China volvió a advertir hoy a Estados Unidos que no intervenga en el estrecho de Taiwan, después de que Washington anunció el envío de embarcaciones militares a la zona donde el país asiático realiza juegos de guerra.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Warren Christopher, reveló el domingo que un grupo de combate encabezado por un portoaviones de la Séptima Flota, con base en el océano Pacífico, fue enviada al área. Un segundo portoaviones se sumó a la flota el lunes.
Pero el canciller de China, Qian Quichen, dijo este lunes que "Taiwan es parte" de su país "y no un protectorado de Estados Unidos". "Es ridículo que algunos estadounidenses exhorten abiertamente a que la Séptima Flota interfiera o, incluso, que pidan protección para Taiwan", agregó.
Beijing dispuso una semana de ejercicios con misiles a partir del viernes pasado, como parte de su campaña para intimidar a Taiwan antes de las elecciones presidenciales del día 23.
China comenzará el martes a bombardear desde aviones y barcos militares una zona al sur del estrecho de Taiwan, que separa los dos países.
Maniobras con vehículos anfibios comenzarán en breve, con la participación de 150.000 soldados y cientos de aviones y barcos, en la costa de las provincias de Fujian y Guangdong, frente a Taiwan.
China reclama su soberanía sobre el estado insular y el derecho de usar la fuerza para impedir una declaración formal de independencia.
Beijing acusó al presidente de Taiwan, Lee Teng-hui, de aspirar secretamente a la independencia de su país, aunque la posición oficial del gobierno es la reunificación con China.
"Taiwan quiere la reunificación, pero el pueblo no quiere vivir bajo un sistema comunista", dijo Lee, cuya reelección parece segura según las encuestas de intención de voto.
La visita del mandatario a Estados Unidos el año pasado provocó la ira de Beijing, que también está preocupada por la campaña que emprendió para aumentar la presencia internacional del país insular.
En un discurso de campaña, Lee dijo que la economía de Taiwan podría debilitarse debido a la tensión militar, pero pronosticó una rápida recuperación.
El mercado financiero de Taiwan cayó después de las pruebas con misiles realizadas por China el año pasado, aunque se mantuvieron firmes en esta ocasión gracias al respaldo del gobierno.
"El pueblo no debe tener miedo de los ejercicios, porque el gobierno preparó medidas de respuesta. Todos pueden relajarse y preocuparse por sus negocios", dijo Lee.
Por su parte, Qian asegiró que Taiwan no tiene nada que temer de los juegos de guerra, al tiempo que rechazó la posibilidad de atacar las naves de Estados Unidos. Sin embargo, aseguró que Beijing no renunciará al uso de la fuerza si lo considera necesario.
"Si fuerzas extranjeras invaden Taiwan o las autoridades de la isla intentan proclamar la independencia, no permaneceremos ociosos ni indiferentes. China no abandonará ni por un día su lucha contra la independencia de Taiwan", dijo Qian.
Un analista occidental dijo que "según los cálculos de Beijing, deberán empujar hasta el borde de una guerra, en un juego muy tramposo".
Aunque la mayoría de los observadores no creen que la tensión desemboque en un enfrentamiento abierto, China juega cada vez más con la posibilidad de una colisión con Estados Unidos y otros países de Asia.
La eventualidad de que un misil perdido caiga sobre territorio de Taiwan o embarcaciones también preocupa a funcionarios y diplomáticos.
"Si se registra un accidente o China impone un bloqueo alrededor de Taiwan, Estados Unidos estará bajo fuertes presiones que quizás le obliguen a actuar", dijo un diplomático occidental en Beijing.
Washington anuló su reconocimiento a Taiwan y reconoció a China en 1979, pero mantiene estrechos vínculos extraoficiales y militares con Taipei.
"Creo que las relaciones entre Estados Unidos y China empeorarán mucho este año", afirmó un asesor chino en materia de política exterior.
El virtual bloqueo de China sobre Taiwan tuvo cierto efecto. El gobierno del país insular desvió más de 300 vuelos hacia el sur para evitar la zona donde Beijing dispuso los ejercicios militares.
Más de 150 vuelos desde Hong Kong, principalmente a Japón y Corea del Sur, también se verán afectados. Mientras tanto, los taiwaneses almacenaron arroz en sus hogares e intentaron cambiar sus ahorros a dólares, lo que obligó a los bancos a limitar las transacciones.
Andy Chang, de la Universidad Tamkang, dijo que "estos ejercicios volvieron a la gente común contra Beijing, aunque también acusan a los líderes taiwaneses que no negociaron adecuadamente" con China. (FIN/IPS/tra-en/rc/lnh/mj/ip/96)