Con actos públicos en 22 capitales estaduales, los campesinos sin tierra de Brasil trataron hoy de incorporar a la población urbana a su lucha por la reforma agraria y en favor de la destitución del ministro de Agricultura, José Andrade Vieira.
Las manifestaciones, en las que participaron desempleados, estudiantes, sindicalistas y otros sectores de la población, fueron pacíficas y no se registró ningún incidente violento. 7 En Porto Alegre, al sur del país, cerca de 600 desempleados se sumaron a unos 1.500 campesinos que caminaron hasta 400 kilómetros durante siete días por carreteras desde ciudades del interior, para pedir el asentamiento de 2.800 familias que están acampadas en carreteras y predios ocupados.
En Río de Janeiro, fueron los estudiantes y los "sin techo", grupos que luchan por vivienda, los que se unieron a una manifestación mas pequena, de poco más de un centenar de personas.
En Brasilia, un grupo también escaso se concentró ante el Ministerio de Agricultura para reclamar la renuncia de su titular.
Se trata de "un banquero sin compromiso con la reforma agraria y que conoce poco del asunto", afirmó José Rainha Junior, líder del Movimiento de los Sin Tierra (MST) en el estado de Sao Paulo, que encabezó una marcha de cinco dias y los actos públicos en la mayor ciudad brasileña.
Según Rainha y otros dirigentes del MST, es necesario agilizar la distribución de tierras y el ministro Andrade "miente" cuando sostiene que el gobierno asentó a 43.000 familias en 1995.
"En Sao Paulo nadie fue asentado" y las 30.000 familias que viven en campamentos precarios continúan a la espera de tierras, argumentó Rainha durante un debate radial con Andrade.
El ministro, dueño del Bamerindus, uno de los grandes bancos del país, contestó que la identidad de los componentes de las 43.000 familias asentadas en 1995 están a disposición de cualquier ciudadano en el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA), dependiente de su Ministerio.
El MST considera engañosa esa lista porque la mayoría de las familias allí incluídas ya se encontraban asentadas desde anos atrás. En 1995 lo que se hizo fue regularizar su situación como propietarias de las tierras.
En Sao Paulo convergieron unos 800 campesinos provenientes de ciudades ubicadas a 120 kilómetros.
La región más conflictiva de ese estado es Pontal de Parapanema, a 600 kilómetros de la capital, con cerca de 2.000 familias acampadas que ya ocuparon varios predios dirigidas por Rainha Junior.
En 1995 la justicia ordenó en dos oportunidades la detención del líder del MST de Sao Paulo por provocar desórdenes y no cumplir órdenes judiciales. Logró escapar, pasando a la clandestinidad, pero su esposa fue detenida en amnas oportunidades durante un total superior a los días.
En Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, de gran producción agrícola, cerca de 600 campesinos y desempleados urbanos ocuparon una plaza céntrica en un acto durante el cual recibieron apoyo del ex candidato presidencial Luiz Inacio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores y ex sindicalista.
"Una buena política agrícola con la reforma agraria solucionaria el problema de millones de brasileños", destacó Lula, lamentando la insensibilidad del gobierno en el tema y el hecho de que Paraná, "un estado rico, sea sómbolo del éxodo rural".
Los campesinos decidieron permanecer una semana acampados en Curitiba, reclamando asentamiento para las 300.000 familias de sin tierra que viven en el estado.
En Belo Horizonte, capital del céntrico estado de Minas Gerais, los 400 campesinos que realizaron una marcha de 320 kilómetros durante días, protestaron contra la policía, que los reprimió violentamente este martes para quitarles las azadas, machetes y otros instrumentos de trabajo en la carretera.
Los 15 detenidos en la ocasión fueron liberados en la misma noche del martes, pero cinco manifestantes resultaron heridos. El alcalde de Belo Horixonte, Patrus Ananias, integrante del Partido de los Trabajadores, participó en la manifestación.
El líder del MST local, Armando Miranda, anunció que los campesinos permanecerán acampados en el centro de la ciudad hasta que las autoridades atiendan sus reclamos.
En Minas Gerais las familias sin tierra ascienden a 600.000. El estado prometió asentar sólo a 1.700 este año, lo cual fue calificado de inaceptable por Miranda. (FIN/IPS/mo/dg/ip-pr/96)