Las redes horizontales son un fenómeno creciente del mundo globalizado y las ciudades también organizan las suyas para enfrentar problemas comunes, como la atención a los niños y la salud de la población.
La Redes de Alcaldes Defensores de los Niños constituyen un movimiento que crece, especialmente en América Latina y Asia, estableciendo cooperacion e intercambio entre ciudades, aportando soluciones que serían imposibles o muy lentas por otras vías.
En Croacia alcaldes de las ciudades afectadas por la guerra se aliaron para asistir a 400.000 niños traumatizados, con programas de rehabilitación, incluso para madres, educación especial e informacion sobre minas terrestres, dijo Ximena de la Barra, consejera del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En Ghana, Accra busca soluciones para su reciente brote de las niñas de la calle, como en America Latina, que lidia con el problema desde hace más tiempo y tiene experiencias ejemplares, como las del puerto brasileño de Santos.
La red nacional chilena se muestra particularmente activa bajo la coordinación del alcalde de Santiago, Jaime Ravinet, también presidente de la Union Internacional de Autoridades Locales.
Las alcaldías intercambian técnicos e informan sobre soluciones y alternativas, para lo que cuentan con un Catálogo Nacional de Experiencias Municipales sobre problemas de niños, capacitación y servicios, con la dirección del funcionario más indicado a quien recurrir y de instituciones asesoras.
Esa es una alianza "extremadamente importante" para Unicef, destacó el viernes el director ejecutivo adjunto del organismo, Stephen Lewis, en su discurso en la plenaria de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Habitat II).
El movimiento de las redes nació en 1992, en una reunión en Senegal, y desde entonces crece la solidaridad entre las ciudades, que además acordaron, en asamblea mundial la semana pasada, considerar "el bienestar de los ninos como un indicador de buen gobierno", destacó Lewis.
Los problemas de la niñez son "complejos y multisectoriales" y en los gobiernos no hay un Ministerio que atienda a sus variados aspectos, observó de la Barra.
La desnutrición y la diarrea son las principales causas de muerte de niños, pero el remedio no está en el Ministerio de Salud, sino en obras públicas de saneamiento y en el acceso a alimentos, afirmó.
La funcionaria de Unicef dijo que la necesaria integración de las acciones a nivel local es una efectiva solución ante los problemas que no pueden esperar a la lenta coordinación del poder central.
Las redes son informales, la cooperación es ágil y sin burocracias, las acciones positivas se difunden, las ideas se multiplican, añadió de la Barra, elogiando la propuesta de someter proyectos a evaluaciones de impacto sobre los niños, similar al ambiental.
La tendencia de organizar redes de interés común, rompiendo la verticalización de los estados, es una tendencia generalizada en el mundo actual, según Ladislas Dowbor, consultor de Unicef y de la alcaldía de Santos.
El Estado nacional es demasiado pequeño para grandes problemas y demasiado grande para los pequeños, señala un informe de Naciones Unidas sobre desarrollo humano, recordó el experto.
La Asamblea Municipal de Autoridades Locales, que antecedió a Habitat II en Estambul, el 30 y 31 de mayo, decidió "reforzar la cooperación directa" entre municipalidades y reclamar su reconocimiento dentro del sistema de cooperación internacional.
También la Organizacion Mundial de Salud (OMS) estimula una red de "Ciudades Sanas" para intensificar el intercambio y la ayuda mutua, un movimiento que ya comprende más de mil ciudades en todo el mundo, según el director general del organismo, Hiroshi Nakajima.
Las redes se formaron en base a idiomas, como las de español, portugués o árabe.
Las Ciudades Sanas ayudan a otras a elaborar proyectos, comparten acciones multiciudades con diagnósticos y estrategias comunes, además del intercambio de experiencias. (FIN/IPS/mo/ag/pr/96)