HONG KONG: Sindicalistas esperan medidas represivas de China

China intentará desorganizar el movimiento obrero de Hong Kong cuando recupere esta colonia británica en julio del próximo año, según creen analistas y dirigentes sindicales.

Las organizaciones laborales de Hong Kong que pretendan mantener un curso independiente de Beijing "enfrentarán tiempos duros a partir de 1997", pronosticó Han Dongfang, un sindicalista chino.

Prisionero en China durante casi dos años después de la represión en 1989 del movimiento por la democracia, Han fue puesto en libertad para recibir tratamiento médico en Estados Unidos.

"Seré encarcelado otra vez después de 1997. Estoy preocupado, pero permaneceré en Hong Kong", dijo Han, a quien la policía de fronteras expulsó a la colonia británica cuando, a su regreso de Estados Unidos, intentaba entrar en China.

Quizá la mayor preocupación de las autoridades chinas resida en la eventual resistencia de los trabajadores a su poder. Ese temor determinó al gobierno central a absorber crecientes déficit para apoyar a debilitadas empresas estatales y evitar un masivo desempleo en el área continental.

Así mismo, la transición de la economía centralmente planificada al sistema de mercado coloca al borde del colapso en China a fábricas controladas por el Estado.

Los salarios han sido reducidos en las empresas estatales, muchos trabajadores perdieron beneficios sociales y otros fueron suspendidos transitoriamente, advirtieron comentaristas en Hong Kong.

Esas medidas provocaron la reacción de los afectados y el último año se registraron más de 12.000 movilizaciones laborales.

Algunos episodios tuvieron participación de una gran masa de trabajadores que intentaban defender los beneficios que el viejo sistema de economía centralizada les aseguraba desde el nacimiento hasta la muerte.

El gobierno, que controla los sindicatos, dispuso recursos de emergencia y beneficios sociales temporales para los desempleados, pero no logró acabar con la tensión laboral.

Los analistas opinan que Beijing reserva duras medidas contra el dividido pero altamente politizado movimiento sindical de Hong Kong, que aplicaría en cuanto Gran Bretaña le ceda esa colonia.

"El gobierno de China está sumamente nervioso" frente a la politización de los sindicatos de Hong Kong, "que tiene un alto potencial de rebelión", señaló Robin Munro, director en la colonia británica de la organización Human Rights Watch Asia.

Los expertos advierten que China no tolerará desafíos del movimiento obrero de la colonia, donde cuenta con una organización aliada, la Federación Sindical de Hong Kong.

Sólo un quinto de los 2,8 millones de trabajadores de Hong Kong están organizados, un bajo nivel en la comparación internacional, aunque el sindicalismo se ha fortalecido desde que la emergente economía de China comenzó a absorber inversiones extranjeras.

Las oportunidades de empleo en la colonia comenzaron a debilitarse cuando empresas locales optaron por instalar fábricas en China para aprovechar una mano de obra de bajo costo.

Ante la caída del mercado de trabajo y de su nivel de vida, los obreros industriales de Hong Kong se unen a los sindicatos. Desde 1984, la proporción de trabajadores sindicalizados en la colonia aumentó de 14 a 22 por ciento del total.

También podría ser factor de aumento de la afiliación a las organizaciones sindicales la posible alianza de Beijing con los empresarios de la colonia, un pacto destinado a evitar fuga de capitales después de 1997.

"Tendremos un régimen antidemocrático y favorable a las empresas, exactamente como ocurre bajo el dominio británico", afirmó Lee Cheuk Yan, presidente ejecutivo de la Confederación de Sindicatos de Hong Kong.

La prochina Federación Sindical y la Conferación de Sindicatos se disputan la hegemonía en el movimiento laboral de la colonia. La primera de ambas puede ser utilizada por Beijing para contener la eventual inquietud obrera.

Creada en los años 40 para promover el comunismo en la colonia, y famosa por las violentas demostraciones que realizó en los 60, la Federación se ha transformado en un exitoso grupo empresarial y tiene intereses en el mercado de bienes raíces, en supermercados y centros de vacaciones.

Cuenta con más de un tercio de los trabajadores sindicalizados de Hong Kong, especialmente de la administración civil, la construcción, el transporte y la industria manufacturera.

La presión sobre Beijing puede proceder de la Confederacion de Sindicatos, surgida como alternativa ante la Federación. Registra 120.000 afiliados, la mayoría del sector de servicios, como maestros y empleados de telecomunicaciones.

Pero Lee y los demás dirigentes de la Confederación encuentran resistencias en su propia organización. En efecto, cuadros medios y militantes temen que la línea de acción prodemocrática promovida por sus líderes moleste a Beijing.

Hay una tercera organización reconocida, el Consejo Sindical de Hong Kong y Kowloon, favorable a Taiwan y también creado en la década del 40. Pero sue influencia es sólo marginal.

Lee admitió que la Confederación "puede debilitarse después de 1997". Pero también insistió en que la organización "tiene ráices cada vez más profundas y resistirá" la eventual ofensiva del gobierno chino.

Mientras, la Federación podría convertirse en una poderosa arma en manos de Beijing contra los empresarios que no se adapten a las nuevas condiciones que surgirán al retirarse Gran Bretaña de su colonia, destacó Ming Chan, de la Universidad de Hong Kong.

"Los sindicatos permanecerán tranquilos si no hay problemas económicos, pero pueden ser utilizados por Beijing para presionar a los capitalistas rebeldes", dijo Chan. (FIN/IPS/tra- en/rc/cpg/ff/lb/96).

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe