MEXICO: Población crece a ritmo menor al previsto

Según el último censo mexicano de población, cuyos resultados se anunciaron oficialmente esta semana, el número de residentes en el país más habitado de habla hispana está creciendo a un ritmo cada vez menor y debajo de lo previsto por las autoridades.

El Instituto Nacional de Estadística reveló que, de acuerdo con el más reciente conteo, en noviembre pasado había en México 91,1 millones de personas, 10 millones más que en marzo de 1990, con una proporción de 103 mujeres cada 100 hombres.

La nueva cifra conocida de habitantes en territorio mexicano es inferior en 500.000 a la estimada para mediados de 1995 por el oficial Programa Nacional de Población 1995-2000, lo que según los expertos podría reflejar en parte incrementos en la emigración.

La crisis socioeconómica estallada en México en diciembre de 1994 -con más desempleo y la caída del peso, el salario real, el consumo y la producción- motivó un incremento del flujo migratorio hacia el exterior, sobre todo a Estados Unidos.

Alicia Rubio, de la Escuela Nacional de Antropología, dijo a IPS que la diferencia de medio millón de personas entre los cálculos proyectivos y el reciente conteo "es lógica y deriva de una combinación de factores".

Uno de ellos es el carácter aproximado de la base estadística proyectiva que sirvió de base al programa sexenal en la materia, explicó.

"Otro es la mayor migración legal e ilegal a Estados Unidos a través de la frontera común de 3.200 kilómetros, estimulada por la crisis pese al aumento del control, muy díficil de cuantificar por el carácter semiclandestino del fenómeno", añadió Rubio.

Y finalmente está el hecho, dijo, de que la tasa de natalidad mexicana sigue disminuyendo como resultado de un proceso que cobró fuerza hace ya dos décadas.

Félix Sarmiento, funcionario del Consejo Nacional de Población (Conapo), dijo a IPS que la mortalidad bajó de 26 a 4,6 por 1.000 entre 1930 y 1995 mientras la natalidad se mantuvo casi constante en ese lapso, con unos 46 nacimientos cada 1.000 habitantes.

Añadió que ello fue resultado de un descenso sostenido de la tasa de fecundidad, que durante los últimos 35 años bajó de siete a tres hijos por mujer.

El reciente censo prevé que la población de México llegará a 93 millones de habitantes a fines de 1993 y a unos 100 millones en el año 2000.

La tasa neta de crecimiento demográfico resulta de restar el número de defunciones del de nacimientos, agregándole o quitándole el valor del saldo migratorio (ingresos menos egresos), según éste sea positivo o negativo.

El plan oficial calculó provisoriamente unos 2,3 millones de nacimientos y cerca de 420.000 defunciones al año, así como un saldo migratorio negativo anual de aproximadamente 290.000 personas.

De ello resulta un crecimiento neto absoluto de más de 1,6 millones de personas, con una tasa anual aproximada de 1,8 por ciento, contra 2,3 por ciento en la década de los 80 y 3,2 por ciento en la de los años 70.

El reciente informe estadístico señala que el aumento mexicano de los últimos seis años equivale a la población que han acumulado a lo largo la historia países como Hungría, Portugal, Guatemala o Bolivia.

México duplicó sus habitantes los últimos 28 años, ubicándose en el undécimo lugar mundial, entre Nigeria, con 99,1 millones, y Alemania, con 81,2 millones.

Las cifras del conteo revelan además un intensificado proceso de concentración demográfica en las grandes ciudades.

Una cuarta parte de los habitantes reside en sólo tres zonas metropolitanas cuyos núcleos urbanos son las ciudades de México (capital del país o Distrito Federal, con 16 millones), Guadalajara (con 3,3 millones) y Monterrey (con 2,9 millones).

El índice de densidad de población se elevó de 41 habitantes por kilómetro cuadrado en 1990 a 46 en 1995, con grandes contrastes geográficos determinados por la mayor concentración urbana.

El porcentaje de habitantes que vive en localidades de más de 100.000 habitantes pasó de 23 a 44 y 46 por ciento entre los años 1970, 1990 y 1995, respectivamente.

Por otra parte, en 1970 sólo 11 por ciento residía en ciudades de más de 500.000 habitantes, cifra que para 1990 llegó a 22 por ciento y en 1995 fue de 25 por ciento.

Sin embargo, en el extremo opuesto, persiste la dispersión del 27 por ciento de las personas en localidades de menos de 2.500 habitantes, lo que revela un vacío en lo que se refiere a las localidades de población mediana o intermedia.

En cuanto a las viviendas el censo muestra que en noviembre de 1995 llegaron a 19,4 millones, unos tres millones más que en 1990, lo que implica un crecimiento anual de 3,3 por ciento, superior al demográfico. (FIN/IPS/emv/dg/pr/96)

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