NICARAGUA: Crisis de pagos a BCIE cede lugar a negociación

El gobierno nicaragüense y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) suspendieron la "guerra diplomatica" que libraban desde hace meses y, con la ayuda del BID, buscan una salida negociada al problema de cese de pagos de este país.

La batalla de declaraciones públicas comenzó a principios de este año, cuando Nicaragua comunicó que no podía mantener el servicio de su deuda con el BCIE, estimado en unos 85 millones de dolares anuales.

En respuesta, el banco regional decidió el congelamiento de préstamos a esta nacion por un monto superior a 100 millones de dolares, con lo cual resultaron afectados proyectos y programas públicos relativos a la caficultura, la industria textil y el sector energético.

"Hasta que Nicaragua cancele o negocie la mora, los programas de financiamiento al sector público están suspendidos", advirtió a comienzos de este mes el vicepresidente del BCIE, Ramiro Lau Guerrero.

Las autoridades nicaraguenses, por su parte, aseguran que su posición responde a imperativos de la realidad.

"No es un asunto de mala voluntad de Nicaragua, sino de incapacidad. No podemos pagar ni 75 pot ciento de ese servicio", afirmó a IPS el director de Deuda Externa del Ministerio de Cooperacion Externa, Werner Ahlers.

"El BCIE debe aceptar que hay un nivel de sacrificio que tiene que asumir", dijo Ahlers. Según sus cálculos, Nicaragua no puede pagar más allá de 10 millones de dolares anuales al BCIE.

Desde 1990 hasta 1992, Nicaragua priorizó el pago del servicio de la deuda externa con el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y el Fondo Monetario Internacional FMI, haciendo uso de las donaciones en divisas liquidas, con el fin de asegurarse líneas de credito de esas agencias multilaterales.

Con ese propósito, el gobierno desembolsó nueve millones de dólares en 1990, 74,4 millones en 1991 y 105 millones en 1992.

A cambio, obtuvo en concepto de donación y préstamos 484,4 millones de dólares en 1990, 1.158,7 millones en 1991 y 632 milloes en 1992.

La relación ingresos-egresos se volvió negativa para Nicaragua en 1993, cuando comenzó sus pagos al BCIE, dado que simultáneamente, se debilitó la corriente de flujos externos en divisas liquidas.

En 1993, el pago del servicio de la deuda externa subió a 199 millones de dólares, mientras los fondos de cooperación recibidos del exterior se redujeron a 459,4 millones, de los cuales sólo 126,4 millones fueron transferidos en divisas liquidas.

El país, por ende, tuvo que destinar 72,6 millones de dólares de sus propios recursos para nivelar la balanza de pagos.

Un año después se repitió el caso. El pago de la deuda aumentó a 252,3 millones de dólares, de los cuales cerca de 85 millones fueron para el BCIE, y la ayuda recibida en divisas líquidas sumó 223,5 millones.

Nuevamente se debió recurrir a fondos propios para cubrir el déficit, que esa vez fue de 28,8 millones de dólares, y en 1995 empeoró la situación.

"El Gobierno de Nicaragua tuvo que disminuir en 62,6 millones de dólares las reservas internacionales netas del Banco Central y destinar 77,7 millones del sector privado al pago efectivo del servicio de la deuda", se consignó en un documento oficial al que tuvo acceso IPS.

"En el periodo 1995-1997, la programación de la cooperación externa en divisas liquidas refleja un total de 432,9 millones", frente a los 760,3 millones a que asciende "el monto total del pago priorizado de la deuda", se agregó.

"Por lo tanto, el flujo neto negativo en divisas líquidas proveniente de la cooperación internacional asciende a 327,4 millones (de dólares) en el periodo 1995-1997", según el gobierno.

Por esa razón, las autoridades suspendieron los pagos al BCIE, que a fines de diciembre de 1995 era acreedor de vencimientos por 40 millones de dólares. Lau Guerrero puntualizó que la mora asciende actualmente a 60 millones de dólares.

La deuda de Nicaragua con el BCIE suma entre 550 y 600 millones de dolares. Nicaragua solicitó la condonación de 67 por ciento del total, el mismo porcentaje de reducción que logró el último año ante el Club de París, de gobiernos acreedores.

Pero el BCIE rechazó la propuesta, argumentando que su reglamento interno le impide aceptarla.

Para superar la crisis, las autoridades del BID promovieron encuentros de acercamiento entre ambas partes, durante la asamblea anual que esa agencia multilateral celebró en Buenos Aires.

Las dos partes convinieron realizar una reunión de negociación "al más alto nivel" a mediados de mayo, en la cual intervendra como mediador el ex ministro de Economía español Carlos Solchaga.

Ahlers anunció que Nicaragua reelaborará su propuesta para la reestructuración de la deuda contraída ante el BCIE.

"Para Nicaragua, la presencia de Solchaga es un elemento positivo", pues "más que nadie", el ex ministro español "comprende que este no es un problema de capricho, sino de imposibilidad real de pago", dijo Ahlers a IPS.

Solchaga, como asesor del BID, ayudó a finales de 1994 a las autoridades nicaragüenses de Cooperación Externa a formular la estrategia de renegociacion de la deuda externa del país. (FIN/IPS/rf/ff/if/96).

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe