El gobierno tailandés sobrevivió a una moción opositora de censura durante el fín de semana, pero el descontento público y las divisiones dentro de la coalición muestran que el país está al borde de la inestabilidad política.
El publicitado y acre debate parlamentario sobre la denunciada corrupción entre miembros del gabinete dejaron al primer ministro Banharn Silpa-Archa contra las cuerdas. El jefe del gobierno fué vapuleado por los medios porque cortó abruptamente la discusión sobre la censura cuando estaba por ser blanco de críticas.
Analistas políticos dijeron que la negativa reacción pública al debate y el fracaso de los socios de la coalición de apoyar al gobierno cuando fué sometido a un voto de desconfianza que involucró al viceministro del Interior, obligará a Barharn a recomponer el gabinete si bien, de todas maneras, la coalición se encamina hacia un período turbulento.
"Estamos frente a un período de inestabilidad (política)", dijo el analista Graham Catterwell, quien predijo que la oposición, que sintió el sabor a sangre, tratará de poner a prueba nuevamente la precaria unidad de la coalición en otra moción de censura.
"La proxima vez será un disparo mortal", afirmó.
Programas televisados y títulos de diarios continuaron hablando el domingo último y este lunes de la moción de censura, con los dos principales periódicos escritos en tailandés e inglés particularmente críticos sobre la decisión del primer ministro de cortar el debate parlamentario.
Diez ministros de la administración, que ya tiene nueve meses, afrontan denuncias que van desde abuso de poder y corrupción hasta plagio, pero solo siete afrontaron las andanadas porque el primer ministro, haciendo uso de su mayoría parlamentaria, puso fín abruptamente al debate el viernes por la noche.
Esto motivó que el líder opositor, el ex primer ministro Chuan Leepkai, abandonara tempestuosamente la legislatura junto con sus huestes, en protesta cuando la moción de desconfianza contra Banharn fué puesta a votación el sábado.
El primer ministro afrontó denuncias de haber plagiado su tesis de derecho y ser academicamente impreparado para conducir el país.
El diario "Thai Rath", con una circulación de un millón de copias, tituló "Desgracia", apuntando que Banharn ha usado su mayoría parlamentaria para suprimir las críticas públicas en su contra. Fué un acto "vergonzoso" por parte del gobierno, dijo.
El diario en inglés "Nation" apuntó que Banharn había mostrado algunas tendencias antidemocráticas alarmantes. "La forma en que orquestó un cierre prematuro de la moción de censura, no obstante el malestar de la oposición, constituye un caso en sí mismo…".
Hasta el inicio de los años '90, Tailandia estuvo gobernada principalmente por dictaduras militares que siguieron a la abolición de la monarquía absoluta en 1932.
Sin embargo, la actual democracia parlamentaria no dió un respiro al pueblo tailandés, porque los funcionarios electos han hecho poco para mitigar los problemas socio-económicos del país, a pesar de la notable evolución de la economía que creció a un ritmo del ocho por ciento anual.
El abismo entre pobres y ricos ha seguido aumentando, haciendo a los menesterosos cada vez más intolerantes a las repetidas acusaciones de corrupción elevadas contra los ministros.
Incluso el socio minoritario de la coalición, el partido Palang Dharma (PDP) ha tomado distancia de los ministros denunciados y se abstuvo de votar cuando el viceministro del Interior, Suchart Tacharoen, afrontó una moción de censura.
El PDP dijo que no podía dar su apoyo al PDP, porque el viceministro del Interior no fué capaz de responder adecuadamente a las acusaciones de la oposición sobre su complicidad en una masiva concesión ilícita de tierras, además de un escandaloso préstamo bancario en el que está comprometido su familia.
Suchart, un miembro del Partido Chart Thai de Banharn, sobrevivió a la votación pero los analistas creen que figurará entre aquellos que perderán el puesto en la anunciada restructuración del gabinete.
Más de una vez, el PDP amenazó con retirar su apoyo a la coalición a menos que el primer ministro tome las medidas necesarias para limpiar la imagen del gobierno mediante la remoción de los ministros cuya credibilidad resulta dudosa.
No obstante, la decisión de abstenerse de votar fué la más fuerte señal de una división en ciernes dentro de la coalición. Los miembros del Chart Thai están pidiendo ahora al primer ministro que expulse de un puntapie al PDP para evitar futuras verguenzas.
Sin embargo, mientras el gobierno conservaría su mayoría sin los 23 diputados del PDP, ese paso solo serviría para incentivar las aspiraciones del líder del partido, Thaksin Shinawatra, quien tiene ambiciones de ser primer ministro.
Algunos analistas dijeron que Banharn preferirá mantener bajo su ala a Thaksin, mientras el otro llegaría a la ruptura si cree que están en juego elecciones anticipadas, de lo contrario seguirá tratando de obtener ventajas políticas dentro de la coalición.
Entretanto, la oposición ha prometido seguir mordiendo los talones del gobierno. "No nos dejaremos desalentar por el resultado de la moción de censura", expresó Chuan. (FIN/IPS/tra- en/rc/cpg/ego/ip).
= 05131357 DAP007