En la galería abierta en la mina número 6, en el distrito de Cam Pha, el aire tiene un sabor ácido y todo está cubierto por una fina capa de polvo negro. Incluso las calles y edificios de Quang Ninh estan manchadas por el hollín.
"Las condiciones siempre son duras aquí, no hay aire fresco", comentó Vinh Luu, un ex soldado que ha estado trabajando en la industria del carbón, al occidente de Vietnam, durante los últimos 20 años.
Luu se queja de dificultades respiratorias, ardor en los ojos y carraspera. Explica que es común entre aquellos que trabajan en las minas a 90 metros bajo el nivel del mar. "Todos tendrían que preocuparse por su salud, pero es el trabajo", dijo. "Además es mucho mejor que trabajar en los arrozales".
Lo que más importa a Luu es el dinero que gana extrayendo el "oro negro", como lo llaman los lugareños. En lo que se refiere a su persona, los riesgos físicos y en perjuicio del ambiente valen el millón de dong (100 dólares) que mensualmente puede llevar a su hogar, una fortuna para los niveles rurales vietnamitas.
Esa actitud es el reflejo de un aspecto más amplio. Las autoridades locales y nacionales consideran al carbón como la clave en el crecimiento sostenido de la economía reformada, y esa es la línea de fondo.
Para el año 2000, las autoridades quieren ver duplicada la producción carbonífera a 10 millones de toneladas para alimentar electricidad, cemento y otras industrias domésticas, así como tambien exportar al exterior.
La principal preocupación de Hanoi acerca del aumento de la producción carbonífera es si el daño causado al ambiente puede afectar a una de sus fuentes claves de ingresos en moneda extranjera, el turismo.
"El conflicto de intereses que estamos comenzando a ver está entre el carbón y el turismo", apuntó un funcionario en Hanoi, familiarizado con el problema. "El carbón es esencial para la economía del país, pero el gobierno teme, justamente, que la minería pueda destruir áreas potenciales de turismo".
Además de ser la principal área productora de carbón del país, Quang Ninh tambien está cerca de una de las maravillas naturales de Vietnam, la bahía Ha Long, que atrajo a 495.000 turistas en 1995.
Con una miríada de 3.000 islas que emergen de las aguas color esmeralda del Golfo de Tonkin, la bahía fue declarada recientemente patrimonio de la humanidad por la Organización para la Cultura, las Ciencias y la Educación de las Naciones Unidas (UNESCO).
"La región de la bahía Ha Long no puede esperar atraer al turismo en la escala prevista a menos que se reduzcan considerablemente los niveles de polución en un futuro cercano", declaró un funcionario gubernamental.
No existen datos sobre los perjuicios al ambiente ocasionados por la industria carbonífera, como tampoco hay antecedentes sobre su impacto en la salud de la población local.
En Cam Pha, una de las tres áreas productoras de carbón de la provincia, las playas están cubiertas con altas dunas de residuos mineros y sobre la capital provincial se yergue una montaña de desperdicios arrojados desde la galería de una mina cercana.
El gobierno afirmó que son los mineros ilegales los que están causando la mayor parte de la destrucción del área boscosa, contaminando las playas y el mar.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) admitió que los mineros clandestinos podían ser los mayores depedradores del ambiente pero agregó en un reciente informe que "las minas de carbón, con o sin licencia, están contaminando el aire, el agua y los recursos terrestres en Quang Ninh… amenazando la existencia misma de algunas comunidades locales".
Hace dos semanas, Hanoi aceptó un proyecto del PNUD por 277 millones de dólares para ayudar al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Ambiente (MOSTE) a mantener una guardia sobre la actividad minera.
MOSTE recibió el encargo de diseñar un proyecto uniforme sobre niveles ambientales de operatividad en las galerías de las minas, y emplear inspectores para asegurar el cumplimiento de las normas.
Observadores en Hanoi dudan del resultado del proyecto. "La cuestión ambiental no puede ser resuelta solo a través de una aproximación regulatoria. Hay una extensa brecha entre lo que dice la ley y lo que ocurre sobre el terreno", observaron.
MOSTE solo cuenta con 10 inspectores, una cantidad inadecuada para la tarea a desarrollar. "Carece de fuerza para cualquier acción de salvaguardia. En el análisis final, hay que convencer a las companías mineras que es en su propio interés que deben adoptar medidas ecológicas", expresaron.
Ejecutivos de la Corporación Vietnamita del Carbón (VINACOAL), una organización estatal, señalaron que la minería ha transformado a Quang Minh, una de las provincias más pobres del país, en la cuarta en importancia por su riqueza.
"Las reformas económicas han provocado grandes cambios pero la tecnología no se ha modificado para nada", declaró un ejecutivo. De esa manera, mientras la paga es comparativamente alta para los mineros, los riesgos tambien son elevados.
En la mina Reunificación, en las afueras de la población de Cam Pha, los obreros trabajan a 100 metros bajo tierra y acarrean el carbón en vagonetas hasta obsoletas instalaciones en la superficie, construídas hace un siglo por los colonialistas franceses.
La mayoría de los mineros trabajan seis días por semana y producen alrededor de 300 kilos diarios de carbón.
El mayor riesgo sanitario para los mineros es la silicosis o "pulmón gris" como se la conoce localmente. Es una enfermedad crónica causada por la inhalación de polvo de carbón que lleva a problemas respiratorios y, eventualmente, a la muerte.
El doctor Bui Luc, director del Centro Médico de la compañía en Cam Pha, reconoció que los problemas respiratorios son comunes entre los trabajadores pero no la silicosis.
"En años anteriores, el número de casos fué muy alto pero ahora se ha reducido mucho", dijo. "Diría que solo un 10 por ciento de los mineros de Cam Pha lo padece".
Diez por ciento significa 3.000 personas, porque de los 140.000 habitantes de la provincia 30.000 son mineros. La industria, además, brinda empleo indirecto a muchos otros trabajadores.
Otro médico, que no se identificó, aseguró que el número real ascendía al doble. "Muchos no denuncian que están enfermos para no perder el trabajo", explicó.
"En Vietnam, la minería es considerada un trabajo muy duro y el gobierno es muy estricto acerca de las normas de salud y seguridad laboral", declaró un funcionario de la compañía. "Por eso la cantidad de accidentes es baja".
Segun un gerente de Reunificación, el ultimo accidente fatal ocurrió hace dos años cuando una descarga eléctrica mató a un minero. En 1985, un derrumbe en una galería mató a dos personas y un incidente similar causó la muerte de siete obreros en 1983. (FIN/IPS/tra-en/an/cpg/ego/en).
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