CEI-RUSIA: La cumbre transcurrirá bajo la sombra de la elección

Cuando los 12 presidentes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) se reúnan este fin de semana, su discusión se verá influenciada y, a su vez, influenciará en la campaña hacia las elecciones presidenciales en Rusia, que está llegando al clímax.

El nerviosismo provocado por las amenazas de candidatos que alimentan sentimientos nacionalistas al proponer la restauración de la antigua Unión Soviética colocó la situación política en Rusia al frente de la agenda de la reunión.

La cumbre comenzará este viernes y se prevé que, a su fin, la integración entre las 12 repúblicas se verá fortalecida con la formulación de un plan de desarrollo de dos años para la CEI.

"La actual situación política en Rusia será lo primero en la agenda de la reunión", declaró Ivan Korotchenya, secretario ejecutivo de la CEI, quien explicó a los periodistas que la cumbre fue promovida por los presidentes de Kazajstán y Uzbekistán.

Los mandatarios de estas repúblicas centroasiáticas estaban alarmados por los discursos del candidato presidencial comunista de Rusia, Gennady Zyuganov, en cuanto a la posible restauración por la fuerza de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), disuelta en 1991.

En marzo, cuando la Duma de Rusia (parlamento), dominada por el Partido Comunista, votó que la URSS puede ser restaurada, se registró una ola de indignación en las naciones de la CEI, un bloque integrado por antiguas repúblicas soviéticas que se mantienen unidas bajo un pacto de cooperación funcional.

"Cualquier cambio en Rusia afectará, inevitablemente, a los países de la CEI", dijo Korotchenya. Se prevé que los presidentes del bloque aprueben en la cumbre una declaración política que exhortará a la continuidad de la reestructura democrática y las reformas de mercado en Rusia.

Esta declaración sería bienvenida por el presidente de Rusia, Boris Yeltsin, actualmente a la zaga de Zyuganov en las encuestas de intención de voto. Yeltsin es considerado el candidato de las reformas.

La estrategia de desarrollo de dos años para la CEI será discutida al mismo tiempo que propuestas para la ampliación de la unión aduanera que hoy reúne a Rusia, Belarrús, Kazajstán y Kirgisztán, así como para la resolución de los conflictos étnicos en los disputados territorios de Abjazia y Nagorno-Karabaj.

La cumbre procurará fortalecer el papel de los organismos ejecutivos de la CEI encargados de solucionar los conflictos étnicos, e incluso considerará la creación de una fuerza conjunta de mantenimiento de la paz.

Luego de la reunión, los presidentes de la CEI prevén reunirse con el secretario general de las Naciones Unidas, Boutros Boutros- Ghali, en su próxima visita a Moscú.

El proceso de integración de las antiguas repúblicas soviéticas tuvo un importante impulso con la creación, el 2 de abril, de un subbloque que nuclea a Rusia y Belarrús, luego de una "minicumbre" de la CEI que el 29 de marzo reunió a estos dos estados junto a Kazajstán y Kirgizstán.

Uno de los avances concretos de la reunión de marzo, que sentó las bases de "un espacio económico, cultural y de educación conjunto", fue la creación de una unión aduanera.

"Las cuatro partes de la unión discutirán en el marco de esta cumbre la posibilidad de ampliarla en forma gradual a otras antiguas repúblicas soviéticas, como Tajikistán, Uzbekistán y algún estado transcaucásico", dijo Korotchenya.

El secretario ejecutivo de la CEI negó cualquier posibilidad de establecer una unión monetaria en el futuro cercano, pues, acotó, Europa occidental trabajó por esa meta durante 35 años y aún está lejos de un éxito en ese sentido.

Un enfoque de integración gradualista define la acción de la CEI. Después de varias medidas ineficaces decididas desde su fundación en 1992, se ha aceptado que la integración de países con diferentes niveles de desarrollo económico y calidad de vida sólo puede lograrse aplicando distintas velocidades.

La intención, por ahora, es realizar una aproximación paso a paso hasta alcanzar un nivel común en las economías de los socios de la CEI, y unificar la legislación y la seguridad en proyectos contra el crimen.

La única voz discordante en cuanto al fortalecimiento del proceso de integración es la de Ucrania, que por ahora es un miembro asociado a la unión económica.

El presidente de Ucrania, Leonid Kichma, pintó un panorama pesimista en su discurso ante la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa. "Como organización de antiguas repúblicas soviéticas, la CEI es un aborto, y el mismo destino aguarda a cualquier otra unión de esos estados", dijo.

La delegación ucraniana apenas firmó la mitad de los documentos económicos suscriptos en la última cumbre del bloque. Sin embargo, Korotchenya dijo que confiaba en una cooperación más estrecha con Kíev y en su eventual asociación a la unión aduanera.

Algunos expertos, al menos, están de acuerdo con Kuchma en cuanto a que la CEI jamás será una unión viable. "La fuerza motriz de la integración es, evidentemente, Rusia, y el proceso será un ejercicio muy caro para ella", dijo a IPS Alexei Dievsky, jefe de analistas del diario Izvestia.

"Esta es una especie de 'Plan Marshall' para el espacio post- soviético, donde Rusia es considerada el donante. Por eso los líderes de la CEI respaldan a Yeltsin", agregó Dievsky.

Moscú debería gastar unos 20 billones de rublos para que Belarrús alcance el nivel económico de Rusia. Otros estados como Kazajstán aspiran a que sus productos terminados accedan al mercado ruso, mientras Kirgizstan, en cambio, desea obtener materia prima rusa barata.

Pero, ¿por qué Rusia, que sufre ella misma la depresión económica, se apresta a pagar ese precio? "Esto es, fundamentalmente, política, pues los acuerdos económicos son considerados frecuentemente como puro papel", dijo a IPS Sanobar Shermatova, analista político del semanario Moscow News.

"Las nuevas iniciativas de integración de Yeltsin neutralizan las exhortaciones comunistas a restaurar la URSS y, al mismo tiempo, muestran a Occidente una Rusia 'civilizada"', agregó Shermatova.

El experto manifestó que "la voz de Rusia como cabeza de una comunidad internacional será mejor escuchada en Occidente, y la CEI podría servir, incluso, como contrapeso para una OTAN en expansión". (FIN/IPS/tra-en/ss/fn/mj/ip/96)

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