El presidente de Burundi, Sylvestre Ntibantunganya, desmintió hoy en esta capital acusaciones de sus opositores según las cuales el ejército bloquea esfuerzos del gobierno para negociar con los insurgentes hutu.
"El ejército en Burundi no es el gobierno", dijo Ntibantunganya, quien llegó este miércoles a Kenia como parte de una iniciativa regional de paz para resolver el conflicto étnico y político del pequeño país africano.
"No es el ejército el que dialogará con las personas. Son los políticos quienes hablarán entre ellos para traer la paz al país", añadió el presidente, y recordó que la Constitución no permite que el ejército interfiera en política.
Las declaraciones del presidente fueron hechas tras informaciones según las cuales altos jerarcas del ejército de Burundi descartaron las negociaciones con el dirigente de los insurgentes hutu, y ex ministro del interior, Nyanguma Leonard.
Pero Innocent Nimpagariste, representante en Nairobi del opositor Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia (NCDD), de mayoría hutu, sostuvo que "el ejército es el único obstáculo para la paz en Burundi".
Nimpagariste, que representa a Nyanguma en Nairobi, dijo que el NCDD no considera al ejército de Burundi un ejército nacional, porque "no representa al país entero", y es mono-étnico, tras haber excluido a los hutu.
El principal objetivo del NCDD, según Nimpagariste, es reformar el ejército para hacerlo "multiétnico y por lo tanto realmente nacional".
Pero el analista Desire Joe Bizimana dijo a IPS que "existen temores entre los tutsi de que si el NCDD toma el poder, no quedará ni un tutsi en Burundi".
Burundi es escenario de conflictos desde octubre de 1993, cuando miembros desertores del ejército asesinaron a Melchior Ndadaye, el primer presidente hutu del país, en un fracasado intento de golpe tres meses después de su elección. (FIN/IPS/tra-en/mn/oa/lp/ip/96)