La recuperación de los traumas sufridos por los niños de Ruanda en el genocidio de 1994 llevará décadas, sostuvo hoy en esta capital Dan Toole, representante del Fondo de las Naciones Unidas para Infancia (UNICEF) en el país africano.
"El porcentaje de niños testigos de atrocidades múltiples – asesinatos, golpizas, violaciones a veces cometidas por adolescentes, es pasmoso. Sus traumas deben ser tratados ahora, aunque la cicatrización de las heridas podría llevar décadas", dijo Dan Toole.
Toole, quien llanzó un informe sobre la situación de la infancia, afirmó que el número de niños y niñas ruandeses que necesita tratamiento supera la capacidad de UNICEF, por lo cual el organismo solicitó apoyo a organizaciones no gubernamentales (ONG).
Unos tres millones de niños y adolescentes, la mitad de la población de Ruanda, experimentaron traumas durante el genocidio de 1994, señaló Toole.
Se estima que hasta un millón de tutsis y hutus moderados fueron asesinados en Ruanda en 1994 en un genocidio organizado por milicias hutu.
El Programa de Recuperación de Traumas iniciado por UNICEF en 1994 en colaboración con el Ministerio de Rehabilitación ruandés brindó los datos esenciales para el informe presentado por Toole.
Una encuesta realizada en 1995 a más de 3.000 niños de entre ocho y 19 años de todo el país escogidos al azar, reveló que más de 90 por ciento había presenciado violencia y asesinatos durante el genocidio, más de un tercio vio a otros niños participar en golpizas y matanzas, y 31 por ciento fue testigo de violación o abusos sexuales.
Casi 80 por ciento de los niños entrevistados perdió a familiares directos durante la guerra, y más de un tercio presenció el asesinato de miembros de su familia, dijo Toole.
En una experiencia que dejará marcas para toda la vida, añadió Toole, 16 por ciento de los niños se escondió bajo cadáveres para evitar su propia muerte.
No hay en la historia moderna hechos comparables a la magnitud de los sufridos por los niños de Ruanda, señaló UNICEF.
Las secuelas de esas experiencias son impresiones sensoriales horrendas que invaden la vida diaria de los niños, inhiben su capacidad de concentración y los privan de un sueño adecuado.
Leila Gupta, funcionaria de UNICEF, quien ha capacitado a personas en métodos básicos de alivio de traumas, sostiene que el proceso de sanación es largo, como demuestra su experiencia en Vietnam.
Lo más alarmante de la encuesta es que un tercio de los niños cree que no vivirá hasta la edad adulta. "Han perdido la esperanza en la vida, y creo que la podemos restaurar", dijo Gupta.
UNICEF contrató 10 abogados que se ocupan de los casos de los niños detenidos, alrededor de un tercio de la población carcelaria, de 67.000 personas. Hasta ahora, 200 niños fueron liberados y reciben atención del Centro Nacional de Traumas.
El centro fue creado por UNICEF en julio de 1995 para brindar tratamiento intensivo a los niños más afectados y sus familias, con un equipo especializado que capacitó a más de 6.000 trabajadores sociales y de ONG locales, quienes han ayudado a 144.000 niños traumatizados. (FIN/IPS/tra-en/mn/jm/kb/96)
