BRASIL: Diez recapturados y dos muertos tras fuga de amotinados

La policía de Brasil recapturó en la mañana de hoy a diez de los cerca de 40 presos que se fugaron en la moche de este miércoles del Centro Penitenciario Agroindustrial de Goias (Cepaigo) tras seis días de rebelión.

Uno de los fugados fue muerto en Porangatú, a 420 kilómetros al norte del presidio, por un teniente del ejército al que intentaron robar su automóvil.

Una estudiante de 24 años, Carolina Cardoso de Andrade, también murió en medio de un tiroteo entre la policía y otro grupo de fugitivos, en las inmediaciones de Brasilia.

Los presos amotinados salieron del presidio cerca de las 21.30 GMT del miércoles, en ocho automóviles escogidos por su velocidad, con seis rehenes. Estos fueron liberados en la madrugada, según lo acordado.

Los ocho grupos tomaron rumbos distintos. En la carretera de acceso a la capital, ubicada a unos 230 kilómetros del presidio, la policía no cumplió la "tregua" de diez horas, prometida por las autoridades.

En las primeras horas de la madrugada, retenes instalados en las rutas identificaron a dos automóviles con fugitivos, logrando provocar un accidente que permitió recapturar a cinco de ellos y liberar a un rehén.

Otro amotinado fugado, perteneciente al grupo que intervino en el tiroteo en el que murió la estudiante, fue recapturado. Tres de sus compañeros lograron escapar.

Gran cantidad de policías, con helicópteros y fuerte armamento, fue movilizada en todo el Distrito Federal para dar cazar a los fugitivos.

En Porangatú, rumbo al norte del país, fue recapturado un fugado herido y se entregó el líder de la rebelión del Cepaigo, Salvador Pareja, de 22 años, que se va convirtiendo en un nuevo mito en el país. Otros dos fueron arrestados 80 kilómetros más al norte.

Hijo de un empresario en quieba, bien educado y conocedor de lenguas extranjeras, Pareja fue el cerebro de las negociaciones entre amotinados y autoridades, que se prolongaron durante seis días y culminaron en la fuga.

Pareja cumplió un papel decisivo para evitar una confrontación entre los presos y la policía que cercaba el presidio, según admitió Eli Forte, el abogado que fungió como vocero de la comisión negociadora del gobierno estadual de Goiás, responsable del centro carcelario.

"Estoy vivo gracias a Dios y a Pareja", confesó el coronel de la policía Nicola Limongi Filho, director del Cepaigo y uno de los rehenes liberados durante la negociación, odiado por los presos, que lo acusan de torturas y arbitrariedades.

Pareja había prometido entregarse nuevamente tras dejar el presidio junto con sus compañeros, "para asegurar la integridad física de los rehenes". En 1995 ya había protagonizado una fuga espectacular de 40 días, al cabo de la cual se entregó "para evitar muertes".

Antes de abandonar el presidio, el martes, concedió una conferencia de prensa en la que declaró que la rebelión fue "una lección para las autoridades", especialmente para los jueces que fueron rehenes y conocieron la dura realidad de los presos, todos tratados como asesinos aunque hayan cometido pequeños delitos. (FIN/IPS/mo/dg/ip/96)

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