El gobierno de Chile resolvió dar un nuevo impulso a su política social, adoptando medidas concretas para superar la extrema pobreza, ante las críticas formuladas a su gestión en este campo.
Cuando aún están latentes las críticas a los resultados del Programa Nacional de Superación de la Pobreza que coordina el Comité Interministerial Social (CIS), el gobierno del presidente Eduardo Frei anunció nuevas medidas para resolver la situación y la restructuración de los planes que ya se vienen aplicando.
La eficacia de los planes emprendidos por el gobierno está en tela de juicio, pues empeoró la calidad de vida del millón de personas en condiciones de extrema pobreza que aún hay en Chile, pese al crecimiento económico sostenido del país.
Luis Maira, ministro de Planificación y Cooperación y coordinador del Comité Interministerial Social, comunicó la puesta en marcha de una nueva modalidad de asignación de recursos hacia las zonas más pobres del país, denominadas Inversiones Regionales de Asignación Local.
El gobierno destinó a su financiamiento más de 25 millones de dólares, que serán distribuídos en 187 comunas pobres del país.
"Con este programa se da un gran paso a la descentralización, por cuanto son las regiones las que eligen a las comunas más pobres y posteriormente asignan los recursos para el desarrollo de proyectos que los mismos pobladores definen como prioritarios", indicó Maira.
La iniciativa será implementada en conjunto, por el Ministerio de Planificación, el Fondo de Solidaridad e Inversión Social y la Subsecretaría de Desarrollo Regional.
Un caso que ilustra la falta de motivación es la escasa utilización del Fondo de Nacional de Desarrollo Regional, que el gobierno inplementó en 1995. Sólo en los dos últimos meses del año se gastaron más de la mitad de los recursos asignados.
Luis Henriquez, asesor del Ministerio de Secretaría de Gobierno, atribuyó esto al bajo nivel técnico de los proyectos, que impide la aprobación de la mayoría, "lo que hace necesario fortalecer la participación y el apoyo técnico en esos lugares".
En cambio, el Fondo de Solidaridad e Inversión Social ha obtenido buenos resultados, logrando impacto en la calidad de vida de la comunidad, que se organiza y presenta proyectos de desarrollo participativo para superar sus problemas concretos, como falta de alcantarillado, luz y agua potable.
En 1995, el Fondo invirtió 5,5 millones de dólares en cerca de un millón de beneficiarios ubicados en estratos con "riesgo social", que aportan al proyecto con sus capacidades intelectuales y físicas.
Un ejemplo a mencionar es la pavimentación de calles de una barriada de Santiago, gracias al esfuerzo de los habitantes, que aportaron la mano de obra, y el financiamiento del Fondo a través de su programa "Entre todos".
En la presentación del Plan de Trabajo 1996, Frei hizo énfasis en las políticas de equidad y de superación de la pobreza, privilegiando proyectos que resuelven las necesidades básicas de las comunas más pobres en las regiones más apartadas de Santiago.
Frei manifestó al asumir su mandato su intención de aprovechar la "oportunidad histórica" de Chile, en alusión al crecimiento económico sostenido del país, para superar la pobreza.
El Comité Interministerial Social se creó en 1994 para desarrollar un Programa Nacional de Superación de la Pobreza, cuyo objetivo principal consiste en promover la participación de la comunidad.
El Programa de Superacion de la Pobreza intenta dejar de lado un sistema asistencialista, proporcionando herramientas a las personas para que puedan salir adelante.
"Destacados son los esfuerzos que el gobierno chileno está desplegando en el área de la educación con el propósito de equiparar oportunidades entre las personas", dijo a IPS Pedro Saiz, director del Departamento de Proyecciones Económicas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Frei anunció que este año la inversión en educación será 16 por ciento mayor que en 1995, destinado a la modernización del sistema educativo.
El programa para la superación de la pobreza más difundido es el denominado "Chile Joven", que intenta mejorar las oportunidades de acceso al trabajo de los más pobres.
Además de ofrecer capacitación a jóvenes entre 15 y 24 años, una beca para transporte y comida, y una práctica laboral asegurada, el Estado apuesta con este programa a disminuir la delincuencia.
Sin embargo, la buena acogida entre los jóvenes no ha incentivado mayormente al sector empresarial, que aún es reacio a proporcionarles buenos empleos.
Como actor adicional, el Estado impulsó en mayo de 1994 el Cosejo para la Superación de la Extrema Pobreza, integrado por personalidades de la sociedad civil, como una instancia de reflexión y propuestas de iniciativas no gubernamentales.
El programa más exitoso del Consejo, en su afán de involucrar a la sociedad civil, es el denominado "Servicio País", donde participan 130 jóvenes profesionales que se desempeñan, con sueldos mínimos, en las 71 comunas más pobres de Chile.
"Esta experiencia es muy enriquecedora para los jóvenes que participan en ella y exitosa para el país, porque ha permitido incorporar el recurso técnico y profesional a proyectos locales de desarrollo, que por falta de contingente capacitado no pueden ser llevados a cabo", comentó la sicóloga Gloria Vío. (FIN/IPS/mj/ag/pr/96)
