/DERECHOS HUMANOS/ INFANCIA: La violencia cercena derechos de niños en Venezuela

La violencia en Venezuela mata más de un niño cada día, mantiene detenidos a 18.000 y en la frontera del delito a otros 200.000, mientras que a uno de cada dos pequeños se le irrespeta en su derecho a no ser maltratado.

El informe 1995 sobre la infancia en Venezuela, divulgado este miércoles por la organización no gubernamental que lo elaboró, el Centro Comunitario de Aprendizaje, recoge una tendencia de violación sostenida de los derechos del niño a salud, educación, protección y participación.

La situación "no es alentadora, y las cifras demuestran que los problemas se agravan con poca respuesta del sector público", dijo a IPS el sociólogo Oscar Misle, directivo del Centro.

Venezuela lleva dos décadas con caída del salario real y en los últimos tres años padeció recesión de su economía no petrolera, con alta inflación, aumento del desempleo y la pobreza y deterioro en los servicios públicos.

El gobierno lanzó esta semana un programa de severos ajustes, con devaluación de la moneda, quintuplicación de los precios de la gasolina, alza de las tasas de interés e incremento en el impuesto a las ventas, que subirán de inmediato los precios, aunque ayudarían a bajar la inflación a fin de año.

Misle dijo que, "con la crisis, aumenta la mortalidad y la morbilidad infantiles, colapsan los servicios públicos, y crece la criminalización de la pobreza, con sus secuelas de violencia callejera e intrafamiliar".

Según el informe, la tasa de mortalidad infantil es de 25 por 1.000 nacidos vivos (24 en 1994), el gasto en salud en los últimos 15 años decayó 43 por ciento, y enfermedades como el dengue hemorrágico, el paludismo y la encefalitis equina se trocaron en epidemias el año pasado.

Neumonía y diarreas mataron 2.500 menores de un año en 1995 (seis cada día) y Venezuela cumplió sólo parcialmente las 10 metas intermedias del último quinquenio en salud, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF.

El aumento en el costo de los alimentos, con una cesta básica cuyo valor durante muchos meses duplicó el del salario mínimo, contribuyó a ubicar en 12,4 por ciento la desnutrición en niños menores de dos años.

El nutricionista Gustavo Bolívar sostuvo que 30 por ciento de los niños venezolanos sufre desnutrición y 20 por ciento de los que están en edad preescolar padece desnutrición crónica.

En el área de protección, la violencia criminal marcada por unos 5.000 homicidios anuales en Veenzuela provocó la muerte de 312 muchachos con 17 años o menos, un promedio de 26 al mes.

"Pero ésos son datos tomados de la prensa, que con el auge del crimen no logra recoger en sus páginas de sucesos todas las muertes de adolescentes y niños", advirtió Misle, "por lo que el promedio debe ser mayor, cerca de 40 casos al mes".

Una especie de "alcabala de la vida" existe a la edad de 16 años para los pobres librados a la violencia criminal en ciudades como Caracas, según Misle, pues 85 por ciento de las muertes violentas se produce en el segmento 13-17 años.

Los niños y adolescentes infractores son cada vez más, aunque los datos recogidos por el Centro de fuentes policiales no son suficientemente actuales: hubo 615 homicidios provocados por menores de 18 años en 1992 y 779 en 1993.

Los menores de 18 años arrestados con armas fueron 189 en 1992 y 419 en 1993, en tanto el total de detenidos por infracciones a la ley fue de 13.990 en 1992 y 17.800 al año siguiente.

El organismo gubernamental para la infancia, el Instituto Nacional del Menor, atendía 67 por ciento de los menores infractores "pero por razones presupuestarias sólo alcanza a recibir 56 por ciento", según su presidenta, Nancy Montero.

En los centros donde se recluye a los menores "se les da una sola comida al día, se usa la tortura como medio de presión e interrogatorio, falta asistencia médica y se les trata de manera indiscriminada", dijo Misle.

Pero Montero observó a IPS que el conjunto de programas de protección, custodia y educación del Instituto a su cargo "atiende 350.000 menores y recibe sólo 41 millones de dólares (al cambio actual). Somos el programa social más barato".

La situación de violencia, destacó Misle, alcanza el contexto intrafamiliar "donde es una forma de comunicación", en tanto la búsqueda de sobrevivencia cierra otras formas de relación. En una encuesta a niños de cinco regiones, 46 por ciento dijo que su mayor problema es el maltrato.

"Eso se traduce en un problema de género, porque la violencia subraya el papel de esta sociedad como una formadora de varones, mediante castración de relaciones afectivas, en tanto se emocionaliza la formación de la mujer", dijo Misle.

Por ejemplo, con la actual huelga de docentes "se interrumpen las clases, y entonces a la niña le toca asumir una mayor carga de labores" en el hogar, mientras que el varón va más a la calle o "se estima que el varón necesita más alimento y se le entrega la mejor porción".

"También cuando se criminaliza la pobreza, se señala a los padres, pero las madres reciben mayor carga de culpa. Todo eso lleva a una incompatibilidad entre sexos que crea espirales de violencia", de las que es parte la criminalidad con niños como víctimas y victimarios, dijo Misle.

Caldo de cultivo directo son los 206.000 niños que realizan actividades marginales como mendicidad, robo, prostitución y tráfico de drogas, más un total de 1.077.000 que trabajan en el sector informal de la economía.

Entre los pobres, 80 por ciento de la población venezolana, 25 por ciento del ingreso familiar proviene del trabajo infantil.

El Estado venezolano, entretanto, tiene cinco años de mora con el deber de presentar a UNICEF un informe sobre la situación de la infancia en su país, requisito para que otros informes, como el presentado este miércoles, puedan ser considerados. (FIN/IPS/hm/dm/pr-hd/96)

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