La presencia del Secretario de Estado de Estados Unidos, Warren Christopher, en El Salvador este lunes, obligó a los presidentes de América Central a un fuerte respaldo a la posición de Washington contra Cuba, en momentos en que quizá hubiesen preferido optar por la prudencia.
El tema de Cuba, tras el derribo, el sábado, de dos aeronaves civiles por parte de La Habana, se convirtió en el eje central e inesperado de la gira que inició este lunes Christopher a América Latina.
Además de los compromisos en la lucha contra el narcotráfico, el tráfico ilegal de personas y el libre comercio, Christopher buscará durante los ocho dias de su gira un claro pronunciamiento de la región contra las acciones de La Habana.
En América Central lo encontró. En una inusitada declaración, el presidente Armando Calderón Sol, de El Salvador, elogió el hecho de que "la superpotencia se sujete al régimen jurídico internacional" y acuda a la ONU para buscar el castigo a las acciones de Cuba.
Quizá para Calderón Sol era un discurso obligado, después que Christopher prometió que su gobierno no dispondrá deportaciones masivas de centroamericanos.
Esta promesa es particularmente importante para los salvadoreños en vista de que más de un millón de sus conciudadanos en Estados Unidos sustentan la economía nacional con casi mil millones de dólares en remesas familiares al año.
Pero los presidentes Carlos Roberto Reina, de Honduras, y José María Figueres, de Costa Rica, no tenían un gesto relajado mientras escuchaban las palabras de su colega salvadoreño.
Los gobiernos del istmo siguen defendiendo la tesis de que debe haber un proceso de transición hacia la democracia en Cuba, siguen condenando el régimen de Fidel Castro, y eventualmente todos condenarán los hechos ocurridos el sábado, pero algunos de ellos preferirían esperar a que la situación sea más clara.
Figueres, el único presidente en dar declaraciones después de un almuerzo de trabajo con Christopher en la casa presidencial de San Salvador, se negó a tocar el tema. "Pregúntenle al canciller", dijo, cuando se le abordó sobre el tema cubano.
Su canciller, Fernando Naranjo, al ser interrogado sobre si Costa Rica avalaba totalmente la declaración de Calderón Sol, dijo que daría declaraciones el martes en Costa Rica.
Los países centroamericanos han intentado en los últimos años un acercamiento comercial y político con Cuba, considerando que a estas alturas del siglo no tiene sentido el bloqueo contra una nación latinoamericana.
También porque consideran que, si de globalización y de oportunidades comerciales se trata, Cuba puede ser un buen mercado y un buen sitio para las inversiones.
Los primeros en adoptar esta tesis fueron los empresarios hondureños que han realizado fuertes inversiones en la isla, pero no hay cifras oficiales sobre los montos.
En el caso de Costa Rica, el gobierno de Figueres abrió en 1994 una oficina en La Habana con el propósito de tramitar las visas de ciudadanos cubanos que fueran requeridos por familiares residentes en el país.
Pero la intención final, que no se ha concretado por la fuerte oposición interna, es la de reiniciar las relaciones diplomáticas con el gobierno de Fidel Castro, interrumpidas en los años 60.
Figueres se ha reunido varias veces con el canciller cubano Roberto Robaina, y hay intercambio de asesores deportivos entre ambos países.
Una línea aérea de bandera costarricense inició vuelos semanales regulares a la isla y la semana pasada cerca de diez empresas cubanas -la delegación más numerosa y representantiva de la feria, después de la de Taiwán- participaron en una feria internacional en San José.
El derribo de las aeronaves civiles y la crisis que este hecho desató entre La Habana y Washington puede fácilmente convencer a los gobiernos y empresarios centroamericanos de dar un paso atrás en sus intenciones de acercamiento con la isla.
De la reunión de este lunes con Christopher no quedó claro si la declaración de Calderón Sol, a nombre de los presentes, fue avalada también por los mandatarios que se excusaron de asistir, Ernesto Pérez Balladares, de Panamá, Violeta Chamorro, de Nicaragua, y Alvaro Arzú, de Guatemala.
Durante la cumbre de América Central y México, que se realizó en San José el 15 y 16, los centroamericanos dieron a Reina la representación regional.
A última hora del viernes, tanto Figueres como el primer ministro de Belice, Manuel Esquivel, anunciaron que asistirían porque, según fuentes gubernamentales, el Departamento de Estado expresó su pesar porque sólo dos mandatarios -Calderón y Reina- asistirían al almuerzo con Christopher. (FIN/IPS/mso/jc/ip/96)