Cuba protestó hoy contra un informe presentado en esta jornada al Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), donde se afirma que el derribo de dos aviones de un grupo civil de Miami, por pilotos cubanos en febrero, tuvo lugar sobre aguas internacionales.
La evaluación técnica aún no ha sido publicada formalmente por la OACI, pero el delegado permanente de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas, Bruno Rodríguez Parrilla, criticó el contenido del informe sobre el incidente ocurrido el 24 de febrero pasado, por considerarlo tendencioso.
"Es un informe que omite ciertas cosas y está incompleto", comentó Rodríguez acerca de esta evaluación, que fue presentada este viernes al Consejo de la OACI, en Montreal (Canadá).
IPS ha tenido acceso a un borrador del informe, preparado por una comisión de la OACI, pero no se espera que la publicación se produzca antes de la próxima semana.
El borrador concluye que dos aviones de combate MiG-29 cubanos derribaron a los dos aviones Cessna cuando sobrevolaban aguas internacionales cerca de Cuba.
Esta conclusión contradice las afirmaciones cubanas de que los aviones Cessna, contratados por Hermanos al Rescate -un grupo de exiliados opuestos al presidente Fidel Castro- estaban violando el espacio aéreo cubano cuando fueron derribados.
El estudio también acusa a La Habana de no haber advertido de forma suficiente a los aviones perseguidos, antes de que los pilotos de sus bombarderos pidieran autorización para derribarlos.
El episodio produjo la muerte de cuatro pilotos cubano- estadounidenses, empeorando las relaciones entre Washington y La Habana.
El Consejo de la OACI estudiará el informe el 26 de este mes, y aunque la versión final puede apartarse del borrador actual, Cuba niega con firmeza las actuales conclusiones.
"El informe ignora tres importantes piezas de prueba", puntualizó Rodríguez.
El diplomático cubano sostuvo que el documento no tiene en cuenta el testimonio de determinadas fuentes que afirmaron que los aviones cayeron en aguas cubanas.
Además, omite pruebas de que ciertos objetos pertenecientes a los aviones fueron encontrados en aguas cubanas. Finalmente, omite corroborar la información de que un barco que observó el derribo se encontraba en aguas internacionales.
Rodríguez se atuvo a las afirmaciones de La Habana, sosteniendo que su gobierno posee pruebas de que los aviones cayeron sobre territorio cubano y que, por lo tanto, el derribo fue un acto legítimo de defensa propia.
El informe de la OACI debería ser justo y apolítico", dijo Rodríguez.
Los funcionarios de la OACI, apoyados en las restricciones que afectan a la circulación del informe, rehusaron comentar las acusaciones cubanas.
"Seguirá siendo restringido hasta que se reúna el Consejo de la OACI, el día 26", informó Hutton Archer, director de comunicaciones de la organización. El funcionario dijo que no podía confirmar ni negar las conclusiones, y por lo tanto tampoco podía comentar ninguna acusación contra las mismas. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/arl/ip/96