El jefe del Servicio de Investigaciones (policía civil) de Chile, Nelson Mery, aseguró que "se esclarecerá la verdad" sobre la supuesta infiltración del narcotráfico en altas esferas públicas, tras declarar ante una comisión especial de la Cámara de Diputados.
Mery fue citado el jueves por la Comisión Drogas en la sede del Poder Legislativo en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, un día después de que compareciera ante ese mismo organismo el polémico ex subcomisario José Miguel Vallejo.
Ambas sesiones fueron reservadas, pero diputados de gobierno y oposición hicieron trascender que Mery desvirtuó las versiones entregadas por Vallejo, quien fue despedido a comienzos de este año de Investigaciones, donde encabezó la Brigada Antinarcóticos.
El director de la policía civil declinó comentar esas versiones limitándose a señalar que se sintió respaldado por el parlamento y que al final de su larga exposición fue aplaudido por los diputados.
El gobierno del presidente Eduardo Frei reiteró este miércoles su confianza en Mery, luego de que la Unión Demócrata Independiente (UDI), segundo partido de la oposición derechista, demandara que fuera removido del cargo.
La UDI respalda a Vallejo, quien afirma que fue despedido de la policía luego de entregar informes internos sobre consumo y tráfico de drogas en altas esferas políticas y oficiales, que sus superiores se niegan a hacer públicos o entregar a la Justicia.
El ministro del Interior, Carlos Figueroa, y la titular de Justicia, Soledad Alvear, pidieron que se hicieran públicos los informes de Vallejo a la Comisión Drogas y que se envíen los antecedentes a los tribunales.
Los ministros advirtieron que el ex subcomisario se expone a sanciones de presidio y multa, según un artículo de la Ley sobre Control de Drogas y Estupefacientes, que castiga a funcionarios públicos que omitieren denunciar delitos contemplados en ella.
El jueves trascendió que Vallejo no suministró a la comisión pruebas concretas en sus denuncias contra una autoridad supuestamente implicada en lavados de dinero y otra que habría ejercido tráfico de influencias en favor de un narcotraficante.
Se supo igualmente, en forma extraoficial, que Mery presentó a los parlamentarios un examen médico hecho en Investigaciones al ex subcomisario en el cual se estableció que padece de mitomanía.
La UDI acusa también al jefe de la policía civil de haber ocultado información sobre el origen del atentado en que un comando de extrema izquierda asesinó el 1 de abril de 1991 al senador y fundador de ese partido, Jaime Guzmán.
La fuente de esta segunda acusación contra Mery es el ex comisario Jorge Barraza, quien tuvo a su cargo la investigación del crimen cometido por una fracción del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, un grupo insurgente hoy prácticamente desaparecido.
El diputado de la IDI Iván Moreira pidió hace dos días que el gobierno ordenara al Cuerpo de Carabineros (policía militarizada) brindar protección especial a Barraza y Vallejo, lo cual fue rechazado por el ex jefe de la Brigada Antinarcóticos.
Esta es la segunda ocasión en que el tema del narcotráfico conmueve el ámbito legislativo, luego de que en enero de 1995 Francisco Javier Cuadra, ex ministro de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90), afirmara en una entrevista que existen parlamentarios consumidores de droga.
Cuadra fue procesado por injurias y calumnias y condenado por un juez a 541 días de presidio, pero la Corte Suprema lo absolvió porque en el momento de sus declaraciones aún no estaba vigente la ley que tipificó el consumo de drogas como un delito. (FIN/IPS/ggr/ag/ip/96)
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