KENIA: La peligrosa idea de criticar al presidente

La desaparición de un parlamentario que había criticado abiertamente al presidente de Kenia, Daniel arap Moi, ha levantado la sospecha de que le haya sido aplicada la pena que se reserva a los críticos que se van de la lengua.

Ya en 1975, en el bosque de Ngong en las afueras de Nairobi, fue encontrado el cadáver de J.M. Kariuki, hombre rico y destacado político, que había criticado sin cesar al entonces presidente Jomo Kenyatta.

El pasado 28 de marzo, el parlamentario Kipruto arap Kirwa lanzó una frontal embestida contra Moi, llamándole antidemocrático.

El ataque llamó la atención, no sólo porque Kirwa es miembro de la gobernante Unión Nacional Africana de Kenia (KANU), sino porque además pertenece a la comunidad Kalenjin, una alianza de pequeños grupos étnicos que por lo general apoya a Moi.

El paradero del parlamentario sigue siendo ignorado, mientras su esposa Josephine declaró a la prensa que el hecho llena de ansiedad a la familia.

Informes no confirmados indican que Kirwa -galardonado en 1995 con el Premio Internacional Martin Luther King al liderazgo- podría haber sido arrestado.

El diario de mayor circulación en Kenia, The Nation, dijo este martes, citando como fuente a Kipkorir arap Menjo, estrecho colaborador del político desaparecido, que Kirwa habría sido aprehendido en Nakuru, unos 150 kilómetros al noroeste de Nairobi, por tres supuestos oficiales de la policía.

En una confrerencia de prensa celebrada en el parlamento el 28 de marzo, Kirwa acusó a Moi de "no acoger los puntos de vista disidentes ni acomodarse a ellos", agregando que "el Presidente no es un demócrata" y que "para él cualquier opinión diferente debe ser aplastada a cualquier precio".

Los observadores interpretaron el exabrupto de Kirwa como la más clara indicación de que la tan mentada unidad de la alianza Kalenjin no era más que una falacia.

Desde que accedió a la Presidencia en 1978, Moi se ha apoyado en la Kalenjin, una colección de 12 de los más pequeños grupos étnicos de Kenia, otorgando altos puestos a sus miembros.

El evidente aumento de la influencia de los Kalenjins desde 1978 ha causado mucha insatisfacción entre los mayores grupos étnicos del país, que señalan la desproporción de su implantación política en relación a su fuerza numérica, que no supera 12 por ciento de los 25 millones de kenianos.

No obstante, también existe insatisfacción entre la propia comunidad Kalenjin, donde algunos grupos entienden que los grupos tugen (al que pertenece Moi) y keiyo, han sido mucho más favorecidos que el resto. (FIN/IPS/tra-en/cw/kb/arl/ip/96)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe