COMERCIO: Empresarios de Japón pretenden sanciones contra China

Empresarios de Japón siguen de cerca la disputa comercial entre China y Estados Unidos, en el interés de presionar a Tokio para que asuma una posición más dura con Beijing en el intercambio bilateral.

El empresariado japonés es consciente de que su gobierno continuará demostrando la mayor paciencia en su vínculo con China, y que esta actitud mantuvo las relaciones bilaterales en un ambiente mucho más cálido que el creado entre Beijing y Washington.

Pero los empresarios afirman que, tarde o temprano, también Japón deberá definirse.

"Es tiempo de que China actúe con más responsabilidad en el comercio internacional", dijo Fumio Shinozuka, director de la Asociación Textil de Japón, la industria más golpeada por las importaciones de tejidos baratos desde China.

La vestimenta de tejidos chinos se vende a un precio al menos 30 por ciento menor en el mercado japonés que los mismos productos nacionales.

Autoridades de la industria señalan que Japon está, igual que Estados Unidos, en el extremo menos favorable de un desequilibrio comercial con China.

Aunque la industria textil es la que más se ha quejado de las importaciones chinas, los analistas sostienen que al igual que los empresarios estadounidenses, los japoneses no están satisfechos con la piratería de derechos de propiedad intelectual e industrial de China.

La actual disputa entre China y Estados Unidos se origina en que Washington sostiene que Beijing no ha detenido la piratería de programas de computación, con un costo para los fabricantes estadounidenses de unos 2.300 millones de dólares anuales.

"Los empresarios japoneses del sector de computación también sufren la piratería china, pero no saben cómo actuar, debido a que Tokio pretende evitar a cualquier costo una guerra con China", explicó Yasuo Onishi, experto en China del Instituto de Economías en Desarrollo de Tokio.

Según la Organización de Comercio Externo de Japón (JETRO), el déficit comercial japonés alcanzó en 1995 un nivel sin precedentes de 13.990 millones de dólares. Ningún otro país goza una relación comercial tan superior con Japón.

Las importaciones de China en 1995 aumentaron 30,3 por ciento en relación al año anterior, para situarse en 35.920 millones de dólares, mientras las exportaciones al país crecieron 17,4 por ciento, a 21.930 millones de dólares, según estimaciones de JETRO.

La organización pronostica que el comercio chinojaponés continuará aumentando en 1996, para situarse en unos 70.000 millones de dólares, con las exportaciones de Japón aumentando moderadamente y las importaciones de China creciendo aún más.

Casi 80 por ciento de las importaciones de China son bienes manufacturados, en general textiles y maquinaria.

Shinozuka teme que la imposición de parte de Estados Unidos de sanciones que afecten las exportaciones de textiles chinos tengan como resultado que Beijing fije precios aún más bajos para la vestimenta que venda a Japón, creando mayores dificultades para la industria japonesa.

"No pedimos al gobierno que trate a China como lo hace Estados Unidos, pero es absolutamente importante que Japón obligue a Beijing a aceptar la reducción de sus exportaciones de textiles a este país", sostuvo el empresario japonés.

Estadísticas del Ministerio de Comercio e Industria (MITI) confirman que la industria textil japonesa está contra las cuerdas. La producción doméstica cayó 38 por ciento en 1995.

Al tanto de la situación en Japón, Beijing anunció que ajustaría los controles de sus exportaciones. No obstante, el MITI sostiene que está considerando seriamente la reducción de exportaciones de toallas chinas, lo cual, según el ministerio, ha dañado a casi 800 productores japoneses. (FIN/IPS/tra- en/sk/cpg/lp/if ip/96)

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