ECUADOR: Empresa petrolera de Texas denunciada por daño ambiental

Una organización ambientalista envió al gerente general de la compañía Maxus, de Dallas, un ramo de rosas cubiertas de petróleo, que si}bolizaba el impacto de las operaciones de la empresa en bosques y pueblos indígenas de Ecuador.

Shannon Wright, que asistió en nombre del grupo Rainforest Action Network de San Francisco (RAN) a una conferencia de compañías petroleras de América en Dallas, entregó las flores al ejecutivo Roberto Monti este viernes.

El ramo estaba acompañado de numerosas cartas a través de las que los activistas exponían su preocupación acerca del "mal manejo ambiental" de Maxus.

"Maxus es una 'empresa líder' en materia de destrucción de bosques húmedos, falta de respeto a los derechos humanos y encubrimiento. La compañía aró las tierras de los indígenas Yasuni en Ecuador y ahora contamina la región con crudo y sustancias tóxicas", dijo Wright a IPS.

Las cartas pedían a Maxus que "revele" ante el público documentos en su poder sobre daños ambientales y que se "someta a una auditoría completa e independiente" en la materia.

RAN se refería a la concesión de la explotación de petróleo que adauirió Maxus en 1991 en en el frágil Parque Nacional Yasun, ubicado en los bosques amazónicos de Ecuador, donde la compañía produce 30.000 barriles de crudo por día desde abril de 1994.

Unos 1.500 integrantes del pueblo indígena Huaorani viven en el área perforada por Maxus, que continúa defendiendo sus operaciones.

"El programa de manejo ambiental de Ecuador es considerado el mejor de América Latina. Estamos firmemente comprometidos con nuestro programa ambiental y cultural", dijo Scott Jones, vocero de Maxus.

Los ambientalistas alertaron que en el área viven unas 120 especies de mamíferos -entre ellas jaguares, manatíes, osos hormigueros y delfines de agua delce-, 500 de peces, 600 de aves y 4.000 florales.

Los especialistas de la reserva Cubayeno, en Yasun, registraron 473 especies de árboles en un solo kilómetro cuadrado.

Maxus instaló un camino de 160 kilómetros de longitud en el bosque para construir un ducto que transportará el petróleo crudo desde la Amazonia hacia una refinería en la costa del océano Pacífico.

Wright denunció que en los últimos dos años se registraron varias pérdidas de petróleo en Ecuador debido a la actividad de Maxus.

La compañía fue vinculada por organizaciones ambientalistas de Ecuador en el despeje de cerca de 21.000 hectáreas de bosque y la contaminación de 540 arroyos con residuos tóxicos.

En su defensa, Maxus sostiene que el pueblo Huaorani y la empresa firmaron un acuerdo para el desarrollo de actividades petrolíferas en la zona en 1993.

Pero Wright sostiene que estos indígenas se oponen radicalmente al proyecto desde su comienzo y solicitó apoyo a grupos locales e internacionales para frenarlo.

"Los Huaorani están legalmente impedidos de obstruir cualquier proyecto petrolífero en sus tierras, pues corren riesgo de que el gobierno de Ecuador revoque sus títulos sobre la tierra", dijo Wright.

"Al igual que otros grupos indígenas, los Huaorani se han visto obligados a negociar con las compañías petroleras. Ni el gobierno ni Maxus han permitido a la población local rechazar las actividades", agregó.

Wright estableció que la propia organización indígena que firmó los acuerdos con Maxus organizó un alzamiento contra la compañía pues, alegaron, ésta no cumplió su parte del pacto.

"La compañía está haciendo lo mejor posible, hasta donde yo sé. Estuve allí y vi que tienen reglas muy estrictas. Si uno entra a sus edificios, lo registran, y si tiene una caja de cigarrillos, la confiscan", dijo a IPS el presidente de la estatal Petroecuador, Patricio López.

Maxus no es la primera empresa denunciada por daños ambientales en Ecuador.

Unso 30.000 ecuatorianos llevaron a Texaco, empresa que extrajo 1.400 millones de barriles de petróleo en 25 años en asociación con Petroecuador, a estrados judiciales de Estados Unidos, y la acusaron de "indiferencia cruel frente a la salud, el bienestar y la seguridad" de la población.

La denuncia también señaló a la compañía de haber depositado "deshechos peligrosos inadecuadamente tratados" y de "destrucción de bosques".

Se estima que Texaco arrojó 26,35 millones de petróleo crudo en los ríos. Otra denuncia ha sido presentada contra la compañía por grupos de Perú.

"Es cierto que éramos menos prudentes en el pasado, pero hemos reintroducido 60 por ciento de los residuos de nuestras perforaciones y limpiamos muchos de los lagos que habíamos contaminado. El ejército tiene instrucciones de ayudar a quienes se vean afectados", dijo López. (FIN/IPS/tra-en/pc/yjc/mj/en/96)

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