El tráfico de cráneos y huesos humanos vendidos a brujos para mejorar la carrera de influyentes políticos adquiere proporciones epidémicas en el Congo.
Una caja conteniendo tres cráneos humanos, velas y libros sobre brujería fue descubierta la semana pasada en Brazzaville, tras arribar en tren desde el puerto de Pointe Noire, convirtiéndose en una de las pocas evidencias de la existencia del tráfico encontrada por la policía en los últimos años.
"Necesito esos cráneos para aumentar mi poder", declaró el hombre que los envió, Mpassi Antoine, ahora detenido en una prisión de Brazzaville. Aunque se niega a relatar cómo los obtuvo, Antoine dijo haber sido iniciado en las artes supranaturales por un ciudadano suizo ahora muerto.
Fuentes policiales indicaron que sospechan que la caja haya estado dirigida a un importante político de la capital, cuyo nombre no divulgaron.
"El tráfico de restos humanos es descontrolado en la ciudad", dijo un policía que no dio su nombre, y añadió que la brujería ha sido utilizada con fines electorales.
Varios políticos participan en este tráfico, aseguró la fuente, e indicó que es muy frecuente descubrir el trabajo de los "mindzoulas" (ladrones de tumbas), al encontrar sus huellas en sepulturas violadas.
Aunque también se roban de las tumbas objetos de valor enterrados con el muerto, lo que más se cotiza en el mercado son los restos humanos.
Recientemente la viuda de un ladrón de tumbas confesó los delitos de su esposo tras convertirse al cristianismo, y dijo que la fortuna lograda en poco tiempo por él fue producto del dinero entregado por influyentes políticos para mantenerlo en silencio.
En 1984, varios niños y adolescentes desaparecidos fueron encontrados con varias partes del cuerpo arrancadas, en especial el corazón, los órganos sexuales y los senos, utilizados por políticos, según los rumores, para mantenerse jóvenes y en el poder.
Gracias a una fuerte campaña política, los supuestos responsables de los secuestros y las ceremonias comparecieron ante la corte, pero no fueron encontrados culpables.
Pero los delitos han reaparecido ahora. Según el primer ministro, Jacques Joachim Yhomby-Opango, 30 menores de entre dos y 20 años desaparecieron en Brazzaville entre diciembre y enero.
Las informaciones sobre políticos del Congo que recurren a la brujería para mejorar sus carreras son comunes en el país africano.
En 1993, un político que había tenido un alto cargo durante el régimen de partido único, pidió consejo a un brujo, quien le indicó que enterrara una oveja en todos los alrededores de la ciudad, para evitar el descontento popular.
El hecho llegó a la portada de los diarios tras haber sido descubierto por la policía. (FIN/IPS/tra-en/nrn/kb/lp/cr-ip/96)