Si China realizó realmente pruebas nucleares, como se reveló recientemente, deberían interpretarse como más que un simple aumento de la fuerza militar del gigante asiático. Son también una señal de que Beijing quiere mantener contento a su ejército.
Según la última publicación de la revista Wide Angle, de Hong Kong, que tiene estrechos vínculos con el ejército de China, el Segundo Cuerpo de Artillería a cargo del arsenal nuclear desarrolló ejercicios secretos en una zona montañosa del país.
Algunos analistas de Hong Kong y Beijing, así como importantes funcionarios del gobierno de Estados Unidos, afirman que los juegos de guerra en curso en el estrecho de Taiwan son un reflejo de las presiones militares sobre Beijing.
Las jactancias de Beijing revelan el temor y la inseguridad entre el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCH), encabezado por el presidente Jiang Zemin, que intenta lograr el favor del poderoso Ejército de Liberación Nacional.
El respaldo militar es importante ante la cercanía de la muerte del agonizante líder Deng Xiaoping, a la que sucederá una delicada transición política.
La decadencia de la ideología marxista provocó en el PCCH reiteradas apelaciones al nacionalismo chino con la finalidad de mantener su legitimidad. El ejército es un fuerte impulsor de esta línea, ansioso por aumentar su poder, según los analistas.
"Este hecho, entre otros, genera dificultades entre los líderes de China para dar una imagen de flexibilidad", dijo el lunes Winston Lord, asistente de la Secretaría de Estado para asuntos de Asia y el Pacífico de Estados Unidos, al ser consultado sobre los ejercicios militares cerca de Taiwan.
"El nacionalismo está teniendo una importancia creciente y se acerca una sucesión política en la que ningún dirigente se puede permitir debilidades", agregó.
Varios países, entre ellos Japón, detectaron la existencia de una nueva "línea dura" militar en Beijing, especialmente desde el comienzo de los juegos de guerra en el estrecho de Taiwan, que se prolongaron más de lo previsto.
Desde el comienzo de la tensión entre China y Taiwan, el gigante asiático también alteró su postura respecto de las pruebas nucleares, según los observadores.
También se percibió que el envío de dos portaviones de Estados Unidos a la zona podría ser considerado por Beijing una nueva razón para continuar probando su arsenal.
Los ataques y contrataques simulados de los que dio cuenta Wide Angle demostraron que el ejército de China "tiene capacidad de supervivencia bajo condiciones de guerra nuclear", según el informe.
"El ejercicio prueba que el Segundo Cuerpo de Artillería no sólo sobreviviría debajo de un 'hongo' nuclear, sino que también podría lanzar un contrataque", agregó la publicación.
Al difundir sus ejercicios con armas nucleares a través de Wide Angle, China muestra su oposición a Japón, su principal benefactor, que soporta fuertes presiones de Washington para que corte su asistencia debido al asedio sobre Taiwan.
Tokio suspendió fondos de ayuda que ascendían a 88 millones de dólares después de las pruebas nucleares de China realizadas en mayo del año pasado.
Diplomáticos occidentales creen que China planea por lo menos dos pruebas nucleares entre mayo y junio y entre septiembre y octubre en Lop Nor, en la lejana Winjiang, y antes de que la firma de la prohibición internacional de estas prácticas, prevista para noviembre.
Si efectivamente se realizan, las pruebas provocarían el corte de créditos japoneses para proyectos de infraestructura de China por unos 2.000 millones de dólares al año.
El ejército usa la escalada militar en el estrecho de Taiwan para presionar a Beijing con el fin de completar su programa de cabezas nucleares en miniatura para misiles lanzados desde submarinos, según observadores occidentales.
Jiang, en un nuevo intento por evitar una imagen de debilidad, también respalda los reclamos militares con respecto a las disputadas islas Spratly, en el sur del mar de China, lo que provocó alarma en los países asiáticos vecinos. (FIN/IPS/tra- en/ys/cpg/mj/ip/96)