Brasil despertó este jueves con la noticia de una nueva masacre de campesinos sin tierra, la mayor de las ultimas décadas: por lo menos 19 muertos y más de 30 heridos.
El hecho ocurrió en una carretera del municipio de Eldorado de Carajas, en el sur del estado de Pará, en la Amazonia oriental, y los heridos graves se encuentran internados en los hospitales de ciudades vecinas, como Curionopolis o Maraba.
El ministro de Justicia, Nelson Jobim, anunció que viajará al lugar de la masacre, mientras que el diputado Paulo Rocha, del opositor Partido de los Trabajadores (PT), pidió el envío de una misión parlamentaria para saber qué ocurrió exactamente y determinar responsabilidades.
Un coordinador del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) de Pará, Gustavo Filho, dijo en una entrevista radial que el número de muertos probablemente sea superior a los 19 admitidos por la policía.
Testigos aseguran que hubo niños y mujeres asesinados, pero sus cuerpos no se encuentran entre los 19 que fueron llevados al Instituto Médico Legal de Maraba, senaló el dirigente del MST.
Hay muertos con cabezas destrozadas, lo que indica que se usaron armas de grueso calibre, y otros con mutilaciones, añadió.
La policía habría disparado contra los 4.000 campesinos que habían ocupado una carretera local, reivindicando alimentos y transporte para una manifestación pacífica que pretendían realizar en Belem, capital del estado de Pará.
Los manifestantes ya habían aceptado la exigencia policial de suspender el bloqueo de la carretera, cuando fueron atacados, segun Gustavo Filho. Muchos fueron muertos dentro de casas o en el bosque, sin que hubieran resistido en lo más mínimo, aseguró.
La policía confiscó los equipos y las cintas de un equipo de la TV-Liberal, de Pará, que filmó parte de la operación. La periodista que estaba realizando el reportaje no pudo proseguir su trabajo, al quedar detenida durante el resto del ataque.
La Confederación Nacional de Trabajadores de la Agricultura (Contag) informó que los muertos ascendían a 20 y los heridos a 50.
Los "sin tierra", indicó la Contag, fueron atacados por 200 policías militares cuando marchaban hacia Belem, a 650 kilómetros, para participar en una manifestación por la reforma agraria.
Pará es uno de los estados brasileños con mayor violencia en las zonas rurales, lo que entre otras cosas, había llevado a Rocha a advertir al gobierno sobre la inminencia de la masacre
El diputado del PT responsabilizó al gobernador del estado de Pará, Almir Gabriel, del Partido de la Socialdemocracia -al que también pertenece el presidente Fernando Henrique Cardoso- por no haber adoptado medidas para evitarla.
Los campesinos, organizados por el Movimiento Sin Tierra, habían ocupado, hace un mes y medio, una hacienda en la región. El diario "O Estado de Sao Paulo" destacó la organización del campamento de tres mil personas, señalando que su sistema de defensa tenía puntos comunes con el "zapatismo" mexicano.
El reportaje indicaba que los campesinos poseían armas rústicas, algunas de fabricación propia.
La masacre de Eldorado de Carajas tuvo lugar ocho meses después de la ocurrida en Corumbiara, en el estado de Rondonia, en el noroeste de Brasil, otra región de gran violencia rural. (FIN/IPS/mo/dm/hd-ip/96)
