CHECHENIA: Combates prosiguen en montañas, pese a orden de tregua

Los combates continuaron hoy en el sudeste de Chechenia, un área controlada por los rebeldes, aunque la orden de cese del fuego dictada por el presidente ruso Boris Yeltsin se cumplía en el resto de la república separatista.

El general Vyacheslav Tijomirov, comandante de las fuerzas de Rusia en Chechenia, dispuso el cese del fuego a partir de la hora cero de este lunes, según el anuncio formulado el domingo por Yeltsin.

Pero informaciones recibidas en Moscú indicaron que difícilmente podrá detenerse la lucha en el montañoso sudeste, de alta concentración de efectivos rebeldes, y los analistas creen que la tregua ordenada delimitará zonas de guerra, sin acallar definitivamente los cañones.

Tijomirov comunicó a la prensa que sus tropas se reservan el derecho a reanudar el fuego en caso de ser atacadas y que podrían realizarse "operaciones especiales" contra los rebeldes que combaten por la independencia de Chechenia, una república integrante de la Federación Rusa.

El cese parcial del fuego constituye un capítulo básico del plan de Yeltsin para acabar con una guerra impopular sin aceptar la independencia de Chechenia.

Pese a mejorar sus perspectivas para las elecciones de junio, el presidente aún marcha en las encuestas detrás de su principal rival, Gennady Zyuganov, líder del Partido Comunista.

Yeltsin intenta lograr una paz aceptable para todos, aunque sea precaria. Las tropas federales se retirarán de las zonas rurales, pero no sin previas concesiones de los rebeldes.

El plan también contempla la celebración de nuevas elecciones y la apertura de negociaciones acerca del estatuto de Chechenia "dentro de la Federación Rusa". El líder separatista Dzhojar Dudyaev exige la plena independencia y el completo retiro de las fuerzas federales.

Pero Tijomirov aseguró este lunes a la agencia oficial ITAR- Tass que no habrá rápida retirada. "Las tropas permanecerán donde están y supervisarán la implementación del acuerdo" que eventualmente se alcance, dijo el general.

Una fuente del gobierno difundió una versión diferente, al anunciar que unidades del ejército federal se retirarán hasta las fronteras de Chechenia, para establecer allí "un cordón sanitario" e impedir eventuales incursiones de los separatistas en otras regiones de la Federación.

Mientras, las fuerzas del Ministerio del Interior continuarán cumpliendo funciones de policía en Grozny, la capital chechena, y en otras zonas urbanas.

En cuanto al nuevo estatuto jurídico de Chechenia, daría lugar a un gobierno compartido entre autoridades federales y locales, semejante al que ya existe en otras repúblicas de la Federación Rusa.

El plan preve la creación de "islas de paz", donde las operaciones de guerra cesarían por completo. El propósito sería ampliar esos espacios hasta unirlos, mientras ls áreas en que las guerrillas rebeldes continúen en acción serían declaradas "zonas de fuego".

El Kremlin se rehusa a negociar con Dudyaev, aunque Yeltsin sugirió la posibilidad de un diálogo indirecto con el jefe separatista, que podria realizarse a través de Mintimer Shamiyev, gobernante de la región musulmana de Tatarstán, en Rusia central.

El plan de paz no acabó con las demostraciones de repudio de la guerra. Grigory Yavlinsky, dirigente de la alianza opositora Yabloko y candidato a la presidencia, convocó a una serie de protestas contra lo que considera "el genocidio" en Chechenia.

Yavlinsky aseguró que "la gran mayoría" de las organizaciones democráticas, de derechos humanos, sindicales y de jóvenes" participarán en los actor programados.

También coincidió con numerosos observadores en destacar la pérdida de credibilidad del ejército por sus reveses en Chechenia.

"Los políticos han cometido un crimen contra el ejército ruso, al enterrarlo en la guerra", advirtió Yavlinsky.

"Sin capacitación ni entrenamiento para una prolongada misión punitiva y de policía, el ejército cayó en la indisciplina y la desintegración, debido principalmente a operaciones nunca finalizadas carentes de objetivo claro", según el analista Alexander Zhilin,

Zhilin, de regreso de Chechenia, afirmó que el debilitamiento de la moral y el abuso de alcohol y drogas destruyeron la disciplina del las tropas.

Al respecto, mencionó informaciones extraoficiales fiables según las cuales, por cada soldado ruso caído en combate, cinco murieron en accidentes, en reyertas de borrachos o en lucha entre tropas federales.

Así mismo, altos oficiales habrían aceptado excluir a aldeas localidades de ataques progranados a cambio de pagos entre 20.000 y 40.000 dólares. Zhilin cree que decenas de bases rebeldes escaparon de ese modo a la destrucción.

Un interrogante sin respuesta se refiere al futuro del primer ministro designado por Rusia para Chechenia, Doku Zavgyaev, cuya remoción es exigida por Dydyaev. El plan de Yeltsin preve la realización de elecciones para una nueva legislatura. (FIN/IPS/tra- en/ss/rj/ff/ip/96).

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe