Europa será prioritaria en la política exterior del nuevo gobierno de Italia, anunció hoy el primer ministro Romano Prodi al presentar su programa ante el Senado.
El líder de la coalición de centroizquierda El Olivo planteó la necesidad de una Europa más unida, con una politica exterior y de defensa común y una mayor integración en el sector de la justicia.
"Sólo así Europa será más creíble, más estable y más democrática. Una Europa política, además, tendrá más eficacia en sus relaciones con Estados Unidos", manifestó Prodi durante su intervención, de una hora de duración.
El jefe del gobierno se declaró favorable al mantenimiento de la presencia militar estadounidense en el continente y señaló que Italia es "una gran nación de la cual Europa y Occidente no pueden prescindir".
Roma dará particular atención a Rusia "en el marco de la Unión Europea (UE)" y a la cuenca del Mediterráneo.
Prodi calificó de "instrumento esencial para la paz" a la Organización de las Naciones Unidas, pero señaló la necesidad de una "reforma verdadera" de su funcionamiento y estructura.
En Europa deben prevalecer los valores de la integración sobre los del nacionalismo, dijo, recordando "los trágicos acontecimientos en la ex Yugoslavia y en otras partes del mundo".
Aseguró que su gobierno alcanzará sus objetivos económicos antes que se concrete la Unión Monetaria Europea (UME), en enero de 1999, para lo cual apuntará sobre todo a sanear las finanzas del Estado.
El déficit fiscal italiano representó el año pasado 7,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), para 1996 se prevé que llegará al 6,3 por ciento y a 5,2 en 1997.
Para formar parte de la UME los estados miembros deben reducir su déficit público a tres por ciento del PIB.
En materia de política interna, Prodi sostuvo que la "unidad de Italia se encuentra fuera de discusión", aunque aclaró que "la forma del Estado deberá ser modificada".
El movimiento federalista de la Liga Norte, que obtuvo una fuerte votación en las elecciones parlamentarias del 21 de abril en la región septentrional de Italia, aspira a lograr la independencia de la zona de la Padania.
El nuevo gobierno se compromete a promover "un federalismo fiscal cooperativo, que considera la base fundamental de toda reforma tributaria" y a transferir funciones administrativas del Estado a las regiones, dijo.
Prodi invitó a la coalición opositora de centroderecha a la realización conjunta de reformas constitucionales.
"Se deberá llegar a una reforma de la Constitución en breve tiempo", en aras de un "real federalismo cooperativo y una forma de gobierno que respete el delicado equilibrio que debe existir entre gobierno y parlamento, entre mayoría y oposición", destacó.
Anunció que el Ejecutivo pedirá al Parlamento facultades especiales para proceder a una amplia descentralización administrativa para transferir mayores poderes a los gobiernos locales.
La lucha contra la desocupación, que afecta a 2,6 millones de personas, 10,6 por ciento de la población activa del país, es otra de las prioridades del nuevo Ejecutivo.
El desempleo afecta sobre todo al sur del país, donde llega al doble que en el norte y en el centro.
Prodi reconoció el papel de Refundación Comunista (RC) en la victoria de la coalición de centroizquierda, de la cual no forma parte, pero advirtió que El Olivo "cumplirá al pie de la letra su programa de gobierno".
Los neocomunistas anunciaron que darán su voto de confianza al nuevo gobierno, el primero de centroizquierda en la historia de Italia, el jueves en el Senado y el viernes en la Cámara de Diputados.
Los parlamentarios de RC son esenciales a la coalición triunfante en los comicios de abril, que carece de mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. (FIN/IPS/jp/np/96).