Yasser Arafat y su Autoridad Nacional Palestina enfrentan a un pueblo furioso y desilusionado, después de semanas de medidas enérgicas dirigidas a expulsar a los terroristas musulmanes que asedian a la población de Israel con atentados suicidas.
La ira parece haberse instalado entre los palestinos insatisfechos con un proceso de paz que, en la percepción de muchos, sólo trajo desempleo, sufrimiento, incursiones de las fuerzas de seguridad de Israel, confiscación de tierras y expansión de los asentamientos de judíos extemistas.
Ahora, después de semanas de arrestos masivos efectuados por las propias autoridades palestinas y denuncias de torturas, la furia de la población de Cisjordania y Gaza apunta hacia una nueva dirección: Arafat.
"La crisis es realmente seria", dijo el investigador de asuntos políticos Hisham Ahmed, estudioso del fenómeno del grupo radical Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y su influencia en la sociedad palestina.
"Arafat está en problemas, pero no creo que esta crisis haya sido causada por él. Desafortunadamente, por una serie de razones, la Autoridad Nacional Palestina no pudo cubrir las expectativas del público", explicó Ahmed.
En una manifestación a las puertas de una prisión de Ramallah convocada, según los estudiantes que la organizaron, en apoyo a la democracia, Arafat fue por primera vez insultado con airados gritos que lo tildaban de "colaborador" de Israel, un epíteto sin precedentes y casi impensable antes en boca de palestinos.
Eso ocurrió el martes. En respuesta, Arafat interrumpió ese mismo día la primera jornada de la sesión de dos días del parlamento palestino para hablar con 32 representantes estudiantiles de la mayoría de las universidades de Cisjordania.
El presidente se comprometió entonces a ajustar las riendas de la policía palestina y a apostar guardias en los centros de estudio con la finalidad de prevenir disturbios. Más tarde, viajó a la ciudad de Nablus, al norte de Cisjordania, en un intento de frenar el descontento.
En Nablus ocurrió el primer choque abierto ente estudiantes y fuerzas de seguridad en la región, la semana pasada. La policía palestina efectuó disparos y arrojó gas lacrimógeno en el campus de una universidad donde arrestaron a supuestos integrantes de Hamas. Varios estudiantes resultaron heridos.
Los problemas se originaron con una serie de atentados suicidas con explosivos que comenzó a fines del mes pasado. La situación obligó a las fuerzas de seguridad de Israel y Palestina a salir a la caza de extremistas musulmanes.
Israel respondió a los ataques con un fuerte bloqueo en los puestos de entrada y de salida de Cisjordania y Gaza que impidió el tránsito de mercaderías, personas y medicinas desde y hacia territorio israelí.
Arafat, sometido a fuertes presiones de Israel y Estados Unidos, ordenó una fuerte persecución contra los militantes islámicos y proscribió a sus organizaciones. La policía palestina arrestó a varios centenares de personas.
Como parte de su política de endurecimiento, fuerzas de seguridad de Israel incursionaron en la Universidad Bir Zeit, en Cisjordania, acorralaron a unos 300 palestinos de Gaza que estudiaban allí "ilegalmente" y arrestaron a algunos, tras lo cual deportaron al resto a sus lugares de origen.
Todos estos episodios representan problemas al naciente autogobierno palestino que encabeza Arafat, según los analistas. "La brecha entre la sociedad civil y los líderes se está abriendo tremendamente. La Autoridad Nacional Palestina perdió credibilidad", opinó Ahmed.
Varios intelectuales palestinos, entre ellos el renombrado escritor Edward Said, alertaron sobre la eventualidad de que las autoridades nacionales pierdan la confianza de la gente.
Esta semana, Hamas, para capitalizar la desilusión de los palestinos, prometió mas bombas en ómnibus israelíes y ataques destinados a la propia Autoridad Nacional. Por primera vez, sus amenazas se dirigieron al gobierno autónomo
Hace pocos meses, cuando las expectativas de los palestinos en su naciente autogobierno estaban en su apogeo, Hamas no habría podido haber proferido este tipo de amenazas, advirtió Ahmed.
"Hamas está preparando el escenario para un conflicto palestino interno. Creo que este es el momento en que la sociedad palestina atraviesa los obstáculos más peligrosos", sostuvo. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/mj/ip/96)
