El centroderechista José María Aznar ganará con holgura las elecciones de este domingo en España, según las encuestas publicadas por los diarios el lunes pasado, último día en que la ley permite difundir sus resultados.
Los sondeos realizados por Demoscopia, Metra Seis, Ecoconsulting y Sigma2 para los matutinos ABC, El País, Ya, La Vanguardia y El Mundo coincidieron en que el centroderechista Partido Popular (PP) se ubicará al borde de la mayoría absoluta.
El periódico que menos ventaja adjudica al PP, La Vanguardia, sitúa a ese partido a seis escaños de la mayoría absoluta de 176 diputados en un total de 350.
Las encuestas asignan al PP entre 170 y 184 diputados, al gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) entre 113 y 130, y a la coalición Izquierda Unida (IU, basada en el Partido Comunista) entre 20 y 29.
Los directores de las cuatro mayores empresas encuestadoras coincidieron el lunes en una reunión con un grupo de periodistas en que la mayoría de los ciudadanos españoles ya han decidido a quién votarán.
En ese sentido, estas elecciones son diferentes a los anteriores comicios generales, celebrados en 1993, cuando hasta último momento se registró un gran número de indecisos.
La mayor incógnita es la diferencia que separará al PP del segundo partido, el PSOE, cuya lista encabeza el actual jefe del gobierno, Felipe González. La brecha entre los dos sectores determinará, a su vez, si Aznar podrá formar el gobierno sin necesidad de apoyo procedente de otras fuerzas políticas.
Los técnicos coincidieron también en que el abstencionimso será decisivo para establecer la diferencia entre el PP y el PSOE, pues cuanto más ciudadanos asistan a las urnas menor será la ventaja de Aznar.
Si la participación es de alrededor de 77 por ciento, como revelaron los sondeos cuando fueron realizados la semana pasada, Aznar obtendrá la mayoría absoluta del parlamento.
El PP ganará con holgura pero no conquistará la mayoría absoluta si, en cambio, el PSOE lograra convencer a entre dos y tres por ciento de quienes en anteriores oportunidades lo votaron y ahora se muestran reacios a acercarse a las urnas para renovarle la confianza.
Aun si los socialistas lograran movilizar a sus indecisos, lo que confirmararía los pronósticos del diario La Vanguardia, Aznar contaría con 170 diputados en un parlamento de 350.
En ese caso, podría formar gobierno sin necesidad de recurrir a un pacto con los nacionalistas moderados de Cataluña, que participaron en el último gobierno de González.
En su campaña, Aznar reclamó a los votantes que sufraguen por él "para tener una mayoría suficiente".
El candidato lograría eso aun sin la mayoría absoluta, pues los dos o tres diputados que podría obtener el independentismo vasco boicotean el parlamento y no asisten a sus sesiones en Madrid, y porque, además, varios partidos regionales menores apoyarían al PP.
La Coalición Canaria, que ya comprometió su apoyo al partido que resulte más votado, podría conquistar cinco o seis diputados.
La intención de voto por el PP está consolidada y se fundamenta en la necesidad un cambio, según los técnicos de las empresas encuestadoras.
Según Jorge Martorell, de la firma Metra Seis, los votantes de Aznar no procuran la imposición de un programa diferente, sino que tienen la intención de cambiar al actual gobierno por desengaño o simple cansancio.
Martorell señaló que en una de las encuestas se preguntó a los encuestados si comprarían un coche usado a González, Aznar o Julio Anguita, líder de IU. La respuesta mayoritaria fue "a ninguno de los tres". Esto, comentó el técnico, demuestra que los votantes no confían demasiado en los candidatos.
El PP exhibió un voto potencial muy sólido, mientras el PSOE sufrió grandes altibajos debido al desánimo de sus simpatizantes por los continuos escándalos de corrupción, de espionaje y de guerra sucia contra los independentistas vascos en los que se involucró al gobierno.
Por eso, la última semana de campaña pudo haber provocado cambios, que no afectarán al PP pero sí al PSOE, que podría mejorar uno o dos puntos, si logró convencer a sus indecisos, o perderlos definitivamente.
En uno u otro caso, las diferencias no cambiarán al ganador pero sí determinarán que Aznar gobierne apoyado sólo en los diputados de su partido o si deberá negociar el apoyo de agrupaciones menores. (FIN/IPS/td/mj/eu ip/96)
