La reelección presidencial, exitosa en Perú y Argentina, vuelve a encender la polémica en Panamá luego que sectores oficialistas plantearon una reforma constitucional para permitir al presidente Ernesto Pérez Balladares competir por el cargo en 1999.
La posibilidad fue planteada por primera vez a principios de 1995, pero tras un enfriamiento posterior volvió a cobrar gran fuerza en los últimos días, luego de la visita del presidente de Perú, Alberto Fujimori.
Fujimori, cuya visita fue cuestionada en Panamá por sectores de la oposición, insistió en dos ocasiones durante una rueda de prensa sobre las bondades de la reelección para fortalecer la democracia y dar continuidad "a los buenos gobiernos".
Y aunque Pérez Balladares afirmó posteriormente que no tiene tiempo para ocuparse de "esa tonteria", la anunciada visita para mayo próximo del presidente de Argentina, Carlos Menem, desató una ola de expeculaciones sobre una supuesta campaña regional en favor de la reelección del mandatario panameño.
En medio de conjeturas y los extensos espacios que le han dedicado al tema los caricaturistas de los principales diarios del país, el ex presidente Guillermo Endara y otros dirigentes aseguran que existen sobradas razones para preocuparse.
Endara, quien califico a Fujimori como "una basura", dijo durante un foro realizado este domingo que "la democracia panameña está en pañales y sería muy peligrosa una experiencia de ese tipo".
En el caso de la reelección de Fujimori, Endara afirmó que "fue un asunto muy feo que todos conocen", pero consideró que lo de Menem "fue distinto".
Cuando Menem pidió la reelección, "en Argentina había una oposición agotada, llena de miedo y con un líder como (Raúl) Alfonsín que lo apoyó a cambio de ciertos privilegios", dijo el ex presidente.
En el caso de Panamá, Endara subrayó que quienes piden la reelección la fundamentan en los dos años de gobierno supuestamente exitoso de Pérez Balladares, "pero no piensan que el poder corrompe y que un presidente exitoso en su primer mandato puede ser un gran tirano en el segundo".
La oposición a la reelección incluye a figuras del gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), como el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Panamá, Rolando Murgas, o Alfredo Oranges, quien compitio por la candidatura presidencial con Pérez Balladares en las elecciones internas de 1994.
Murgas, quien ocupó la cartera de Trabajo y Bienestar Social durante el régimen del extinto general Omar Torrijos (196-81), afirmó que "el PRD corre el riesgo de pagar un elevado costo político por promover una reelección en momentos que existe una fuerte oposición al respecto".
Tras advertir que "ésto es muy complejo y debe verse con mucho cuidado", Murgas explico que la no reelección planteada en la Constitución de Panamá, como en la mayoría de los países de América Latina, se estableció para prevenir los posibles abusos de poder.
"Ha sido una queja historica el que los partidos en el poder sacan ventaja en los procesos electorales", puntualizo Murgas a modo de ejemplo.
Oranges puntualizó que la reelección "no es una posición oficial del PRD sino de un grupo de miembros" de esa organización política, y adujo que para llegar a una definición el tema debe ser discutido "por encima de la oposición y el partido en el poder".
Otros dirigentes políticos, como el diputado opositor Alberto Cigarruista, sostienen que sería un sacrificio inútil invertir 10 millones de dólares en un referendo constitucional donde todos saben que el PRD va a perder.
En los comicios de mayo de 1994, el PRD ganó la Presidencia de Panamá con sólo 33 por ciento de los votos emitidos. (FIN/IPS/sh/ag/ip/96)