El gobierno del estado más rico de Nigeria dispuso que los adultos deberán portar permanentemente los documentos que acreditan que están al día con el pago de impuestos, medida dirigida a combatir la evasión y que, según los críticos, es represiva y contraproducente.
A partir del 1 de abril, todos los adultos imponibles en el estado de Lagos deberán llevar encima el carnet de impuestos. El decreto anunciado por el Ministerio de Finanzas local conmovió a la población.
La medida "recuerda a las odiadas leyes del derrocado 'apartheid' (sistema de segregación racial institucionalizada) en Sudáfrica", manifestó Babatunde Olugbodi, integrante del grupo privado Proyecto de Derechos Constitucionales.
"Esta iniciativa es otro intento del régimen militar para someter a los nigerianos a un tratamiento inhumano y degradante", agregó.
"¿Qué criterio se aplicará para calificar a las personas como 'adultos imponibles'? ¿Qué sucederá con los desocupados, ahora que los gobiernos federal y estatal están despidiendo a sus funcionarios? ¿Y con los que pagan sus impuestos en otros estados?", se preguntó Olugbodi.
Estas y otras preguntas serán, al parecer, eludidas por un comando designado por el gobierno del estado y vigilará el cumplimiento de la norma.
Por ahora, sólo Lagos dispuso la obligatoriedad de portar la documentación impositiva, pero Olugbudi está preocupado de que alguno de los restantes 29 estados del país sigan el ejemplo.
Los trabajadores independientes tienen la sensación ser el blanco al que apunta el decreto.
"Es injusto acusar a los profesionales de no pagar sus impuestos. Esta orden es absolutamente innecesaria a la luz de las regulaciones ya existentes", dijo a IPS el abogado Obafemi Adewale.
"El gobierno está desesperado por mejorar la recaudación, pero es notorio que mucha gente no paga lo que debe", sostuvo, aunque manifestó que forzar a la gente a portar sus documentos impositivos es una medida extrema.
Según Adewale, el decreto "no mejorará la recaudación pero, en cambio, expondrá a los ciudadanos a un hostigamiento innecesario por parte de funcionarios que cometerán excesos".
"Aconsejaría al gobierno que canalice sus energías en asegurar que todos los adultos imponibles se registren, porque es más fácil pedirle a los funcionarios del Ministerio de Finanzas y el Departamento de Impuestos del estado que hagan su trabajo", agregó.
La medida es considerada especialmente fastidiosa, más aun debido al estado de los servicios que presta el gobierno a la población.
El técnico en mercadeo Martins Omamurhomu dijo a IPS que "no es fácil para la gente entregar el dinero que gana tan duramente, especialmente cuando los beneficios que esto supone no son visibles".
"Los servicios públicos como el suministro de agua y electricidad han sido casi abandonados. Hace casi dos semanas que no contamos con luz en mi casa. Y aun así esperan que ponga mis billetes en la ventanilla", se lamentó.
Como muchos otros nigerianos, a Omamurhomu no le impresionó la decisión del gobierno federal de invertir 500 millones de dólares en mejoras de infraestructura, en tareas como la rehabilitación de 12.000 kilómetros de carreteras y la refacción de universidades e institutos politécnicos.
Para el experto, que trabaja como ejecutivo en una compañía multinacional, los asalariados "se sienten estafados pues el gobierno pierde montañas de dinero porque mucha gente no paga sus impuestos".
"El camino que eligió el gobierno está en sombras. No se percibe un esfuerzo por supervisar el cobro de impuestos o por mejorar la recaudación, especialmente en este país donde ni siquiera se sabe la cantidad de trabajadores que existe", dijo. (FIN/IPS/tra-en/ro/kb/mj/if hd/96)