La Comisión Económica para América Latina y el Caribe concluyó hoy en San José su 26 período de sesiones con al menos tres resoluciones que dejan pendientes algunos temas referidos al futuro trabajo de la organización.
En primer lugar, los ministros aprobaron una resolución que trata de recoger el consenso de los países miembros sobre cómo abordar el tema del desarrollo para los próximos cinco años.
En segundo término, decidieron iniciar un proceso de consultas a través de un comité "ad hoc", creado en este período de sesiones, para buscar consenso sobre las prioridades que se deben asignar en el programa de trabajo de Cepal.
Este Comité fue creado tomando en cuenta que la reforma de la Organización de Naciones Unidas (ONU), de la cual Cepal forma parte, limitará los recursos del organismo regional y será necesario definir las prioridades de trabajo según los recursos disponibles.
En vista de la dificultad que implicaría modificar el programa en virtud de que los ministros se reúnen cada dos años, ese comité se reunirá cuando lo juzgue conveniente. La primera cita se realizará en junio en Chile.
Esa resolución sobre la reforma de ONU y su impacto sobre la Cepal urge a este organismo regional a coordinar sus acciones con otras organizaciones multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización de Estados Americanos.
También se recomienda a Cepal que continúe su trabajo analítico combinado con la asistencia técnica que provee a las naciones miembros, así como la asistencia a los países más pobres de la región.
El vigésimosexto período de sesiones aprobó también el programa de trabajo de Cepal y fijó su calendario de reuniones. Dentro de esa resolución también se aceptó a un nuevo miembro, Anguila, con lo cual el organismo regional estará integrado ahora por 47 países.
También se señala que la asignación de recursos necesarios para que Cepal cumpla con el trabajo encomendado debe ser aprobado previamente por los órganos pertinentes de Naciones Unidas.
El programa de trabajo comprende básicamente siete temas: globalización, competitividad y producción especializada, integración, regionalismo abierto y cooperación regional. El tercero fue definido como desarrollo productivo, tecnológico e innovaciones.
El cuarto tema se refiere a reformas económicas, institucionales y políticas, el quinto a aspectos sociales del desarrollo económico, el sexto a la administración estratégica y reformas estatales y el último a la protección del medio ambiente.
El Secretario Ejecutivo de Cepal, Gert Rosenthal, calificó de exitosa la reunión y consideró amplias las coincidencias en torno al documento principal presentado por el organismo en esta reunión, llamado "Fortalecer el desarrollo, interacciones entre macro y microeconomía".
En ese documento Cepal plantea la necesidad de apoyar la estructura productiva para fomentar el ahorro, la inversión para lograr la meta de un crecimiento de seis por ciento para el final del siglo.
Rosenthal dijo que el tema de la equidad en la distribución del ingreso fue ampliamente debatido en la reunión debido a la preocupación de los gobiernos por el rezago social que vive la región, donde se estima que 40 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza.
En cuanto al destino de la Cepal, Rosenthal afirmó que en este período de sesiones se reivindicó la estructura existente y su razón de ser, aunque su programa de trabajo debe adaptarse a los temas emergentes y a los recursos disponibles.
El ejemplo más claro del apoyo que tiene el organismo lo dio José Antonio Ocampo, director del departamento nacional de Planeación de Colombia, quien señaló que hablar de Cepal "es hablar de uno de los principales centros del pensamiento económico regional".
En un discurso de carácter ideológico, quizá el único con esas características, Ocampo desagravió a la organización por los errores que se le atribuyeron en el pasado al "asignarle todos los excesos de políticas nacionales que se supone fueron inspiradas por ella".
Ocampo se refirió así a la crisis de desarrollo y de los esquemas de intervención estatal de las décadas de 1960 y 1970, atribuidos al organismo regional.
El funcionario colombiano señaló que los errores macroeconómicos de los países, en especial el excesivo endeudamiento externo, hicieron más daño que las políticas económicas intervencionistas.
También indicó que, de acuerdo con la experiencia asiática, el éxito no consiste en desmantelar unilateralmente todos los instrumentos de protección y de intervención estatal para fomentar el dinamismo productivo.
Recordó que Cepal desde comienzos de los años 60 ha sido "crítica de aquellos modelos nacionales de industrialización que concentraban excesivamente su producción en el mercado interno e intentaban desarrollar nuevos sectores industriales sin posibilidad de ser competitivos".
Hoy, dijo Ocampo, muchas ideas cepalinas se ven consolidadas por los mismos detractores del organismo y puso como ejemplo el caso de la integración. (FIN/IPS/mso/jc/if-ip/96)
