IRAQ: Agencias de ONU juntarán dinero para aliviar crisis de salud

Tres agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzarán el próximo mes un llamado junto a países donantes para suministrar asistencia humanitaria urgente a Iraq, país aquejado por sanciones económicas internacionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) encabezará el emprendimiento, seguida por el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) y la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Joseph Hazbun, al frente de la sección del Mediterráneo oriental y Asia Central de la División de Emergencias y Acción Humanitaria de la OMS, dijo a IPS que solo este organismo requerirá 45 millones de dólares para aliviar las necesidades sanitarias más apremiantes de Iraq el próximo año.

El país asiático todavía sufre las sanciones dispuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU después de que invadió Kuwait en agosto de 1990. Las medidas fueron mantenidas luego del cese del fuego para impedir que Iraq fabrique y despliegue armas de destrucción masiva.

Aunque las sanciones económicas fueran levantadas ahora, se requerirían dos años para frenar el deterioro de los servicios de salud iraquíes, dijo Hazbun. "Una generación entera, inclusive niños, está traumatizada y aún no conocemos el alcance del problema", agregó.

El último estudio de la OMS en Iraq reveló que la mortalidad infantil en Bagdad se duplicó entre 1990 a 1995, de 80 a 161 por cada 1.000 nacidos vivos. En todo el país, la mortalidad entre menores de cinco años aumentó de 257 por 100.000 en 1990 a 1.536 a fines de 1994.

Las enfermedades provocadas por la malnutrición, como el kwashiorkor y el marasmo, están en aumento. La incidencia de la primera pasó de dos cada 100.000 a 51, y la de la segunda de 14 cada 100.000 a 465. La anemia y la deficiencia de vitamina A creció de 269 cada 100.000 a 3.613.

En 1990, apenas 4,5 por ciento de los bebés tenían un peso debajo de lo normal al nacer, proporción que actualmente asciende a 21 por ciento.

"La calidad de la asistencia a la salud en Iraq retrocedió por lo menos 50 años debido a la guerra de 1991 y a las sanciones posteriores", según un informe de la OMS difundido esta semana.

Hazbun comentó que "la OMS tiene un programa para aliviar estos problemas junto a otras agencias de la ONU y organizaciones no gubernamentales, pero los fondos no llegan a cubrir lo necesario para un país tan extenso como Iraq".

Las condiciones sanitarias del país eran relativamente buenas antes de la guerra del Golfo Pérsico, cuando Iraq importaba alrededor de un millón de dólares diarios en productos médicos y farmacéuticos.

"Lo que podamos suministrar como ayuda humanitaria difícilmente cubra lo necesario para un mes por año", dijo Hazbun.

Parte de la preocupación se centra en el incremento de las enfermedades contagiosas como malaria, cólera, fiebre tifoidea y leishmaniasis.

"La OMS no sólo es responsable ante Iraq sino ante la comunidad internacional. Los mosquitos que transmiten la malaria no distinguen las fronteras nacionales, y el problema podría diseminarse fácilmente a países vecinos como Turquía", afirmó el funcionario.

La OMS y la Unión Europea aportaron fondos para el control de la malaria, pero se requiere aun más asistencia.

Iraq se ve impedido de solventar por sí solo las campañas públicas que se requieren con el fin de mantener bajo control enfermedades como la malaria, para lo cual son necesarios tanto medicinas como pesticidas para eliminar los mosquitos. Ambos productos escasean en el país, según Hazbun.

Por su parte, el control del cólera y la fiebre tifoidea requiere un suministro de agua potable adecuado, pero "no hay cloro para desinfectarla", dijo.

"La cantidad de médicos cayó, lo cual conduce a un círculo vicioso. Muchos emigraron debido al bajo salario y las pobres condiciones. En algunos hospitales ni siquiera hay papel donde los médicos puedan escribir sus informes", sostuvo.

El número de operaciones disminuyó alrededor de 40 por ciento respecto de 1990 porque no hay gases de anestesia, así como los análisis clínicos efectuados, que se redujeron a la mitad.

Actualmente se discute en la ONU si se permitirá a Iraq la venta de petróleo en suficiente cantidad para la compra de alimentos y medicinas que se necesitan con urgencia.

El presidente de Iraq, Saddam Hussein, rechazó en principio el trato, pues lo consideró una violación de la soberanía nacional. Pero Bagdad aflojó su posición. La próxima ronda de conversaciones se realizará el 8 de abril.

Sólo para suministrar alimentos y materiales requeridos para cubrir necesidades básicas se requeriría 1.000 millones de dólares cada 90 días.

"Nuestro papel es suministrar asistencia sanitaria, no soluciones políticas", dijo Anthony Piel, asesor del director general de la OMS, Hiroshi Nakajima. Sin embargo, el organismo ha sugerido aflojar las sanciones para que Iraq pueda importar alimentos.

Mary Smith Fawzi, investigadora de la Universidad de Harvard que participó en una investigación para la FAO, explicó que "el precio de los alimentos es alto, el poder adquisitivo es bajo, los sistemas de agua potable y saneamiento se deterioraron y los hospitales funcionan a 40 por ciento de su capacidad".

"La población recibe una ración del gobierno que suministra 1.000 kilocalorías al día", dijo. (FIN/IPS/tra-en/jmp/rj/mj/ip he/96)

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