VENEZUELA: Maestros amenazan con radicalizar conflicto

Unos 3.000 de los casi 200.000 maestros en huelga en Venezuela marcharon hoy por calles de esta capital para rechazar ofertas de bonos que les hizo el gobierno, y dirigentes de sus siete sindicatos anunciaron radicalización del conflicto.

Los docentes, que durante cuatro semanas han dejado sin clases a unos cinco millones de alumnos de escuelas públicas, reclaman que una nueva convención de trabajo consagre sustanciales alzas salariales, así como pago de deudas.

El gobierno trata que ese conflicto, y la amenaza de huelga de otros 700.000 empleados públicos que hacen demandas similares, se resuelva antes de que se lancen, la próxima semana, severas medidas de ajuste macroeconómico que dispararán la inflación.

La convergencia de esos conflictos, con la inflación que en mayo y junio sería la mayor de la década, más un severo racionamiento de agua potable en Caracas y otras ciudades, puede detonar estallidos que el gobierno se esfuerza en impedir.

"Estamos en una situación de emergencia, y las finanzas públicas no son una goma de mascar que pueda extenderse ilimitadamente", dijo este miércoles el ministro de Planificación, el socialista Teodoro Petkoff, al proponer que la nueva contratación del magisterio se aplace para 1997.

Las demandas de los docentes "están justificadas, pero esta situación de alta inflación es diabólica y el gobierno no tiene dinero para satisfacer todas las demandas", insistió Petkoff en diálogo con corresponsales extranjeros.

El gobierno propuso a los maestros entregarles a lo largo del año el equivalente a ocho salarios mensuales, a modo de compensación única, en una virtual duplicación de los ingresos pero bajo la forma de bonos no imputables al salario.

"Es pan para hoy y hambre para mañana", coreaban los manifestantes este miércoles en Caracas, aludiendo a que los bonos no cuentan para calcular beneficios adicionales, especialmente la indemnización asociada al retiro.

Los docentes contrapropusieron durante la manifestación que les entreguen 10 salarios como bonos y conviertan el último, a fin de año, en un nuevo salario.

Un docente medio, con un sueldo de 170 dólares mensuales (la canasta alimentaria cuesta 213 dólares) pasaría a ganar 340 dólares en enero de 1997, abstracción hecha de que la próxima semana se anunciará una nueva devaluación del bolívar.

Tras la manifestación, dirigentes de los sindicatos de maestros intentaron entregar al presidente Rafael Caldera su pliego de peticiones, pero el mandatario respondió que sólo los recibirá cuando depongan el conflicto y se reanuden las clases.

Al término de la jornada trascendió que el gobierno prepara un decreto que ordena el reintegro a clases, una medida que según sea ejecutada podría diluír o radicalizar el conflicto. (FIN/IPS/hm/ag/ip-cr/96)

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