HABITAT-AMERICA LATINA: Los pobres miran al Banco Mundial

Organizaciones no gubernamentales (ONG) y movimientos populares que luchan por la vivienda en América Latina, presentes en la conferencia internacional Habitat II, creen llegada la hora de pasar sobre los gobiernos y dirigirse directamente a los organismos multilaterales.

"El Banco Mundial debería crear un fondo para el desarrollo de un habitat justo y sostenible en el mundo", dijo en Estambul Guillermo Rodríguez, dirigente mexicano de la Coalición Internacional para el Habitat, en la asamblea de ese frente de 300 organizaciones sociales de 50 paises.

La Coalición y decenas de otras ONG, así como parlamentarios, alcaldes, empresarios y académicos, presentarán sus propuestas la próxima semana a los representantes de los gobiernos del planeta, que definirán en Estambul políticas para un mundo que pronto será mayoritariamente urbano.

La región de más rápida urbanización es América Latina, con media docena de megalópolis que tendrán más de 10 millones de habitantes en el 2005 y en que el problema de la vivienda no hace más que agudizarse.

"Todos los niños, mujeres y hombres tienen derecho a una vivienda segura y adecuada para vivir en paz y con dignidad", reza el texto de la declaración que la Coalición divulgó en Estambul, recordando que 1.200 millones de personas viven en condiciones precarias y 100 millones no tienen techo.

Ese derecho, consagrado en numerosas constituciones de América Latina y en la Declaración Universal de Derechos Humanos, enfrenta en Estambul la reticiencia de Estados Unidos y otros países industrializados, que sólo lo reconocen como "un componente de los derechos humanos".

"La diferencia semántica se traduce en distintas posturas frente al tema de los recursos que deben destinar los organismos internacionales para financiar la vivienda y el habitat", observó a IPS el arquitecto Alfredo Cilento, de la Universidad Central de Venezuela.

En el extremo opuesto a la postura estadounidense, las ONG comienzan a presionar por dejar el papel reivindicativo y de exposición de tesis y experiencias y transformarse en "agente negociador" ante el Banco Mundial y demás agencias multilaterales.

A parecida conclusión llegaron la semana pasada los alcaldes que acudieron a la reunión de Estambul, denominada oficialmente Segunda Conferencia de Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (la primera se realizó hace 20 años en Vancouver, Canada).

Los alcaldes advirtieron que las administraciones locales tendrán que hacerse cargo de la aplicación de las decisiones que tomarán los gobiernos centrales en la misma conferencia.

Jorge di Paula, de la Unidad de Vivienda de la Facultad de Arquitectura uruguaya, destacó que esa situacion "es terrible" en el caso de Uruguay, cuya capital, "asiento de casi la mitad de la población del país, tiene un gobierno local izquierdista", mientras el gobierno nacional "es neoliberal".

"Ya es tiempo de exigir un espacio de negociación al Banco Mundial, que tiene 16 ONG como interlocutores, y al Banco Interamericano de Desarrollo, para discutir y definir políticas directamente con las poblaciones", declaró a IPS el mexicano René Coulomb, dirigente también de la Coalición para el Habitat.

Se trata, según Coulomb, de "producir no sólo viviendas, sino un habitat para el control de la población".

Contar con vivienda adecuada "es un derecho humano, no sujeto a los recursos de que disponga una familia sin techo, y por lo tanto todos deben poder acceder a recursos públicos u otros", agregó.

Sin renunciar a su responsabilidad como administrador, el Estado debe reconocer las organizaciones populares como sujeto de crédito "y el papel de las mujeres en la gestión del habitat y en la movilización de recursos", indicó Coulomb.

Además de tocar a la puerta del Banco Mundial, se deben buscar sistemas masivos de organización de la población carente de vivienda, propuso Germán Avila, de la Federación Nacional de Vivienda de Colombia.

El mexicano Gustavo Romero manifestó, sobre ese punto, que "en verdad, somos muy pocos. A las ONG nos elevan como globos y como globos nos desinflan, y nuestra estrategia debe ser generar mecanismos de discusion pública para crecer".

Pero Avila insistió en que es posible generar sistemas de financiamiento a partir de experiencias probadas como exitosas.

Al respecto, señaló la necesidad de lograr mecanismos de regulación del valor del suelo y abatir el costo de los materiales mediante negociaciones incluso entre países lationamericanos.

Finalmente, Mirna Sierra, asesora de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua, desaconsejó la búsqueda de recursos en fuentes multilaterales, pues "debemos pedir a los gobiernos que resuelvan nuestros problemas".

Son los mismos gobiernos quienes, si, lo desean, deben "buscar recursos en otro lado", agregó.

Además, hay "condicionantes" a su juicio inaceptables. "Nosotros construimos viviendas de más de 60 metros cuadrados, y no aceptaríamos vivir en cáscaras de no más de 25 metros, como proponen algunos organismos" internacionales, advirtió Sierra. (FIN/IPS/hm/ff/pr dv/96)

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