PARAGUAY: Enérgica condena internacional a sublevación militar

La sublevación militar en Paraguay, que continuaba en la noche hoy, recibió la enérgica condena de Estados Unidos y los socios del Mercado Común del Sur (Mercosur).

El presidente de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy, ordenó el pase a retiro del hombre fuerte del ejército, el polémico general Lino Oviedo, responsabilizándolo por eventuales derramamientos de sangre, un peligro que continuaba latente en la noche de este lunes.

Oviedo se negó a aceptar la orden del presidente, que según la Constitución paraguaya es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, y permanecía encerrado en su cuartel general, ubicado en las afueras de Asunción, manteniendo contacto sólo con sus comandos y operadores políticos.

En un mensaje dirigido al país en la noche de este lunes que puso término a una jornada de incertidumbre, Wasmosy dijo que había citado al militar rebelde para comunicarle su pase a retiro y darle instrucciones sobre la ceremonia de relevo en la jefatura del ejército.

"Oviedo se negó a acatar mi orden", dijo el mandatario.

"Ante este grave comportamiento debo comunicar a la ciudadanía que mi gobierno no tolerará ninguna fisura ni debilitamiento del orden constitucional y democrático", añadió.

Wasmosy declaró a continuación que "el general Oviedo debe deponer su actitud de inmediato y asumir la plenitud de sus responsabilidades por estos actos que agravian a la República y la comunidad internacional".

Estados Unidos tuvo una activa participación durante la crisis desencadenada al mediodía de este lunes, cuando Oviedo se negó a aceptar el pase a retiro ordenada por el mandatario paraguayo.

La primera confirmación en Asunción de la orden de pase a retiro, así como de la sublevación de Oviedo, procedió de la embajada de Estados Unidos en Paraguay. El portavoz de la misión diplomática norteamericana, Mark Jacobs, leyó a las radioemisoras locales un comunicado del Departamento de Estado.

"El gobierno de Estados Unidos ve con preocupación esta amenaza contra la democracia en Paraguay", dice el comunicado, que reclama la dimisión de Oviedo y el inmediato restablecimiento del control civil sobre todas las unidades del ejército.

"Cualquier otra acción sería totalmente inaceptable y se encontrará con la respuesta adecuada de la comunidad internacional", advirtió.

La inusual dureza de la declaración de Washington fue interpretada en medios políticos de la capital paraguaya como un intento de disuadir a Oviedo de que depusiera de inmediato su actitud golpista.

El embajador de Estados Unidos en Paraguay, Robert Service, quien se retiró a altas horas de la noche de la residencia presidencial, contigua a la embajada de su país, intentó entrevistarse con Oviedo, pero no fue recibido por el militar sublevado.

El embajador de Brasil en Asunción, Marcio de Oliveira, aseguró que el Mercosur, bloque que Paraguay integra junto a Argentina, Brasil y Uruguay, constituye "un capital político de cuatro países que no puede ser dilapidado" por ninguno de sus miembros.

La ruptura del orden democrático en cualquiera de sus países miembros será enérgicamente rechazada por los otros tres, aseguró el representante diplomático brasileño.

Los presidentes Bill Clinton, de Estados Unidos, Carlos Menem, de Argentina, y Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, se comunicaron telefónicamente con el mandatario paraguayo para brindarle su decidido respaldo ante la crisis política abierta en su país por la sublevación del jefe del ejército.

En su mensaje de este lunes, Wasmosy advirtió a Oviedo que "las consecuencias de sus actos serán de su exclusiva responsabilidad y de quienes de una u otra forma lo acompañan en tan insensata aventura".

El mandatario se dirigió también a los oficiales generales para solicitarles que "evalúen con serenidad la delicada situación creada por quien ha decidido alzarse contra la autoridad del comandante en jefe y las instituciones democráticas y repúblicanas que están funcionando con absoluta normalidad"'.

Wasmosy dijo que "esta rebeldía es extremadamente grave y compromete muy seriamente" la carrera militar de Oviedo y advirtió que también "comprometerá la carrera de cualquier otro (militar) que se sume a su postura".

Finalmente manifestó que había ordenado a todas las unidades militares que continúen respetando el orden jerárquico, ya que no tiene ninguna intención de abdicar de sus atribuciones constitucionales que lo invisten como comandante jefe de las Fuerzas Armadas.

Los partidarios de Oviedo abandonaron en la noche del lunes el "Linódromo", el escenario para desfiles militares construído por el polémico general donde se habían concentrado, en tanto unas mil personas continuaban vitorendo a Wasmosy frente a la residencia presidencial.

Asunción se encontraba silenciosa, pero los habitantes de la capital paraguaya se aprestaban a pasar la noche en vela ante la posibilidad de que Oviedo aprovechara la madrugada para concretar su sueño de sentarse, aunque sea por la fuerza, en el sillón de los López. (FIN/IPS/ct/ag/ip/96)

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