El sector privado asistirá la construcción de viviendas en India, a través de un Plan de Acción Nacional abierto a inversores locales y extranjeros elaborado por el gobierno, incapaz de hacer frente a la demanda en las grandes ciudades.
El plan, pensado para la próxima "Cumbre de la Ciudad" de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a desarrollarse en junio en Estambul, abrirá el sector del crecimiento urbano regulado a fondos privados para asegurar vivienda, servicios y un ambiente sano a millones de indios.
El gobierno aseguró que se ocupará de los intereses de los pobres urbanos que no pueden solventar un refugio, y la gente sin hogar no será abandonada a merced del mercado de bienes raíces, según el Plan de Acción.
Formulado en la perspectiva de una economía cambiante, el documento es optimista en cuanto a que "las reformas económicas llevarán a intervenciones más orientadas al mercado", y sostuvo que el sector privado es el "nuevo actor".
Las inversiones necesarias se estiman en 18.000 millones de dólares para los próximos cinco años, para construir nuevas viviendas para las crecientes poblaciones urbanas, y en 10.000 millones para satisfacer la demanda de agua potable.
El año pasado se registró una carencia de 8,5 millones de viviendas en las ciudades indias, y se estima que la cifra aumentará otro millón en 1997.
El año próximo habrá unos 4,5 millones de nuevos núcleos familiares, la mayoría de los cuales deberán compartir la vivienda y en muchos casos la habitación.
En 1991, había en India 1,9 millones de viviendas con más de un matrimonio viviendo en un cuarto. El número de tales familias aumentó a 2,4 millones el año pasado.
Las condiciones de vida en las ciudades de India están lejos de la meta de "vivienda adecuada y accesible para todos". Millones de pobres urbanos viven en refugios precarios y a lo largo de las vías férreas, cocinando y durmiendo al aire libre, en medio de la suciedad.
Esta realidad nada se asemeja al objetivo de la ONU de asegurar que todas las personas del planeta dispongan de "adecuado espacio de vivienda con condiciones para el desarrollo, y acceso apropiado a servicios sociales, incluyendo energía, combustible, agua potable, desecho de basura y servicios de salud e instalaciones para la recreación".
Además, la gente debería ser capaz de comprar la vivienda con sus propios ahorros, más un "prestamo devuelto mediante el flujo normal de los ingresos al hogar".
Vinay Lall, de la Sociedad para Estudios de Desarrollo, con sede en Nueva Delhi, admite que se trata de un desafío formidable, en especial ante los resultados de un estudio realizado en 18 ciudades indias para Hábitat II, a celebrarse entre el 3 y el 14 de junio.
El Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos está recopilando datos sobre 46 índices de vivienda y servicios urbanos, para determinar la calidad de la vida ciudadana.
Los ingresos urbanos en India presentan diferencias abismales, lo cual sitúa a las viviendas privadas fuera del alcance de la mayoría de la población. Como resultado, los inquilinos destinan a la renta entre 20 y 40 por ciento de sus ingresos mesuales.
Es por este motivo que los residentes de las grandes ciudades indias viven en refugios precarios y marginales. Más de 500.000 personas duermen sobre el pavimento en Mumbai (nuevo nombre de Bombay) y Calcuta. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/lp/dv/96)