La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos organiza atentados en Colombia y tolera el narcotráfico en México, asegura el semanario español Cambio 16.
La revista publica en su edición fechada 15 de abril y que comenzó a circular este lunes, un amplio informe datado en Washington basado en las declaraciones de un agente de la Agencia Antidrogas de estados Unidos (DEA), cuya identidad mantiene en secreto bajo el seudónimo de "Juan".
Para avalar la seriedad de su fuente informativa, el semanario señala que "Juan" fue anunciando "con asombrosa exactitud cada uno de los episodios de ese drama (la "guerra sucia" de la DEA y la CIA con el narcotráfico) antes de que se produjeran".
Como ejemplo, cita la participación de 150 agentes de la CIA en la caza y captura de seis de los siete jefes del Cartel de Cali, de Colombia.
A fines de enero de 1995, "Juan" contactó con Cambio 16 para advertir que la CIA era la que organizó la fuga, el 11 de ese mes, del número tres del cártel de Cali, José Santacruz Londoño, y que lo tenía localizado.
"Juan" informó que lo sservicios secretos Estados Unidos prepararon la fuga a través de dos de sus infiltrados, que Londoño creía colaboradores suyos y a los que él pagaba, pero que mantenían informada a la agencia de su paradero.
A pesar de los detalles proporcionados, Cambio 16 no publicó la información por considerarla "asombrosa e inverificable".
Santacruz Londoño fue muerto a tiros el 6 de marzo en una emboscada de la policía en Medellín, luego que se habría defendido a balazos.
El comandante militar de la ciudad, general Alfredo Salgado, dijo que un informante reveló el paradero del narcotraficante, quien iba acompañado por once guardaespaldas.
Cambio 16 señala que Londoño recibió ocho disparos en el pecho y que ni uno de sus guardaespaldas fue capturado, ningún policía fue herido y no se encontró ningún rastro de una balacera.
Ahora, "Juan" anticipa que "uno de los señores Rodríguez Orejuela (hermanos narcotraficantes jefes de del Cartel de Cali) va a sufrir un atentado dentro de la prisión y uno de sus familiares será víctima de otro atentado en la calle".
El objetivo, añade, es atemorizar a los narcotraficantes hasta que ellos mismos pidan ser trasladados a Estados Unidos, para ser juzgados, a cambio de la seguridad para ellos y sus familias. En el pacto se incluiría la reducción de penas y la confiscación de bienes producto del narcotráfico.
Además, los narcotraficantes tendrán que revelar todos los pormenores de las redes de su negocio y del blanqueo de dinero que los hermanos Rodríguez Orejuela controlan en Estados Unidos.
Según "Juan" las cantidades en juego, miles de millones de dólares, son comparables al déficit público de Estados Unidos.
Por ello, prosigue, "se están ejerciendo presiones (al presidente de Colombia Ernesto) Samper, porque los capos de Cali tienen algo así como un servicio de guardaespaldas 24 horas diarias y es muy difícil amenazarles."
"Tal como se han planeado las operaciones, se les va a dar un buen susto dentro de su propia celda, pero para ello las autoridades colombianas tienen que bajar la guardia", indicó.
"Juan" afirma que las declaraciones del ex ministro de Defensa colombiano Fernando Botero, en las que acusa a Samper de haber financiado su campaña electoral de 1994 con dinero del narcotráfico "provienen directamente de Washington".
En enero, un emisario de la embajada estadounidense habló con Botero -explica Cambio 16- y le advirtió que a menos que colabore sería procesado en Estados Unidos, por lo que se convertirá en un extraditable, por causa de la cuenta bancaria que abrió en Nueva York con fondos del narcotráfico.
Botero habría llegado a un acuerdo con Estados Unidos, para no ser procesado allí y garantizándole protección para su familia, a cambio de que declare contra Samper.
"Juan" ignora las razones por las cuales la CIA movería esas acciones contra Samper, al no estar, según dice, en un escalafón tan alto dentro de la DEA como para responder a ese interrogante.
En cambio, sí parece conocer actividades de la DEA en México, país al que califica de "narcodemocracia".
Esa agencia, asegura, estaba perfectamente al corriente desde 1988 de los estrechos vínculos de los carteles mexicanos con altos dirigentes del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) más allegados al entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
Esos carteles, con nexos con el de Cali, controlaban la mayor parte de la cocaína enviada a Estados Unidos y la DEA también sabía que los principales funcionarios del gobierno mexicano apadrinaban su paso por México, añade Cambio 16 citando a "Juan".
Incluso conocían en detalle cómo se fraguaron los asesinatos del candidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994, y del secretario general de ese partido, José Francisco Ruiz Massieu, seis meses después.
Ambos crímenes se explican por la guerra entre carteles por el dominio del PRI.
En declaraciones grabadas en video, "Juan", que mantuvo oculto su rostro, asevera que "ahora, Washington certifica la total cooperación de Ernesto Zedillo (en la lucha contra el tráfico de drogas), cuando la DEA sabe que el narcotráfico desde México no hace más que aumentar, y volvemos a empezar". (FIN/IPS/td/dg/ip/96)