BURKINA FASO: Una economía emergente con luces y sombras

Los negocios marchan bien en Empresas Noomde, en las afueras de la capital, donde Victorine Ouandaogo dirige una planta embotelladora de néctares y jugos de fruta.

"Este es un mercado en expansión", aseguró la ejecutiva, que señala orgullosamente centenares de envases desplegados en su pequeña oficina.

Mientras 10 operarios embotellan las fragantes mezclas en el tórrido clima del Sahel, Ouandaogo dijo que "apenas podemos abastecer la demanda local".

Ahora la ambición de la empresaria es exportar sus jugos de fruta a los vecinos de Burkina Faso (ex Alto Volta). Esa perspectiva es más que probable tras el amplio acuerdo firmado la semana pasada entre Burkina Faso, Benin, Costa de Marfil, Mali, Niger, Senegal y Togo sobre unificación económica y monetaria.

El objetivo final, según expertos en economía de la región, es crear un Mercado Común de Africa Occidental francófona.

Los trabajos ya han comenzado. Durante su encuentro en Ouagadougou el 10 de mayo, los líderes de los siete estados francófonos de Africa Occidental convinieron en comenzar a desmantelar tarifas internas y armonizar políticas fiscales.

Una reducción del 30 por ciento de los aranceles sobre el comercio interregional entrará en vigor en julio próximo. La completa liberación del comercio regional podría concretarse en tres años.

Empresarios emergentes, como Ouandaogo, son entusiastas partidarios del plan. "El comercio entre nuestros siete países debería ser absolutamente libre. En lugar de vender a Europa, tendríamos que hacerlo cada vez más con nuestros vecinos de Africa Occidental", expresó.

Sin embargo, no es solo la perspectiva de una futura libertad de comercio lo que enciende la imaginación y el celo empresario de los jóvenes ejecutivos de Burkina Faso. Despues de años de penurias y austeridad, este pequeño país puede comenzar a pensar en un futuro económico mejor.

Los cambios políticos han ayudado. Blaise Compaore, quien asumió el poder en 1987 por un golpe militar que terminó con el largo reinado del líder revolucionario Thomas Sankara, fué elegido presidente en 1991.

Rompiendo con el pasado socialista de la nación, Compaore puso en práctica rápidamente un programa de modernización económica basado en democracia social y libre mercado.

En su calidad de demócrata redimido, Compaore habla ahora apasionadamente de la importancia de alentar "buenos gobiernos" en Africa.

"Africa necesita ayuda, pero esa no es nuestra procupación principal", declaró a IPS en una entrevista. "Debemos concentrarnos en desarrollo y buen gobierno".

"Desde 1991, Burkina faso ha dado una profunda sacudida a sus estructuras políticas y económicas", admitió un diplomático de la Unión Europea (UE) en Ouagadougou. "La economía manejada por el estado ha dado lugar al libre mercado, y el monopartidismo ha sido reemplazado por una democracia pluralista".

Poco despues de su elección, Compaore firmó el primer programa de ajuste estructural para Burkina Faso con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Nuestra economía estaba enferma y necesitábamos ayuda", declaró el ministro de Economía de Burkina Faso, Zephirin Diabre.

El crecimiento económico estuvo en un modesto 2,2 por ciento, menos que el 3,3 anual de aumento poblacional. Los ingresos por recaudación de impuestos fueron bajos, pero el estado siguió eliminando subsidios de empresas públicas deficitarias. En 1991, habían acumulado una deuda total de 956 millones de dólares.

"Nos dimos cuenta que debíamos actuar con rapidez", dijo Diabre. "La tarea prioritaria fue alinear las finanzas públicas y realizar reformas económicas".

Burkina Faso introdujo el impuesto al valor agregado (IVA) en 1992, inició una campaña para eliminar el fraude en gran escala y cesó de reclutar empleados públicos, excepto en los sectores de salud y educación. La privatización de fábricas fué otra prioridad.

Cinco años despues, el panorama económico parece promisorio. Diabre dijo que el crecimiento económico se mantuvo en 4,5 por ciento en 1995, mientras la inflación bajó del 30 por ciento en 1994 al cuatro en 1995.

La devaluación del franco CFA en 1994, la divisa que Burkina Faso compartía con sus vecinos francófonos, y el subsiguiente aumento de la competitividad del país generó un aumento del 25 por ciento en las exportaciones.

"Burkina Faso ha logrado reformar su economía mientras consolidaba su democracia", apuntó un diplomático de la UE en Ouagadougou. "Esto casi no tiene paragón en Africa".

Sin embargo, no es suficiente. Economistas y expertos en desarrollo en Burkina Faso insisten que mientras las finanzas públicas tienen buen aspecto por primera vez en años, la mayoría de los 10 millones de habitantes del país siguen siendo pobres y analfabetos.

"La población no ha recibido los beneficios del ajuste económico", admitió Diabre. "Ahora queremos colocar el desarrollo social a la cabeza de nuestro programa económico de reformas".

Un segundo acuerdo de reformas económicas firmado con el FMI a comienzos del año es un signo que Campaore pretende mantener las finanzas públicas con la rienda corta. No obstante, los funcionarios gubernamentales insisten que los gastos deberán aumentar en los sectores sociales.

Esa tarea es enorme. Más del 85 por ciento de la población es analfabeta y solo el 28 por ciento de los niños entre siete y 11 años van a la escuela.

"Necesitamos que nuestros socios extranjeros nos ayuden", dijo Diabre. "Sin ayuda de la comunidad internacional no podremos alcanzar nuestros objetivos de desarrollo social". FIN/IPS/tra- en/si/oa/ego/if).

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