El nuevo debate parlamentario sobre opciones para poner fín al conflicto civil en Tayikistán atrajo una participación internacional sin precedentes, que lo considera el peor problema de la región centroasiática postsovética.
Pero mientras contó con la presencia de numerosos observadores internacionales, incluyendo las Naciones Unidas (ONU), los representantes de la oposición se retiraron de la sesión parlamentaria (Milli Mejlis), que comenzó esta semana en Dushanbe.
Luego que el 26 de febrero expiraron los seis meses de tregua entre el gobierno tayiko, respaldado por Moscú y liderado por Imomali Rajmonov, y los grupos opositores que operan desde bases situadas en el norte de Afganistán, se agudizaron los temores de una reanudación de las hostilidades.
El enviado de la ONU, Ismat Kittani, ha obtenido seguridades escritas del líder opositor Sayed Abdullo Nuri, quién le expresó su deseo de prolongar el cese del fuego por otros tres meses. No obstante, en el país continúan los combates aislados.
Funcionarios de Dushanbe proclamaron el jueves la reconquista de una importante carretera que une la capital con el este, e informaron de 25 rebeldes abatidos y otros 40 heridos, en lo que se calificó de "operación local".
Sin embargo, en términos generales, la tregua sigue siendo respetada. Los jefes rebeldes rechazaron las acusaciones gubernamentales que planean una nueva ofensiva y dijeron que respetarán el acuerdo de cesar el fuego.
Rajmonov aseguró que sigue comprometido con la idea de un arreglo político del conflicto y está de acuerdo en una continuación del proceso de negociación. Sin embargo, afirmó que no tolerará "presiones, chantajes o amenazas", segun declaró ante el Milli Mejlis.
Presionado por la ONU, Rusia, Irán y Uzbekistán, Rajmonov invitó a la oposición a la sesión especial. Si bien en un primer momento ésta aceptó, se retiró posteriormente a raíz del secuestro en Dushanbe de uno de sus representantes.
Desde la finalización de la guerra civil en 1992, que puso a Rajmonov en el poder, las fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia han combatido las guerrillas tanto de los grupos opositores islámicos como prodemócratas.
En un intento de consolidar su posición, Rajmonov aseguró un acuerdo firmado el 9 de marzo por representantes de seis partidos políticos, comunidades nacionales y confesiones religiosas, con exclusión de los rebeldes armados, como base para la discusión.
El mandatario prometió encontrar a los líderes rebeldes en cualquier momento y dijo que su gobierno "reconsiderará pronto decisiones previas y permitirá legalizar partidos políticos y movimientos, luego que cambien sus estatutos de acuerdo con la nueva constitución".
La oposición pretende asientos en el gobierno y nuevas elecciones para reemplazar la legislatura electa en febrero de 1995. Observadores internacionales estuvieron de acuerdo que la oposición no tuvo tiempo de prepararse para el comicio.
No obstante, el hecho que se mantenga la frágil tregua se debe menos a las aperturas de Rajmonov y la reluctancia opositora para reanudar la lucha, y mucho más a la presión de otras naciones, incluyendo Rusia, Irán, Afganistán y Estados Unidos.
La creciente participación de esos países en la perturbarda república centroasiática ha sido calificada por algunos expertos como "concurso de iniciativas de paz".
Una gira por Asia Central del ministro ruso de Exteriores, Yevgeny Primakov, fué seguida en rápida sucesión de visitas del presidente afgano, Burhanuddin Rabbani, del ministro iraní de Exteriores, Alí Akbar Velayati, y de una delegación estadounidense en marzo, encabezada por el enviado especial James Collins.
También se espera que Strobe Talbott, asistente del presidente Bill Clinton, quién se encuentra actualmente en Moscú, viaje en breve a Dushanbe.
Todos los países participantes en el proceso de paz tayiko, patrocinado por la ONU, están pidiendo una extensión formal del cese del fuego y la reanudación de conversaciones sobre "reconciliación nacional".
Durante su estadía en Moscú el 8 de marzo, Velayati y Primakov anunciaron una intención conjunta "de mejorar la coordinación bilateral para resolver el conflicto tayiko".
"Mi gira por la Comunidad de Estados Independientes (CEI) alimentó nuevas esperanzas de un rápido arreglo político en Tayikistán", declaró Velayati en Moscú.
Si bien Moscú, Kabul y Teherán parecen tirar de la misma cuerda en Tayikistán, cada uno de esos países obra por motivos diferentes.
"La posición de Moscú tiende a mantener a Rajmonov en el poder, si es necesario, con medios militares", declaró Sergei Solodvnik, un experto moscovita del Instituto Internacional de Relaciones.
"Su principal objetivo es asegurar el 'bajo-vientre de Rusia', como lo llamó Primakov, de lo que muchos consideran aquí una incursión de los fundamentalistas islámicos".
Moscú mantiene una división blindada en la república y sus guardias fronterizos patrullan el linde tayiko con Afganistán. A pesar que Kabul se mostró reluctante en adoptar más medidas para parar las incursiones, e Irán disgustó a los tayikos porque asiló a líderes opositores, están más que contentos de alinearse con Moscú para apoyar a Rajmonov.
"La razón por la cual Teherán y Kabul consideran conveniente estar de acuerdo con el Kremlin es que para ambos la amistad con Moscú es más importante que la oposición tayika", apuntó en Moscú la analista de asuntos asiáticos Sanohar Shermatova.
"El viaje de Velayati se ha transformado en un hito de las relaciones ruso-iraníes, porque ahora se consideran socios estratégicos. Por otra parte, observando a la sitiada Kabul, el presidente Rabanni vé a Moscú como su principal proveedor de armas y víveres".
Los mujaidines afganos, comandados el general Dustum, quién apoya a las guerrillas tayikas, son opositores del actual régimen de Kabul.
Al mismo tiempo, tanto Kabul como Teherán observan con recelo los intentos estadounidenses de sumarse al juego en Tayikistán. "Washington sigue de cerca los acontecimientos tayikos", declaró el enviado Collins, quien llevó a Rajmonov un mensaje de Clinton.
Haciendo un llamamiento a los bandos en conflicto para que formalmente amplíen el cese del fuego, previno que un rechazo podría hacer que la ONU suspendiera su mandato como mediador en Tayikistán. Collins tambien expresó que Clinton pidió a Dushanbe el establecimiento de sólidos vínculos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras entidades financieras internacionales.
"Por el momento, la ONU permanece como la principal palanca de Estados Unidos en Tayikistán", declaró Oleg Panfilov, una fuente moscovita cercana a la oposición tayika. "Pero si Dushanbe considera ahora que los países vecinos pueden hacer una tarea mejor, podría prescindir del papel de la ONU, especialmente si esa acción priva a los opositores de cualquier semblanza de estatuto internacional".
"Esto, en cambio, llevará a los rebeldes a una guerra total, y Rusia quedará en la envidiable posición de participante en un prolongado baño de sangre", dijo Panfilov. (FIN/IPS/tra- en/ss/rj/ego/ip).
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