Al concluir hoy una visita de dos días a Portugal, la activista francesa Danielle Mitterrand sostuvo la necesidad de una visión global sobre los derechos humanos y criticó con dureza situaciones que se viven en varios países del mundo.
En esta óptica "es necesario asociar el discurso de los zapatistas mexicanos a los kurdos de Turquía e Iraq, el de los tibetanos mártires en China con la marcha pacífica de los amerindios de Rigoberta Manchu o con el masacrado pueblo de Timor Oriental", opinó.
Al invadir y anexar Timor Oriental hace dos décadas, "Indonesia cometio un puro acto de terrorismo de Estado", dijo Mitterrand, presidenta de la fundacion de derechos humanos "France Libertés".
Timor Oriental, ex colonia portuguesa del archipiélago de Java, fue invadida por el ejército de Jakarta en diciembre de 1975, una semana después de la declaración de independencia, y anexada un año más tarde como la 27 provincia de Indonesia.
La acción militar, que aún continúa con la ocupación del territorio por 22.000 soldados indonesios, dejó un saldo de 210.000 muertos en una poblacion de 650.000 habitantes, según los dos últimos informes anuales de la organización humanitaria independiente Amnistía Internacional.
Poco antes de embarcar de regreso a París este viernes, la activista francesa de 71 anos dijo que no domina al detalle la situación actual de Timor Oiental, pero hará de la causa de su pueblo "una de las futuras prioridades" de su actividad.
La viuda del ex presidente francés François Mitterrand recibió el jueves el premio anual de derechos humanos del Centro Norte- Sur del Consejo de Europa, con sede en Lisboa, que le fue entregado en sesión solemne en el parlamento luso por el presidente de la República, Jorge Sampaio.
Lisboa fue la ultima escala de un periplo de diez dias de Mitterrand, que incluyóvisitas a Brasil, México y Cuba.
Al recibir el premio el jueves, lo dedicó a todos los que luchan por los derechos humanos, refiriéndose en especial a "los zapatistas mexicanos, a los amerindios y a los excluídos del mundo entero".
Se mostró especialmente impresionada con su visita al norte de Brasil, donde un propietario de un latifundio en su mayor parte no cultivado "haga masacrar a una o varias familias por que éstas siembran sin autorización algunos metros para alimentarse".
Respecto de Cuba, dijo que "Fidel (Castro) tiene las manos atadas por los saboteadores y el embargo norteamericano, razón por la cual no puede abrir su política a las libertades de expresión y democráticas".
Si se comprende este punto de vista, "se debe tomar partido por el pueblo cubano y convencer a Estados Unidos que está cometiendo un crimen contra este pequeño país, que supo solo, tanto cuanto le era posible, resistir al imperialismo del dólar", enfatizó.
El analista portugués Joao Galamba de Oliveira se manifestó este viernes hoy "conmovido por el discurso de una mujer que en lugar de una cómoda vida en el palacio (presidencial francés) del Eliseo o de una lujosa jubilación, prefirió dedicar su vida, en cuerpo y alma, a una causa noble: libertad y derechos humanos, donde sea que estos sean amenazados".
Pese a que siempre apoyó la carrera de su marido, la reputada activista hizo su propio camino político, dedicándose por entero en las últimas dos décadas a la defensa de los derechos humanos, actitud que creó algunos incidentes con el gobierno francés durante el mandato de Mitterrand, especialmente a partir de 1986, cuando ella fundo "France Libertés".
"Estoy harta de ser un accesorio del presidente", expresó en la oportunidad Danielle Mitterrand, asumiendo una independencia crítica respecto del hombre con quien compartió su vida personal desde 1944.
Sus denuncias públicas respecto de la violación de los derechos humanos por regímenes de la órbita de influencia francesa crearon un profundo malestar en círculos cercanos al presidente, quien se vio obligado a recordar que "ella es ella y yo soy yo".
Sus frecuentes visitas a Cuba y su amistad personal con Fidel Castro tampoco fueron bien vistas por la diplomacia francesa, que utilizando el recurso de hacer pasar versiones de "fuentes bien informadas" no identificadas, hizo trascender su malestar.
Su respuesta pública fue fulminante. En lo referente a derechos humanos, aclaró, "no tengo ningun motivo para ceder a las razones de Estado". (FIN/IPS/mdq/ff/hd/96).
