CHINA-TAIWAN: Lee propuso diálogo, pero Beijing calla

El silencio fue la única respuesta de Beijing a la iniciativa del reelecto presidente de Taiwan, Lee Teng Hui, quien ofreció hoy viajar a China continental en misión de paz. Pero este silencio, según los analistas, dice mucho.

Los observadores afirman que el liderazgo chino no parece apaciguado por Lee, quien, coronado de olivo, propuso en su discurso de reasunción de la presidencia visitar Beijing para abrir conversaciones de paz.

Lee dijo que sólo a través de un diálogo entre los dos países como el que reclamó se aflojarán las tensiones. Pero "Beijing reclamará más 'actos de sinceridad' de renunciamiento a la independencia", dijo el analista chino en Hong Kong Willy Wo-Lap Lam, del diario South China Morning Post.

Lee se convirtió este lunes en el primer presidente de Taiwan ungido por una elección directa, que se celebró en marzo. El líder, a cargo del gobierno desde 1988, obtuvo una mayoría absoluta a pesar de los ejercicios militares con misiles ordenados por Beijing para intimidar al electorado.

Aunque Lee rechaza la independencia de Taiwan y respalda la reunificación de China, Beijing teme que el presidente apoye en secreto la formalización del corte de vínculos entre la isla y el continente, y, por eso amenaza con librar una guerra en caso de una declaración en tal sentido.

En el discurso que pronunció ante 50.000 taiwaneses que lo vitoreaban, Lee dijo que estaba "listo" y deseaba "reunirse y cambiar opiniones directamente con los líderes de China comunista para abrir una nueva era de diálogo y cooperación".

"En el futuro, quisiera realizar un viaje de paz a China continental. Quisiera llevar conmigo el consenso y la voluntad de 21,3 millones de personas", dijo Lee.

Una reunión como la propuesta sería la primera desde 1949, cuando los comunistas del continente derrotaron a los nacionalistas liderados por el general Chiang Kai Shek y expulsaron a sus rivales hacia Taiwan, isla a la que Beijing continúa considerando una provincia renegada.

Pero en 1993 se celebraron conversaciones semioficiales sobre comercio y conexiones de transporte entre altos funcionarios, si bien los contactos fueron suspendidos el año pasado, cuando China comenzó sus ejercicios militares para intimidar a Taiwan.

El gobierno de China considera que el gesto de Lee tendría significado sólo si pone fin a su política de "diplomacia flexible", dijeron fuentes de Beijing.

Esta estrategia de Taipei consiste en cortejar a países que mantienen relaciones con China con el fin de establecer relaciones no oficiales y obtener un escaño en las Naciones Unidas.

Antes, Taiwan no trataba de forma abierta con países que mantuvieran relaciones diplomáticas formales con su vecino continental.

Pero Lee no manifestó intención alguna de abandonar la "diplomacia flexible" y sostuvo que persistirá en sus esfuerzos en procura de reconocimiento mundial.

"Continuaremos promoviendo una diplomacia pragmática de acuerdo con principios de buena voluntad y reciprocidad. Así, aseguraremos a nuestro pueblo espacio suficiente para la existencia y el desarrollo, así como el respeto que merecen en la arena internacional", dijo el mandatario.

Beijing considera que al discurso de Lee le faltaron gestos específicos y sustantivos de conciliación.

"El gobierno de China esperaba propuestas específicas de Lee, pues desconfía del presidente de Taiwan y teme que continúe intentando la división", dijo un ex editor de periódicos especializado en asuntos internacionales que pidió anonimato.

China esperaba anuncios de medidas que tendieran al transporte y las comunicaciones directas entre la isla y el continente que, actualmente, se canalizan a través de Hong Kong.

Lee también anunció que continuará su campaña por obtener un lugar en la ONU. Beijing realiza gestiones diplomáticas para evitar que países en desarrollo sean seducidos por promesas de ayuda de Taipei con miras a la reunión de la Asamblea General en septiembre.

El presidente de China, Jiang Zemin, realiza una gira por Africa para prevenir la presión de Taiwan en ese sentido.

A comienzos de año, Senegal, un país clave del continente africano, anunció que rompería los vínculos diplomáticos establecidos con Beijing hace 30 años y formalizaría relaciones con Taipei.

Pero sólo diez jefes de estado de los 31 países que reconocen al país insular asistieron a la ceremonia de asunción de la presidencia. Otros 16 gobiernos, entre ellos el de Estados Unidos, enviaron representantes no oficiales.

Analistas en Taiwan pronostican que Lee anunciará en los próximos meses iniciativas legislativas para establecer lazos directos con China.

"Taiwan no desea estar en oposición al continente. Quiere abrir las puertas de la negociación. Pero Beijing no ha mostrado voluntad en tal sentido", dijo Charng Kao, de la Institución de Investigaciones Económicas Chung Hua de Taipei, que rastrea inversiones del país insular en el China.

El mercado de valores de Taiwan cayó después del discurso de Lee, lo cual reflejó el desaliento ante la seguridad de que Beijing no emitiría señales positivas en respuesta.

Cientos de empresas de Taiwan han invertido unos 20.000 millones de dólares en el continente, aunque se produjo un descenso desde el comienzo de los juegos de guerra ordenados por Beijing el año pasado.

"El discurso no alentará a los inversores taiwaneses en China. Taiwan seguirá abierta a China y, en el futuro, será más importante. Pero aún no sabemos si cambiará la política de Beijing hacia Taipei", dijo Charng a IPS. (FIN/IPS/tra-en/ys- rc/cpg/mj/ip/96)

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