La derrota de los socialistas en España y Francia se debe al desgaste natural de una larga permanencia en el poder y no representan decadencia de la socialdemocracia ni una tendencia mundial, afirmó hoy el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso.
Es bueno que se renueve el gobierno español, es un "fundamento de la democracia", dijo Cardoso, en entrevista a corresponsales extranjeros, pese a su amistad con Felipe Gonzalez, quien deja el gobierno luego de 13 años.
El presidente brasileño, un prestigioso sociologo, interpretó el triunfo electoral de los comunistas en varios países del este de Europa como una reacción ante el fracaso local de los gobernantes, que "no fueron capaces de dar respuesta a los problemas de sus países" y tampoco representa una tendencia.
En el mundo actual "no hay una ley mecánica" que favorezca a la izquierda o a la derecha en un momento, lo decisivo es "la capacidad de organizar el espacio publico, de ofrecer alternativas viables", no una fatalidad dependiente de clases buenas o malas, añadió.
Cardoso rechazó las insinuaciones de que haya abandonado sus convicciones del pasado y la izquierda.
Señaló que Brasil necesita muchas reformas, como "un pais más injusto que subdesarrollado", y que las promoverá hasta el último día de su gobierno.
"Ser de izquierda es hacer cambios con un sentido práctico, no ideológico", definió.
La oposicion lo acusa de haber traicionado el pasado de izquierda, aliándose a los derechistas del Partido del Frente Liberal (PFL) para ganar las elecciones de 1994 y promover un gobierno neoliberal, que da prioridad a la apertura del mercado, privatizaciones y reducción del Estado.
"El mundo ha cambiado, yo no. Sería anacrónico seguir empleando los mismos conceptos", respondió a un periodista que le recordó hace dos décadas escribió libros con posiciones nacionalistas, opuestas a las que aplica actualmente en su gobierno.
Cardoso destacó que el Plan Real, al reducir una inflación de 50 por ciento al mes a 20 por ciento anual y en consecuencia promover "la mayor redistribución de ingreso" en el país, avanzó hacia objetivos de izquierda, como la igualdad y la justicia social.
La inflación es como la morfina, que impide ver los problemas, y "hermana de la corrupción", ocultando fraudes como los escándalos bancarios ahora conocidos, según el presidente.
El caso del Banco Nacional, que ocultó un déficit de 5.000 millones de dolares acumulado en 10 años de fraude, salió a la luz hace 10 días, a través de la revista Veja, llevando al banquillo de los acusados al Banco Central, acusado de incapacidad de fiscalizar los bancos.
Cardoso dijo que el asunto será llevado a la justicia, tras el fin de la investigación, negando que el gobierno o el Banco Central hayan encubierto fraudes, por no haber adoptado castigos o divulgado el escándalo luego de conocer el problema en octubre pasado.
"El presidente no tiene poder de policía y es mejor así", afirmó.
El mandatario se defendió de acusaciones en otras cuestiones polémicas.
Sobre un reciente decreto que permite cuestionar las áreas demarcadas para los indígenas a partir de 1988, dijo que la medida era necesaria para cumplir la Constitucion brasilena, que asegura la defensa a los que se consideran dañados en sus derechos.
Sin el decreto, argumentó, todas las demarcaciones desde 1988 serían consideradas inconstitucionales por la Suprema Corte, una consecuencia mucho peor para las poblaciones indígenas, mientras que adoptada la medida sólo hubo hasta ahora tres pedidos de revisión de las áreas.
Cardoso negó versiones de prensa sobre presiones de Washington que habría sufrido el gobierno brasileno para la aprobación de una ley de patentes y favorecer a la empresa Raytheon, de Estados Unidos, en la ejecución del Sistema de Vigilancia Amazónica, un proyecto estimado en 1.400 millones de dólares. (FIN/IPS/mo/ag/ip/96)