Los líderes de la gobernante Concertación por la Democracia en Chile iniciaron hoy urgentes gestiones para garantizar su unidad, amenazada por el polémico desenlace de las elecciones en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
El senador Anselmo Sule, presidente del comité coordinador de la coalición y líder del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD), convocó a los jefes de los cuatro partidos oficialistas para analizar la crisis entre democristianos y socialistas.
El Partido Demócrata Cristiano (PDC), el mayor del país, declaró en la noche de este viernes suspendidas sus relaciones con el Partido Socialista (PS), uno de sus tres aliados en la oficialista concertación de centroizquierda.
El conflicto se desató a raiz de la alianza que los sindicalistas del PS hicieron en la CUT con el opositor Partido Comunista (PC) para elegir como presidente de la mayor matriz sindical de Chile al socialista Roberto Alarcón.
El PDC reclamaba el liderazgo de la central, que cuenta con 500.000 afiliados, para su militante María Rozas, cuya lista obtuvo la primera mayoría relativa de consejeros en el congreso que la CUT realizó los días 13 y 14.
El eje PS-PC reunió este viernes los votos de 23 miembros del Consejo Nacional, sobre un total de 45, logrando así la mayoría para llevar a la presidencia a Alarcón y a la primera vicepresidencia al comunista Manuel Ahumada.
La elección del Comité Ejecutivo de la CUT fue seguida con expectativa, ante la posibilidad de que Rozas, del gremio del magisterio, se convirtiera en la primera mujer en América Latina y segunda en el mundo en presidir una confederación sindical.
Rozas, quien tenía el apoyo de 12 consejeros del PDC, tres del PRSD y uno del Movimiento Obrero Campesino (MOC), abandonó la votación, acusando a los socialistas de "armar una componenda" y actuar "sin transparencia".
"No hay capacidad de cumplir la palabra de hombre", agregó Rozas al explicar que el PDC no ocupará cargos en el Comité Ejecutivo, en una implícita referencia a prejuicios machistas que habrían influído en cerrarle el paso al liderazgo de la CUT.
"Ante la grave situación producida, el PDC entiende que con esta decisión el PS ha quebrado el marco de acuerdo de la Concertación y dañado gravemente su relación con nuestro partido", dijeron los democristianos en una declaración oficial.
El diputado Camilo Escalona, presidente del PS, lamentó el "momento ingrato" que se vive en la coalición, pero al mismo tiempo resaltó que un socialista vuelva a ocupar, después de tres décadas, la presidencia de la CUT.
Escalona, quien destacó asimismo la coincidencia de este hecho con el aniversario número 63 del PS, dijo no compartir la visión "apocalíptica" del PDC y descartó que el entendimiento sindical con el PC pueda trascender al plano político general.
El ministro de Obras Públicas Ricardo Lagos, potencial candidato presidencial del bloque del PS y el Partido Por la Democracia (PPD), llamó este sábado a "no extrapolar" la situación de la CUT y asegurar la unidad de la Concertación.
En su declaración del viernes, el PDC señaló que el PS está reconstituyendo "fórmulas políticas del pasado", refiriéndose a la alianza socialista-comunista que se extendió desde los años 50 hasta el gobierno de Salvador Allende (1970-73).
Patricio Santamaría, presidente subrogante del PDC exhortó a "mantener la cabeza fría" ante la crisis con el PS, pero el diputado Gutenberg Martínez, también democristiano, exigía mientras tanto la renuncia de Alarcón a la presidencia de la CUT.
En el frente sindical, el PRSD aceptó un cargo en el Comité Ejecutivo de la CUT, rompiendo virtualmente su acuerdo con el PDC, que podría a su vez acceder a la segunda vicepresidencia y a la secretaría general, según la oferta hecha por el PS y el PC.
Pero los democristianos no aparecían dispuestos a ceder en su posición de que la presidencia de la CUT debe ser ocupada por Rozas, quien recibió además manifestaciones de respaldo de parlamentarias y dirigentes femeninas de diversos sectores.
"Declaro mi más profunda indignación ante lo que pasó con María Rozas. Estoy profundamente decepcionada y convencida de que otro gallo cantaría si ella no fuese mujer", dijo la diputada del PPD María Antonieta Saá.
"Hay una resistencia cultural a que las mujeres accedamos a cargos directivos", comentó la diputada del PDC Mariana Aylwin, en tanto la ecologista Adriana Hoffman, consideró determinante en la exclusión de Rozas el hecho de que "esta sociedad es bastante machista".
"Estoy decepcionada de lo que ha pasado en la CUT. Se farrearon (despilfarraron) la oportunidad de tener una mujer 'supercapaz' como presidenta, que hubiera dado un giro al movimiento sindical", dijo Lily Perez, concejal municipal del derechista Partido Renovación Nacional. (FIN/IPS/ggr/ag/ip-lb/96)
