Seis años después del Plan Collor, miles de ahorristas brasileños continúan esperando por el dinero de la corrección monetaria.
En marzo de 1990, apenas investido como Presidente, Fernando Collor de Melo lanzó un plan económico que, entre otras medidas, congeló depósitos de ahorro.
Para garantizar los derechos de sus asociados, el Instituto Brasileño de Defensa de los Consumidores (IDEC) inició hace algún tiempo acciones civiles públicas ante 33 bancos y contra el Banco Central.
De acuerdo a la edición de abril de la revista Consumidor S.A., de IDEC, el problema actualmente radica en saber quién se quedó con ese dinero y quién obtuvo los rendimientos consecuentes: el Banco Central o los bancos en que fueron hechos los depósitos.
El Tribunal Superior de Justicia, con sede en Brasilia, señaló en septiembre de 1994 que las cobranzas se deben efectuar ante el Banco Central.
Dicho tribunal consideró que, con el bloqueo de las cuentas, el dinero habría quedado a disposición del Banco Central y que fue éste quien se quedó con los rendimientos de la corrección impaga.
El Banco Central, por su parte, ha dicho que el dinero quedó en los bancos depositarios a quienes incumbe el pago a los ahorristas de marzo de 1990.
De acuerdo a la misma fuente, las instancias judiciales han considerado correcto en general el planteamiento de IDEC acerca de que el responsable por el pago de las pérdidas es el banco en el cual el depositante abrió su cuenta de ahorros.
Tres recientes decisiones del Primer Tribunal de Alzada Civil del Estado de Sao Paulo, favorables a los ahorristas, reconocen la justeza de la argumentación de IDEC, señala Consumidor S.A.
Sin embargo, tales logros no son decisivos aún, dado que el Tribunal Superior de Justicia es la instancia máxima en este caso. (FIN/Consumers International-IPS/96)