Pequeñas naciones del Tercer Mundo no estan representadas en el organismo más poderoso de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, por una simple razón: carecen del dinero necesario para pagar los gastos del ingreso.
Un diplomático de un pequeño estado caribeño hizo esa observación durante una sesión en que los miembros de la ONU debatieron el modo de ampliar el Consejo, para que haya una mayor representación.
"Seamos honestos. Los países más grandes pueden permitirse tener asientos en el Consejo de Seguridad, pero los estados pequeños fueron mantenidos a distancia porque son demasiado pobres y no pueden pagar para estar en el organismo", declaró a IPS el embajador Edward Laing, de Belice.
Belice, una ex colonia británica con una población de 200.000 personas, se ha lanzado en medio de un malhumorado debate sobre la reforma y restructuración del Consejo de Seguridad, actualmente en marcha en la ONU.
Con un grupo de trabajo de 185 miembros en un punto muerto sobre la cuestión de expandir el Consejo, Belice ha tomado la causa de los países más pobres y ha propuesto un nuevo concepto consistente en "asientos compartidos".
Desde el momento que demasiados países están dando la caza a los pocos escaños disponibles en un Consejo más amplio, Belice pretende que algunas de las naciones los compartan.
Laing dijo que vecinos regionales y miembros con intereses comunes deberían poder compartir asientos, tanto permanentes como temporales, en el Consejo de Seguridad, que es el organismo ejecutivo de la ONU.
"La moción de las bancas compartidas permite lo que ninguna otra propuesta ha logrado. Provee la participación de más del 50 por ciento de los miembros de la ONU que jamás, o casi nunca, ocuparon bancas, no por egoísmo de las naciones mayores sino porque son demasiado pobres para mantener la presencia de delegaciones, aunque sea modestas", explicó.
Los estados más pequeños cuentan con un promedio de dos o tres diplomáticos en las misiones de la ONU en Nueva York. Sin embargo, cada nación que actúa en el Consejo de Seguridad debe disponer de al menos el doble de esa cantidad, explicó Laing.
De todas maneras, la mayoría de los estados pequeños no pueden pagar los gastos ocasionados por esas misiones de la ONU relativamente grandes en una de las ciudades más caras del mundo. Compartir asientos tambien significaría dividir los gastos en favor de un país que representa intereses colectivos.
De los 185 estados miembros, alrededor de 77 jamás han estado ni siquiera un solo período en el Consejo de Seguridad: 15 de Africa, 28 de Asia, 14 de América Latina y el Caribe, seis de Europa Occidental y dos que no pertenecen a ninguno de los grupos en las Naciones Unidas.
Los 15 miembros del Consejo de Seguridad, creado en el contexto de la Guerra Fría hace 50 años, cuenta con cinco miembros permanentes con derecho a veto y 10 rotativos no permanentes. Los cinco grandes en el Consejo son Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia.
Tras dos años de sesiones a puertas cerradas, el grupo de trabajo fracasó en llegar a un acuerdo sobre la manera que ese organismo políticamente importante de la ONU debería ser ampliado y restructurado. No obstante, el grupo elevará sus recomendaciones a la próxima Asamblea General prevista para septiembre.
La necesidad de una restructuración ha sido impulsada por el hecho que el actual Consejo está fuertemente inclinado en favor de las naciones industriales, mientras la gran mayoría de los miembros de la ONU son naciones en desarrollo.
Paradójicamente, ninguno de los contendientes por los nuevos asientos en un Consejo más amplio son estados pequeños.
Al menos nueve países se están batiendo para lograr asientos permanentes: Japón y Alemania, como potencias industriales, India e Indonesia en representación de Asia, Nigeria, Sudáfrica y Egipto, por Africa, Brasil y Argentina por América Latina y el Caribe.
Con el grupo de trabajo en un punto muerto, Laing afirmó que es necesaria una acción "visionaria y audaz". "Si los conceptos existentes no funcionan más, debemos apelar a otros nuevos", dijo.
Señaló que la coparticipación de asientos ha estado funcionando eficazmente en agencias como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Además, dijo Laing, una proporción muy sustancial de maniobras de paz fueron llevadas a cabo en los últimos años por agencias regionales o convenios. "La solidaridad en temas de seguridad que ha distinguido a esas acciones es el motivo de nuestra propuesta".
Incluso el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, ha enfatizado repetidamente que la paz y seguridad deben ser vistas cada vez más como iniciativas compartidas entre la organización global y agencias regionales, apunto Laing.
"Por lo tanto, es justo y racional facilitar la participación de pequeñas naciones en el Consejo", dijo.
Laing afirmó que mientras las naciones pequeñas han estado "subrepresentadas" en el Consejo, durante los últimos 15 años se han visto profundamente involucradas en muchas cuestiones de crucial importancia tratadas por el Consejo.
Citó como ejemplos a las Maldivas, Comoros y Grenada, amenazadas por insurrecciones y mercenarios, el Pacífico y el Caribe acosados por pruebas nucleares y transporte de residuos radiactivos, y Centroamérica sumergida en conflictos regionales.
"La ubicación de muchos países pequeños y mal representados tambien está incluída en vitales áreas estratégicas del mundo", apuntó Laing. (FIN/IPS/tra-en/td/pz/ego/ip).
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