ARGENTINA: Una elección de alcalde con proyección nacional

Las comicios para elegir un jefe comunal en Buenos Aires, que se realizan este domingo, podrían dar pie a la recuperación de la Unión Civica Radical (UCR), uno de los partidos políticos tradicionales de Argentina que se viene deslizando por un tobogán desde 1987.

Asimismo, un acto comicial que sea una oportunidad para el radicalismo podría asestar un duro golpe al Frente País Solidario (Frepaso), una agrupación centroizquierdista que nació en la capital argentina y creció hasta colocarse como segunda fuerza electoral en las presidenciales de 1995.

La UCR, el partido que presidió el ex mandatario Raúl Alfonsín (1983-1989), postula como candidato a intendente al senador Fernando de La Rúa, favorito en las encuestas para conducir los destinos de la ciudad por el voto popular, por primera vez en la historia de esta capital.

Hasta este sábado, el intendente de Buenos Aires era designado por el presidente de turno, es decir que tenía el mismo color político que el gobierno nacional. Esta vez, si gana De La Rúa, el distrito en el que viven 2.500.000 personas será gobernado por la oposición.

Las encuestas de opinión señalaban hoy que sólo un comportamiento muy inesperado del electorado podría variar el pronóstico.

Unas y otras consultoras indican que De La Rúa tendrá entre 38 y 43 por ciento de respaldos y el segundo, Norberto La Porta del Frepaso, entre 27 y 30.

Los candidatos opositores arrastran la mayor parte de los apoyos en la ciudad, aún en el cálculo mas conservador. Se trata de una característica del votante de Buenos Aires, que suele ser crítico, busca nuevas caras y alternativas a las tradicionales.

El postulante del oficialismo, el actual intendente Jorge Domínguez, tiene entre 15 y 18 por ciento de apoyos.

Si efectivamente gana De La Rúa, el senador habrá conseguido quebrar la tendencia declinante del radicalismo, que desde la crisis económica que signó al gobierno de Alfonsín con su secuela de hiperinflación, cayó de 30 a 17 por ciento en las elecciones sucesivas hasta 1995.

Alfonsín había ganado en 1983 con más de 50 por ciento de los votos.

De La Rúa, que hasta ahora estaba en la segunda línea de la dirigencia de su partido, podría quedar en carrera para las elecciones presidenciales de 1995, sobre todo si además de ganar consigue realizar una buena gestión de gobierno en una ciudad considerada "vidriera" del país.

Pero también si se confirman las expectativas de los expertos, la estrella que acompaña al Frepaso -que tuvo una serie ininterrumpida de triunfos en la capital desde 1993, habrá sido fugaz.

"Superaremos el estigma que golpea a las terceras fuerzas de Argentina y vamos a seguir creciendo", prometía hace poco más de un año el líder de ese partido Carlos "Chacho" Alvarez, diputado e integrante de la fórmula presidencial con José Bordón, que en enero abandonó el Frepaso y le asestó un primer gran golpe.

Hace un año, el Frente parecía ser el partido que había llegado para reemplazar al radicalismo en la oposición, pero en cambio si la tradicional UCR se recupera este domingo y el Frepaso no logra seducir a los votantes, su proyección vuelve a acotarse a la de una tercera fuerza, con arraigo en sectores medios urbanos.

En este sentido, los votantes del Frepaso consideran muy poco carismático a La Porta, un socialista desconocido por la mayoría. En cambio la candidata a estatuyente por el Frente, la senadora Graciela Fernández Meijide, arrasa en las encuestas.

Los votantes elegirn a 60 estatuyentes que deberán redactar en dos meses un estatuto para la ciudad, una suerte de carta constitucional para Buenos Aires.

Según las encuestas, Fernández va primera en las preferencias (y no el candidato radical) por una diferencia que para algunos es de siete puntos y para otros llega hasta 16. Este fenómeno es el que podría determinar una sorpresa el domingo.

Si en el cuarto oscuro los votantes se toman el trabajo de cortar la papeleta y votar al radical De La Rúa para jefe de la comuna y no a su estatuyente, y luego toman la papeleta del Frepaso y votan sólo a Fernández, se comportarán como lo adelantan en las encuestas.

Pero algunos expertos temen que, a último momento, un bonito día de domingo, el apuro por votar y salir a pasear o algún otro factor irrelevante, altere el resultado en un momento en el que los votantes en general manifiestan poco entusiasmo por la política. Para saberlo habrá que esperar al domingo. (FIN/IPS/mv/dg/ip/96

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