El cese del fuego acordado el martes por la noche en el estado africano occidental de Liberia parece mantenerse, mientras noticias captadas aquí indican que Monrovia está en calma luego de cuatro días de intensos combates callejeros.
Tras la confirmacion del acuerdo, Krahn, una de las facciones beligerantes, liberó a 20 soldados africanos de la fuerza de paz ECOMOG, a los que había retenido como rehenes.
Alrededor de 36 ciudadanos libaneses y 300 liberianos siguen cautivos pero, segun los términos de la tregua, tambien serían liberados a la brevedad.
Entretanto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas advirtió el martes por la noche a las facciones beligerantes en Liberia que deben cesar definitivamente los enfrentamientos entre facciones rivales.
El consejo tambien previno que las fuerzas de la ONU podrían dejar el país si la lucha persiste. Por el momento, la situación sigue siendo confusa y Washington ha sugerido evacuar a los ciudadanos estadounidenses que se encuentran en el país.
"Este nuevo estallido de lucha facciosa, la intimidación y los abusos contra la población civil y operadores humanitarios, amenaza el proceso de paz y crea serias dudas acerca del compromiso contraído por las partes", expresó en Nueva York el presidente del consejo, Juan Somavia, de Chile.
A menos que los bandos liberianos mantengan el cese del fuego, roto por los combates de las últimas semanas, "arriesgan perder el apoyo de la comunidad internacional", agregó Somavia.
El Consejo de Seguridad indicó que podría reconsiderar el futuro de la misión de paz de la ONU de 93 miembros en Liberia, cuya permanencia expira en mayo.
Sin embargo, muy pocos diplomáticos en Abidjan creen que la admonición del consejo pueda tener algún efecto entre las facciones en pugna, que incluyen tambien al débil gobierno de transición liberiano.
El ejecutivo se volvió contra uno de los líderes rebeldes, Roseevelt Johnson, del Movimiento Unido de Liberación (ULIMO-J), quien respondió a la orden de arresto con la movilización de sus tropas y el ataque a Monrovia.
Durante los combates, más de 10.000 liberianos escaparon para ponerse a salvo en el complejo edilicio estadounidense Greystone, mientras otros miles abandonaron la capital. Ahmad Fawzi, vocero de la ONU, confirmó que dos intalaciones del organismo mundial fueron atacadas junto con varios puestos de la fuerza de paz.
Con el último cese del fuego liberiano firmado en agosto pasado en Abuja, sede del gobierno de Nigeria, hecho pedazos, varias partes internacionales están considerando la posibilidad de evacuar a civiles amenazados en Monrovia.
El presidente estadounidense Bill Clinton dijo que las tropas de su país estaban observando la situación para determinar la manera de entrar en acción en Liberia, fundada en 1822 y gobernada casi toda su existencia por esclavos liberados en EE.UU.
"Hemos seleccionado a algunos equipos del Departamento de Defensa que están en posición de entrar en acción si es necesario", anunció el portavoz de la Casa Blanca, Mike McCurry. "Estados Unidos protegerá a sus ciudadanos y los empleados de su embajada", añadió.
Glyn Davies, vocero del Departamento de Estado, declaró en Washington que hasta ahora Estados Unidos ha recibido cooperación para llevar helicópteros a Monrovia y explorar la situación. No obstante, las fuerzas estadounidenses no han decidido por el momento algún tipo de evacuación masiva.
Davies dijo que la lucha había menguado el martes y no se habian producido más enfrentamientos callejeros en Monrovia. "No obstante, sigue siendo una situación caótica y muy peligrosa".
"Los 110 estadounidenses que se encuentran en Monrovia tendrán oportunidad de marcharse en helicópteros si lo desean", dijo. Unos 320 ciudadanos de otros países que buscaron refugio en las instalaciones estadounidenses tambien podrían ser evacuados.
Fawzi dijo que alrededor de 230 operadores de la ONU podrían partir igualmente si la situación empeora.
La posibilidad de una evacuación masiva constituiría un nuevo golpe para Liberia, en un momento en que los líderes facciosos estaban progresando lentamente en el desarme de sus tropas. A menos que el cese del fuego tenga caracter definitivo, la promesa de elecciones en agosto para poner fín a seis años de guerra civil en el país resulta ahora muy incierta.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Boutros Boutros- Ghali anunció que despachará a Liberia al ex funcionario de la organización, James Jonah, para conversar con las partes en pugna. Jonah encabezó recientemente la comisión electoral en Sierra Leona.
Por el momento, muy pocos funcionarios de la ONU confían en la suerte de los acuerdos de paz firmados en Abuja, coincidieron en Abidjan diplomáticos occidentales. (FIN/IPS/tra- en/dm/kb/fah/yjc/ego/ip).
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