El generalizado sobresalto que causó la crisis financiera de México indujo a la mayoría de los mercados emergentes a mejorar la información económica ofrecida a los inversionistas, destacó hoy una asociación internacional de bancos privados.
Según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), que representa a 205 entidades, entre bancos privados y firmas de inversión, todavía no está asegurada la transparencia de los mercados de capitales en el mundo en desarrollo.
"Información oportuna y de calidad", pidió Charles Dallara, director del IIF, que discute con autoridades nacionales y el Fondo Monetario Internacional (FMI) la determinación de nuevas reglas para los datos económicos y financieros que publican los gobiernos.
Dallara señaló al presentar el informe del IIF que el flujo de inversiones privadas a los mercados emergentes permanece en niveles históricos, y advirtió a todas las naciones que pretendan recibir esos recursos que "deben suministrar información".
El informe fue divulgado cuando la corriente de capitales privados a los 28 principales mercados emergentes del mundo parece recobrada de la depresión causada por la crisis de México.
Los financistas privados destinarán este año 200.000 millones de dólares a los mercados emergentes, de acuerdo con las previsiones del IIF.
Miles de millones de dólares destinados fundamentalmente a inversiones de corto plazo en acciones y títulos se replegaron a partir de diciembre de 1994, cuando el gobierno de México devaluó el peso.
El peso perdió la mitad de su valor en pocas semanas y los hechos obligaron al Tesoro de Estados Unidos y el FMI a organizar una operación de rescate sin precedentes de la economía mexicana por un monto de 51.000 millones de dólares.
Más tarde, el FMI y el gobierno estadounidense afirmaron que la crisis habría podido mitigarse e incluso evitarse si las autoridades mexicanas hubieran comunicado a los inversionistas más información y en plazo más breve sobre su gestión económica.
En septiembre, el IIF propuso una serie de reglas para la divulgación de datos sobre mercados emergentes.
Asñi mismo, el Grupo de los Siete países más ricos del mundo (G- 7), a los que pertenecen la mayoria del los miembros del IIF, exhortó en junio al FMI a "fijar normas para la oportuna publicación de datos económicos y financieros clave".
El G-7 también pidió al FMI la determinación de "procedimientos para la identificación pública regular de los países" que cumplan con aquellas pautas. Las dos recomendaciones tienen el propósito de crear "un sistema de alerta rápido" para evitar crisis como la mexicana.
A comienzos de este año, el FMI dió a conocer un borrador sobre las normas solicitadas. Esas propuestas serán abordadas seguramente por el FMI y el Banco Mundial en la reunión que las dos agencias mantendrán a a fines de este mes.
El IIF respaldó el borrador del FMI, aunque instó a "aumentar el rigor de las normas en algunas áreas, especialmente en lo relativo al flujo de capitales, y la deuda externa y su servicio" anual.
El informe identifica 19 categorías de información reclamada por los inversionistas y establece metas para la frecuencia y plazo del suministro de los datos.
Las categorías consignadas incluyen desde la inflación y el tipo de cambio, una información que no resulta de alta sensibilidad para la mayoría de los gobiernos, hasta el servicio de la deuda, el endeudamiento del sector público y la estructura de las obligaciones externas.
El informe también analiza el comportamiento de los 28 mayores mercados emergentes que, en conjunto, reúnen 90 por ciento de la inversión privada en el mundo en desarrollo.
Dallara admitió el carácter positivo de la tendencia verificada entre los 28 países respecto de la publicación de la información.
Por ejemplo, todos los integrantes del grupo considerado informan sobre sus reservas internacionales, un material que proporciona a los inversionistas alguna idea acerca de las defensas con que un país determinado puede contar en caso de crisis.
Unicamente 44 por ciento de las naciones analizadas comunicaban oportunamente esa misma información hace un año, y la cantidad aumentó a 61 por ciento desde entonces, de acuerdo con el IIF.
Según el IIF, entre los mercados de mejores antecedentes en materia de información figuran Argentina, Brasil, Chile, República Checa, Israel, México, Perú, Filipinas, Corea del Sur, Tailandia, Turquía y Venezuela.
Mientras, China, India, Indonesia, Kuwait, Marruecos, Arabia Saudita y Túnez divulgan sus datos económicos y financieros de modo incompleto y con demora.
Pese a su mala calificación en el informe del IIF, China recibe desde 1990 las mayores inversiones extranjeras entre todos los mercados emergentes. Sólo Arrabia Saudita ofrece a los inversionistas una información de peor calidad de la proporcionada por Beijing.
"Hay un creciente apetito" entre los inversores internacionales por los indicadores económicos de China", dijo Dallara. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ff/if/96).