusado de ser responsable de la criticada reforma.

En Alemania hay en la actualidad 267.000 médicos, de los cuales 129.000 trabajan en clínicas y hospitales públicos y privados, 110.000 en consultorios, 11.000 son empleados o funcionarios de instituciones o corporaciones públicas y el resto trabaja en otros sectores, según la KBV.

El plan de ajuste económico impuesto por el actual gobierno democristiano-liberal a todas las instituciones estatales no se detuvo ante otra de las vacas sagradas del bienestar alemán: el sistema de sanidad nacional.

Los crecientes costos de la asistencia médica y la escasez de fondos en las arcas de las cajas de seguro condujeron a reducir los presupuestos para la atención en hospitales, clínicas, consultorios y casas de cura.

La reforma presentada en 1993 por el ministro fedral de Salud Pública, Horst Seehofer, estableció un límite a los ingresos de los consultorios y de los médicos que trabajan en ellos. El ministro encomendó la distribución del dinero a la KBV y a las cajas de seguro.

Este año disponen en total de de 27.333 millones de dólares, independientemente del número de pacientes y del tipo, grado o frecuencia de sus enfermedades.

La reforma prevé además que se revalorice la atención clínica al paciente y se evite el uso exagerado de equipos y análisis costosos. Aquí están en desventaja sobre todo los especialistas, como radiólogos, oftalmólogos o cirujanos.

El nuevo sistema de remuneración otorga puntos a las prestaciones médicas en lugar de marcos y céntimos.

Nadie sabe con antelación cuántos centavos va a recibir el médico al final del trimestre. Los cálculos van de 5 a 10 céntimos de marco por punto. El dólar oscila ahora alrededor de 1,50 marcos.

Mientras sean pocos los médicos que aumenten el número de puntos facturados los consultorios podrán mejorar sus ingresos, merecerá la pena trabajar más. Pero si son muchos los médicos que facturan más puntos, podrá darse el caso de que trabajar más significará ganar menos.

Alemania tiene en la actualidad con 80 millones de habitantes y 7 millones de pacientes con seguro de enfermerdad privado. Un sueldo bruto superior a los 4.334 dólares (6.500 marcos) permite por ley renunciar al seguro obligatorio y optar por el privado.

En 1994, los ingresos promedio de los médicos giraban en torno a los 100.000 dólares brutos al año, y ellos facturaban una media de 233.333 dólares. Pero había grandes diferencias según las especialidades.

Mientras los radiólogos percibían personalmente un promedio de 133.333 dólares al año, los internistas se contentaban con 100.000 y los facultativos dedicados a la medicina general sólo obtenían un ingreso anual de 66.666 dólares, siempre en cifras brutas y antes de pagar impuestos.

Entre tanto, el Ministerio de Salud Pública ha decidido compensar los sueldos de los médicos con una inyección retroactiva de 560 millones de dólares a partir de enero de 1996.

La reforma del sistema de sanidad del gobierno del canciller federal, Helmut Kohl, se ha propuesto reducir 40 por ciento los gastos de las cajas de seguro obligatorio hasta el 2000. Para 1997 la reducción prevista suma 5.000 millones de dólares. (FIN/IPS/rc/jc/he/96

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