AMERICA: El comercio corre más rápido que las carreteras

El rápido aumento del comercio entre los países del Mercosur, más Chile, Bolivia y Perú, requiere de 16.000 millones de dólares al año en obras de infrastructura en la próxima década, advirtieron hoy en la capital argentina ministros y empresarios de la región.

En el marco de la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el presidente del organismo Enrique Iglesias invitó al sector privado a invertir en proyectos de energía eléctrica y gasífera, transportes y caminos, aeropuertos y telecomunicaciones en los siete países.

"La necesidad de infraestructura condiciona el proceso de integración comercial", alertó Iglesias al abrir este sábado el seminario de Integración Física de los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), más Bolivia, Perú y Chile.

Esas tres últimas naciones gestionando su participación en el bloque como socios de un acuerdo de libre comercio.

Chile culminó sus negociaciones el viernes durante una reunión de ministros del hemisferio celebrada en Cartagena, Colombia, un hecho que fue celebrado por Iglesias.

Los miembros del bloque subregional más los tres países andinos consituyen el mayor espacio económico de América Latina, con 250 millones de habitantes y un producto interno bruto estimado en más de un billon de dólares, las dos terceras partes del producto total de la región.

El comercio intrarregional es considerado "explosivo" en esta área, según consta en el documento distribuido este sábado por el BID "La infraestructura física del cono sur". En el último lustro, las exportaciones totales se duplicaron y las intrarregionales crecieron 25 por ciento.

Este intenso movimiento de mercancías que en general suman cada vez mayor valor agregado impone la necesidad de mejorar caminos y ferrocarriles, tender nuevas redes, dragar ríos, modernizar puertos, aeropuertos y telecomunicaciones y requiere además de nuevas fuentes de energía.

Pero ante las dificultades de los Estados para financiar este esqueleto, ministros, viceministros y secretarios de las áreas de obras públicas de los siete países convirtieron este sábado el panel del sector público del seminario en un verdadero catálogo de ofertas para los inversores privados dispuestos a respaldar el proceso de integración.

"En Argentina el Estado se retiró de la actividad productiva, tras verificar que a lo largo de la historia los grandes proyectos de infraestructura insumieron enormes cantidades de capital y aportaron una productividad muy baja", explicó Carlos Bastos, secretario de Energía.

A su turno, Odacir Klein, ministro de Transporte de Brasil, dijo que en su país las oportunidades de inversión en trenes, hidrovías, puertos y carreteras es enorme, luego que la economía comenzó a mostrar signos de recuperación.

La Hidrovía Paraguay Paraná es un proyecto que, condicionado a estudios de factibilidad económica y ambiental que se conocerán en mayo, podría convertirse en la columna vertebral de la navegación en el cono sur.

Aún sin las obras, el volumen de carga, que era de 600.000 toneladas en 1989, aumentó a tres millones en 1995 debido a las reformas económicas encaradas por los países de la cuenca que tienden a liberalizar y desregular el comercio.

A su vez, desde la ciudad boliviana de Puerto Suárez, sobre el río Paraguay, se prevé la construcción de una carretera que en 1998 la unirá con el puerto de Ilo, en Perú, sobre el océano Atlántico.

Del mismo modo, se estp dearrollando en Brasil la hidrovía Tiete-Paraná, que unirá la hidrovía Paraguay-Paraná con el complejo industrial de Sao Paulo.

Quedan pendientes proyectos como la construcción de un eje ferroviario que una San Pablo con Buenos Aires, mejoras en los pasos fronterizos de Argentina y Chile y otros megaproyectos como el de la autopista Río de Janeiro-Buenos Aires y el puente Colonia- Buenos Aires.

También existen al menos seis proyectos de interconexión eléctrica entre países. Del total de proyectos en el área de energía (gas y electricidad) se estima que los de ejecución más factible en los próximos 15 años representan una inversión cercana a los 18.500 millones de dólares.

Iglesias destacó que el BID cuenta con una ventanilla especial para financiar proyectos de infraestructura básica, creada en 1994. El programa permite alcanzar hasta 25 por ciento del total del proyecto.

En este marco, este sábado se firmó un acuerdo por el cual el BID da a la empresa privada Líneas de Transmisión del Litoral un préstamo directo de 43 millones y otro de 44 millones para un plan que prevé construir, operar y mantener la segunda fase del sistema de transmisión de la presa argentino-paraguaya de Yacyretá.

A través de este nuevo sistema, el banco interregional prestó el año pasado 146 millones de dólares (sumando créditos de Argentina, México, Costa Rica y Honduras). El importe total de los cinco proyectos fue de 980 millones.

Por eso, el documento del BID señala que en los próximos 10 años, calculando un crecimiento promedio de entre 3,5 y cinco por ciento del producto en los siete países, se requerirá un promedio de entre 16.0000 y 20.000 millones de dólares anuales en inversiones de infraestructura. (FIN/IPS/mv/dg/if/96)

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